Capítulo 11

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Estaba corriendo por los pasillos sintiendo mis piernas adormecerse, eso no era normal en mí ya que tenía un buen estado físico pero la culpa era de que todavía estaba gran parte de mi cuerpo intentando despertarse. Había salido disparada de mi casa hacia la universidad porque al parecer la alarma de mi despertador no había sonado por el golpe que le dí el otro día. Hey, no me culpen por despertarme de mal humor, la estúpida canción que viene con el despertador se había trabado y eso incluía que se repetía constantemente a cada segundo. Asi que no tuve mejor idea que ir y tirarlo por el sanitario, para mi desgracia el despertador no dejaba de sonar y con "delicadeza" aplaste un martillo en las agujas y ahí recién dejo de hacer su insoportable ruido a chillidos de llantas quemándose en el asfalto aunque irónicamente le halla dado ese gran golpe las pequeñas agujas seguían andando normalmente. Excepto hoy. Maldito reloj.

Así que como leerán estoy corriendo hacía mi preciada clase de Teoría de la Organización.. Iupi, ni mi cuerpo quiere que vaya a esa aburrida clase, miro mi reloj por inercia y me paro en seco en el pasillo. Ya era demasiado tarde para tomar mi clase de hoy. Suspiro derrotada y doy media vuelta para intentar calmarme y bajar mi pulso arterial, necesitaba despejarme.

Hoy va a ser un día que el mundo no va a estar a tu favor Melissa, supongo que si así empiezo mi día no querre saber como lo terminaré. Me dirijo hacia las gradas del campo de fútbol y me siento en los primeros escalones cerca del césped, saco un libro de mi bolso, iba a ser una larga hora. Me colocó los auriculares y la canción Inolvidable de Reik comienza a sonar a un volúmen moderado, amaba esa canción y por más que nací aquí, mi madre era latina y tuve la oportunidad de aprender el idioma y conocer a mis parientes que viven allá. Mis primos me enseñaron su música, sus bailes y todo lo que sé.

Mi pierna se movía con ritmo y ya estaba más que perdida con la lectura,  tomé otro cuaderno y comence a hacer bocetos de caras o de cualquier cosa que pasará por mi cabeza en ese momento, necesitaba despejarme, saber que todo lo que había pasado desde que conocí a Ian Blake era ahora algo más que tenía que enfrentar y muy en el fondo de mi mente sabía que iba a ser peligroso y que era solo el comienzo de algo más grande pero ¿que podía ser ese algo? aún no sabría qué contestarles.
En ese instante la música deja de escucharse en mis oídos y frunzo el ceño ante ello, volteo hacia un lado para buscar el móvil ya que lo tenía al costado de mi pierna pero me sorprendo cuando no lo encuentro, me quito los auriculares de las orejas y empiezo a buscar por todos lados hasta en el bolso ¿donde lo había dejado ahora?.

— ¿Buscás algo?.

Levanto mi vista de mi bolso para encontrarme con la mirada oceánica de Ian. Observo su mano elevada a la altura de su pecho y puedo ver que efectivamente tiene mi móvil en su poder. Me levanto de mi asiento e intento cogerlo pero el eleva su brazo haciendo que no logre alcanzarlo.

— Ian devuelveme el móvil.

— Nop.

Ruedo los ojos y me alejo un poco de él para cruzar mis brazos.

— ¿Te das cuenta que te estas comportando como una cria?.

El sonríe burlón ante mi comentario y guarda mi móvil en su bolsillo trasero.

— ¿Te das cuenta que te estas comportando como una inmadura?.

Suelto una pequeña risa entre mis labios ¿es que acaso no se daba cuenta de quién era el inmaduro aquí?.

— Ya Ian, dejate de bromas ¿quieres?.

Este chico ya me estaba cansando.

— No, necesitamos hablar ¿por qué estabas aquí?.

Ruedo los ojos.

— Ya deberías saberlo, como también deberías saber que sigo enojada contigo por lo de ayer.

Jugando con Fuego🔥[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora