Cap.19 Mi lado sensible

1.1K 57 8
                                    

Cap.19 Mi lado sensible 

Paula

-¿Theo?- asiente ante mi estúpida pregunta.- ¿Has visto todo?- vuelve a asentir.- Yo... Yo lo siento, creo que nos hemos conocido con un mal pie. 

Suelta una carcajada. Y yo más roja que antes.

-Ha sido todo un error, yo no soy así en realidad.- sigo hablando nerviosa y más idiota que nunca.- De verdad...

-Tranquila, todos hemos tenido un mal día.

-¿Un mal día? Mala suerte dirás.- río.

¿Por qué me estaba pasando a mi todo esto? Entre ayer y hoy soy otra. Bueno, una persona que no para de.. Bueno, vosotros mismos habéis visto mis estupideces. Ahora eso no era lo importante.

Lo importante era que me encontraba delante de un chico que me tenía que ayudar con bailar hasta que mis piernas se acostumbren. Y esa no era la parte más mala de esto, si no que, era alguien con quien no podrás concentrarte por nada del mundo. Ya notaba como mis manos se ponían a temblar. ¿Habrá sospechado algo? Espera que no.

-Creo que debemos de empezar. 

-Sí, sí, solo tengo que ver si no he roto el móvil.- digo al volver a agacharme para ver si el móvil salía vivo después de lo que había hecho.

Cuando vi que todo iba viento en popa, nos pusimos cómodos para empezar a practicar pasos fáciles, los de un normal principiante. Las veces que me tropezaba y caía empezábamos a reír a carcajadas limpias. Yo por la estupidez y la vergüenza, mientras que el por diversión y gracia. Era un buen chico, a medida que pasaron las dos horas, practicábamos y hablábamos. Empezamos a conocernos un poco más y se diría que es un encanto de persona. Aunque todavía notaba los nervios que se apoderaban de mi.

-Prueba así.- continúo a la vez que hacía unos pasos.

Repetí lo mismo y orgullosa por haber salido bien, me dejé caer en el suelo. Por hoy habíamos acabado.

-Como necesitaba esto. Volver al mundo del baile.- cojo la botella y le doy un largo trago.- ¿Tú llevas mucho tiempo en esto?

Se sentó a mi lado con la toalla para limpiarse un poco el sudor y soltó una leve carcajada.

-Desde niño llevo yendo a clases. Así que se diría que soy un profesional.- empecé a reír por la manera en la que lo dijo.

-Si fueras profesional, ¿no deberías de tener ya una carrera?

Se gira y me mira con una ceja alzada y notaba como se erizaba mi piel. Me ponía muy nerviosa cuando me miraba así, no lo negaría. Pero apenas lo conocía y hablábamos tan ligeramente, que era como un conocido de toda la vida.

A un paso 2 © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora