CAPÍTULO 4: UN EXTRAÑO DÍA

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[POV Theo]

Hoy ha sido un día muy extraño, por empezar Draco llego más temprano de lo habitual a la escuela, pero llego dos minutos tarde a clases y cuando le pregunte por que había llegado tarde solo dijo que se había demorado en el baño; luego nos dieron un trabajo algo extraño en ingles que trataba sobre una autobiografía, hasta ahí todo bien, pero lo raro es que era de a dos y el profesor eligió las parejas y como nuestro curso es número impar Draco quedo solo, por lo cual el profesor se ofreció a ayudarlo un poco; en todo momento Draco parecía muy enojado y miraba con un poco de rabia al profesor, supongo que fue porque lo dejo solo en el trabajo. Para terminar con estos sucesos raros, Draco no se vino conmigo y eso sí que es extraño, ya que Draco y yo siempre vamos a la cafetería después de clase, a mí me gusta mucho el café y Draco ama el té.

Por todo lo anterior es que voy solo a la cafetería, no me pierdo mi querido café, menos con aquel sueño que tuve.

Al llegar a la cafetería le chico de la vez anterior me dio la carta.

- Disculpa – le dije – no necesito la carta – se la devolví y él la tomo sin siquiera mirarme – quiero un mocaccino doble no caliente con trozo de pie de naranja.

- Claro, enseguida se lo traigo.

Espere un buen rato mi café hasta que él apareció. Se veía un poco nervioso y distraído, por lo cual no se fijó en las gotas que se encontraban en el piso, antes de que botara mi café y pastel lo sujete; gracias a mi cuerpo atleta alcance a correr hasta donde estaba y tomar su cintura con una mano, mientras que con mi otra mano tome la bandeja. Lo que más me importaba era mi café, no iba a esperar más rato por el o me pondría de muy mal humor, así que me dedique a ver mi café si se encontraba bien y para mi felicidad no se cayó ninguna gota. Ne se en que momento solté al chico o quizás ni lo tome bien como imagine, solo se que lo vi de rodillas en el suelo y con su cabeza gacha. Deje las cosas en una mesa cercana y me agache a revisar su estado.

- Te encuentras bien – me acerque y le levante el rostro – ¿Por qué estás tan rojo? – el chico me quito la mano y se paró - ¡oye! Te estoy hablando, te hiciste daño en algún lado - lo alcance y le di vuelta tomándolo del brazo.

- Suéltame – por fin hablo – no me hice daño y si lograste sujetarme, ahora por favor suéltame que debo secar el piso.

- Está bien – porque este chico se comporta de esa forma - ten cuidado no vayas a resbalar de nuevo.

- No te preocupes, gracias.Al regresar a mi asiento con mi bandeja me di cuenta que la dueña nos estaba viendo cuando me senté ella se acercó a mi mesa.

- Theo, gracias por lo que hiciste - esta mujer es linda para su edad "sí, soy un pervertido" - si no lo hubiese tomando, puede que se haya herido en algún lado.

- ¿Por qué él es así?

- Bueno es un chico tímido – me dice la dueña mirando al chico que ahora limpiaba el suelo - la verdad es que ha tenido una vida difícil, pero ya está aquí - se ve bastante nostálgica - yo lo cuido, se queda conmigo mientras estudia para entrar a la universidad, después quiere irse, pero no quiero dejarlo solo así que tu misión ahora es convencerle de que se quede.

- ¿yo? – me asiente con la cabeza - señora mía, la verdad no creo que sea el más indicado, no suelo tratar con ese tipo de personas, soy muy alegre y no me interesan para nada las personas solitarias y depresivas, tampoco tengo vocación de psicólogo.

- Bueno con el tiempo veremos - se levantó y fue hacia la cocina.

Esta señora está loca, yo no soy nadie para convencerlo, además no me agrada mucho estar con alguien que apenas habla, definitivamente no puedo. amor a veces nace de un simple toque y sin darte cuenta tu cuerpo pide más contacto con el otro#

++++yami***

I LOVE MY TEACHERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora