Cap.23 El último baile

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Cap.23 El último baile




Raúl



Tal y como le prometí al día siguiente viajé al pueblo de su abuela, en donde tenía que averiguar que tal le iba a la familia. Cuando me llamó Juliet para contarme lo que sucedía me preocupé bastante por Paula. Me hubiera gustado estar con ella en ese momento y poder darle ánimo a seguir. Pero como siempre la vida me aleja dándome a entender otra vez más que no estamos hechos a estar juntos ni a pasar nada entre nosotros.

Ahora mismo estaba conduciendo el coche para llegar a la dirección indicada, en menos de diez minutos estaré frente la casa. Y podré tener una charla con esas pobres mujeres que por todo lo que me ha contado de ellas, han sufrido lo suyo y más su madre.

El pitido del GPS, me dio a entender que había llegado. Estacioné el coche en el primer lugar que encontré adecuado y bajé de el dando al botón del mando para cerrarlo.

Me acerqué a la puerta y toqué al timbre, esperando a que alguien me abriese. En unos segundos se abrió y un chico de unos pocos años menos que yo, bastante parecido a Paula se encontraba frente mío mirándome con una ceja alzada.

-¿Tú eres el amigo de Paula, verdad?- asentí sonriendo.

-Soy Raúl.- le recordé mi nombre ya que se puede haber olvidado de mi o algo.

-Ya me acuerdo de ti, pasa, pasa.- me dejó sitió para entrar en la casa y darle un rápido recorrido con mis ojos.

Se encontraba en un perfecto estado para ser antigua. 

-¿A qué viene esta visita? Siento ser tan directo.- solté una carcajada y me giré para mirarle.

-Vine para hablar con ustedes por parte de Paula.

-Ya veo, no puede venir ella misma y te envía a ti.- iba a contestarle por su manera borde de hablarme, pero apareció su madre dando como terminada esta mini conversación.

-¿Quién ha venido, Pablo?- apareció junto a nosotros callándose de golpe.- ¿Tú eres el amigo de mi hija?- me señaló con el dedo índice, yo asentí.- ¡OH! Por favor, pasa querido, pasa.- me llevó hacia la sala de estar y mandó sentarme en el sofá, aunque también preguntó por si quería algo de beber o comer, cosa que dudé porque no tenía ganas de nada.

-No vine a molestar ni nada, solo quería ver como estabáis ya que Paula se siente bastante mal ante la noticia que se enteró.

-Dile que no se preocupe, que todo está bien.- siguió su madre sin darle importante a todo esto.

Me sorprendió la manera en la que cambió de hablar. Porque al principio estaba algo feliz y después de decirle a lo que vine, se había puesto seria y triste a la vez.

-Ella está a punto de acabar la academia.- aquello les hizo abrir los ojos de golpe y fijar su mirada en mi.

-¿Está pensando volver?- la pregunta la había hecho su hermano.

-Para seros sincero, no tengo ni idea. Puede que aún no sepa que hacer.

-Intenta convencerla de que todavía no tiene que volver.- me hizo fruncir el ceño.

-¿Por qué? ¿Acaso pasó algo grave?

La madre se levanta de golpe dándome la espalda y con la mano sobre su cadera. Su otra mano la tenía sobre su frente dando a entender que estaba algo preocupada.

-¿Se puede saber que pasa?- insistí.

-Creemos que es mejor que siga ahí lejos de todo esto.

Sin entender nada y dándome cuenta que no iba a descubrir nada aquí. Decidí levantarme y despedirme. No tenía nada que hacer ya.

-Tengo prisa, nos veremos en otro momento. Y gracias.

Me acompañaron hasta la puerta y en cuanto empecé a acercarme hacia mi coche, alguien me paró. En cuanto giré mi cuerpo para poder observar de quien se trataba. Me encontré con un chico moreno igual a mi estatura, con un pircing en la ceja y mirándome furioso y sorprendido.

-¿Y a ti que te pasa?- no me callé.

-Quiero saber donde está Paula. Escuché todo lo que les dijiste y ahora mismo me dirás donde está ella.

-¿Y tú eres...?

-Soy Javi su novio.- aquello me produjo una carcajada que no pude evitar sin más.- ¿De qué te ríes?

-De que no eres su novio y lo sabré yo mejor que nadie. Mira chaval, ella no quiere verte ni saber nada de ti. Así que olvídate y mantente alejado.

Abrí la puerta del piloto y subí arrancando el motor sin dejarlo decir nada. Este imbécil se cree que conmigo puede conseguir averiguar donde está Paula pero jamás lo sabrá. Por lo menos por mi boca no.



Paula


-¿Y solo te dijeron eso?- el asintió mirándome a través de la cámara del portátil.- ¿No conseguiste averiguar nada más?- negó. Solté un suspiro de resignación y continué.- Pues eso me da mala espina, si no quieren que vuelva por algo será. Pero bueno, ahora mismo solo quiero concentrarme en la academia.

-Haces bien. Estoy completamente seguro que lo conseguirás.

Sonrío ante lo que me dijo y suelto una pequeña risa.

-Bueno te tengo que dejar que iré a practicar un rato el baile que estoy preparando.

Nos despedimos dando al clic de desconectar la llamada. Luego cerré sesión y apagué el ordenador dejándolo en la mesilla del salón. Me levanté del sofá cogiendo mi bolso y decidí irme caminando hasta la academia. Tenía que aprovechar el buen tiempo que hacía hoy. Nada de lluvía y eso estaba genial.


Frente mío tenía el espejo de la sala de baile y me observaba a través de él. Tenía una coleta alta mal echa, unas mallas negras ajustadas a mis piernas y una camisa de tirantes blanca.

Nada más llegar había puesto la canción a la cual iba a bailar y repetí los pasos que tenía pensados varias veces. Diría que más de cinco había bailado el baile. Pero seguía sin estar segura, seguía sin tener claro que me lo sabía bien. Todavía tenía algún que otro fallo y no me sentía conforme conmigo misma. Por lo que decidí hacerlo por última vez y volver a casa.

Volví a poner la música y me puse seria. En un momento a otro mis pies comenzaron a moverse en tono a ella y mis brazos igual. Cuatro minutos después, acabo con la pose final y vuelvo a mirarme en el espejo. Esta vez salió bien. Por suerte.

Bebí de la botella agua y me sequé un poco con la toalla. Luego guardé todo, me puse la chaqueta y cogí el bolso para irme de ahí. Algunos tenían clases a estar horas, otros estaban en alguna sala practicando o pasando el día con sus amigos. Antes de entrar en la sala, fui a buscar a Sharon, pero no la encontré. Ya que no era importante, sino solo para saludar no me importó.


Días más tarde...


Durante estas semanas lo único que me preocupó es estar preparada para el gran final. Que ese día había llegado. Era hoy. En tan solo unos minutos tendría que hacer mi baile y la decisión de quedarme y seguir con esto o irme estaba sobre una balanza. Tenía mucho miedo, estaba tan asustada, cansada, nerviosa... que me tomaría una botella de cualquier tipo de alcohol para sentirme mejor, pero no. No era de esas personas que bebían.

-¿Cómo te sientes amiga?- de la nada apareció mi grandísima amiga Juliet.

Me giré y la miré nerviosa. Ella al darse cuenta de lo mal que lo estaba pasando, me abrazó y nos quedamos así por un rato.

-Tienes que tranquilizarte, sino no podrás hacerlo bien.

-Lo sé, pero no lo puedo evitar. Y sigo sin entender porque te dio por renunciar.

Sí, Juliet renunció a que quede entre las cinco personas por la última decisión de Sharon, si la eligiese claro está. Aunque estaba segura que una de esas plazas iba a ser suya.

-Te dije que me daban una grandísima oportunidad y mejor.

Eso sí que me alegraba por ella. Hace como una semana la habían llamado para que acepte viajar a Francia y empezar a dedicarse al baile profesionalmente por unos meses y todo con ayuda de muy buenos coordinadores. Después entraría en esos grupos de bailarines bastante reconocidos. Y eso sería genial para ella, un sueño cumplido.

-Y me alegro mucho por ti, pero me dará pena que nos separemos.

Conocerla me hizo realmente bien. La verdad que no había tenido una tan buen amiga después de todo lo que pasó con María. ¿Qué será de su vida? Tampoco es que me interese, pero me dolió mucho todo lo que hizo, nunca me lo había esperado y bueno, cuando pasó la verdad que sufrí lo suyo. Pero todo pasó rápidamente. Ahora conocer a estos chicos aquí me hicieron abrir los ojos y darme cuenta de las buenas personas que todavía existían en el Universo. Simplemente genial.

-Seguiremos en contacto y lo sabes. Si no juro que te busco y te mataré con mis manos.

Solté una carcajada por lo que dijo y acabamos riendo las dos. Era la mejor chica que había conocido, sin duda.

-Será mejor que vayamos, que estará por empezar.- le hice caso y nos dirigimos hacia donde se iba a hacer todo.

Habían venido bastantes personas a vernos. Entre familiares o amigos de los que íbamos a bailar, también más alumnos de la academia e incluso representantes como la otra vez. Sería muy importante para cada uno de nosotros.

En nada iba a empezar todo y Sharon saldrá en el escenario para saludar a todo el mundo. Nosotros nos habíamos quedado en primera fila sentados. Era el mismo lugar donde hizo la presentación de cuando comenzó la academia. Los asientos ya se estaban llenando poco a poco. Y por alguna razón, no sé cuál, me giré en una dirección que me hizo fruncir el ceño.

-¿Pasa algo?- a mi lado se encontraba Theo mirándome con una ceja alzada y luego hacia la dirección en la que estaba mirando sin pistañear.- ¡Wow! No me esperaba esto..

-Yo tampoco.- confesé antes de levantarme de la silla y caminar hacia dicho lugar.- ¿Cuándo llegaste? ¿Y por qué no me avisaste?

-Pensé que venias a darme un abrazo.- rodé los ojos, pero acabé abrazádolo.

Necesitaba apoyo ya, porque en nada empezaba todo, los nervios volverían a salir y no debía de permitirlo.

Sentir su aroma de nuevo hizo que una sonrisa tonta se formase en mis labios, no lo pude evitar. Lo echaba de menos y ahora verlo frente mía, nada de llamadas y vernos a través de una pantalla de ordenador. Esto era distinto.

-¿Estás preparada?- dijo al separarnos.

-Si te digo que sí mentiría. Estoy demasiado nerviosa y no sé si todo saldrá bien.

-Seguro que sí, confío en ti.- acaricia mi mejilla tan delicadamente que me pierdo.

Por lo que decido abrir los ojos de golpe y volver a mi lugar. Porque si seguía aquí temía por alguna cosa que pudiese suceder.

-Mejor me vuelvo que va a empezar.- él asiente y me da un cálido beso en la frente.- Me alegra que hayas venido.

Sonrío y me doy la vuelta para volver a mi asiento. Aunque no me esperase volver a ver a Raúl después de tanto tiempo, me encanta tenerlo aquí. Es un amigo al que te acostumbras y no puedes evitar que se marche y te quedes sin él. La verdad que teníamos una relación bastante rara, pero nadie ha dicho que la vida fuera fácil. Más bien todo lo contrario.

Y justo entonces salió Sharon al escenario. Se había puesto un vestido largo bastante formal de color plateado y brillante, dejaba su espalda descubierta formando una "v" y  con tirantes anchos. Le sentaba realmente bien, su pelo estaba recogido en su parte derecha ondulado y sus labios pintados de un color rojo hermoso. Últimamente se veía espléndida y se ponía guapa. ¿Algún pretendiente? Podría ser.

-Hola a todos. Otro año más que llega el momento de que todo acabe. Está noche se hará el baile final de todos los alumnos que estuvieron varios meses aprendiendo. Yo estoy muy orgullosa por ellos, ya que me han demostrado lo bien que se les da y que es un sueño estar en un sitio tan privilegiado como este. No sigo con la charla que se os hará aburrido, por lo que mucha suerte a todos y al final de todo se tomará la decisión de los cinco mejores. Espero que disfrutéis.

En cuanto acabó, la sala se inundó de aplausos y todos se levantaron de pie. Después de ello uno por uno empezamos a aparecer en el gran escenario para hacer nuestro baile. Notaba como mi corazón comenzaba a latir con demasiada fuerza justo cuando no quedaba nada para que me toque salir a mi.

Jamás me había sentido así, siempre me había tomado estas cosas como algo normal y mucha calma. Nunca me pondía de esta manera. Pero ahora mismo no lo podía evitar. Es como si mi cerebro supiese lo importante que es esto e intenta darme una mala pasada. Esperaba que no fuera así.

Y perdida en mis pensamientos, me hice dar cuenta como muchos me miraban. Me tocaba a mi. Por lo que me levanté y subí al escenario. Tomé aire y la música comenzó a sonar por todo el lugar. Me puse seria como de costumbre y comencé a hacer los pasos poco a poco, con delicadeza y cuidado. Tenía que hacerlo bien, un fallo y todo habría terminado.

Ya había hecho más de media canción y tocaban un par de pasos para que acabe. Tenía que hacer un giro algo complicado pero que me había estado saliendo ya que no paraba de practicarlo, en cuanto lo hice y orgullosa por haber salido bien, sin querer tropecé con mi otra pierna haciéndome caer al suelo del escenario. De un momento a otro la música dejó de funcionar, toda la sala estaba en silencio y yo con la cabeza agachada cabreada y con un dolor en el tobillo por la caída.

La había cagado pero bien. Notar como todos tenían su vista hacia mi, me ponía nerviosa pero mi cuello se levantó dejándome ver a todos que me miraban. Después de eso subió Theo ayudándome a bajar y dándome a entender que no podría seguir con el baile. Sharon se acercó rápidamente preguntando que si estaba bien, yo solo asentí mintiendo. No sabía que decir. Justo al final de todo, tenía que suceder, eso es lo que más odio de mi suerte. Que todo acabe por una simple mala pata.

HOLA DE NUEVO!! Noticia noticiaa,, vuelvo a subir ya que hace a penas una hora acabé el epílogo y ya tengo la historia acabada.. Me costó lo suyo, no mentiré xdd Pero me siento orgullosa!! En este capi podéis seguir comentando como creéis que puede acabar y mejor comentario propuesta le dedico el epílogo.!! El último capi lo más seguro que lo suba el domingo o lunes, ya veré :) Besiitos! Espero sus votoss y propuestas :)

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