Capítulo 20

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Estabamos a un par de kilómetros en un barrio lejos de la universidad, la zona me parecia realmente familiar pero no podía especificar el porqué lo sentía así. Observo mi alrededor y me topo contra un muro de ladrillos viejos y un portón negro. Era un edificio que parecía estar abandonado en medio de un barrio donde ni un alma se le podía escuchar pasar.

Ian desaparece detrás del portón y un escalofrío recorre por mi espina dorsal ¿porque me siento tan rara con todo esto? realmente hay veces que no entiendo como llegue a este punto de mi vida, quizás no piense demasiado las cosas y esto es lo que ocurre al ser tan curiosa y instintiva pero ¿realmente quería irme? mi conciencia me decia que sí a gritos pero mi corazón por alguna razón sentía que estando con Ian no tendría por que preocuparme. Tal vez sea un error quedarme o confiar de esa manera en Ian pero tengo a mi Pepe Grillo para redemirme por mis actos.

Sigo los pasos de Ian adentrándome en el edificio y cerrando la gran puerta detrás de mi, la luz era escasa y solo se podían ver unas finas líneas de rayos de sol salir de una rendija.

— ¿Ian?.

En ese instante el ruido parecido a un interruptor se escucho y la luz en todo el lugar se hizo presente dejándome pasmada.

— Entra.

Mi vista no dejaba de pasearse por todo el lugar asombrada, el edifício de afuera parecia abandonado y que se iba a caer a pedazos en cualquier momento pero adentro estaba totalmente modernizado. En una esquina varios sillones y un televisor hacían un intento de living, ya que no había paredes en este sector, luego por otro lado se encontraban en unas mesas diferentes tipos de armas y tecnologias junto a varias computadoras y cables como si todo esto perteneciera a un hacker o al fbi. Me acerco a aquella mesa y deslizo mi mano por un cuchillo sin lastimarme, esto era tan extraño.

— ¿Por qué me haz traído aquí?.

Ian se acerca a mi anatomía y me toma mi mano alejándola del cuchillo, su simple tacto con mis dedos causo una corriente eléctrica en mi estómago muy difícil de explicar, mi mirada se choca con la suya azulada para luego desviar la vista y soltarme la mano.

— Deja eso no es un juguete. Sígueme.

Hago de mis labios una fina línea y asiento,  su comportamiento podia ser un gran fastidio pero esta vez no queria tener peleas por el momento con él. Luego de enseñarme el resto del edificio fuimos hacia el lugar de entrenamiento, me sorprendí al ver unas figuras con las que se práctica tiro y en el mismo lugar en una esquina un ring de boxeo algo que me hizo pensar por unos segundos ¿por qué si Ian solo investigaba personas tendría todo esto? entiendo que tenga que defenderse si por alguna que otra razon lo delatan pero no creo que sea necesario que sepa como utilizar un arma o ¿sí?. Y es aquí donde me doy cuenta que realmente no sabía donde me estaba metiendo y que en realidad todo esto era más peligroso de lo que yo pensaba.

— Mueve tu culo y ponte de pie.

Suspiro agotada y con mal humor al escuchar a Ian hablarme todo el maldito tiempo de ese modo. Mi cuerpo estaba adolorido de pies a cabeza y tan solo era por chocar miles de veces contra el suelo. Habiamos intentado prácticar por más de cuatro horas defensa arriba del ring y ya me estaba cansando, estaba sudada y de seguro tengo unos feos manchones azul, verde y violeta por todos lados. Ruedo los ojos y me pongo de pie lentamente.

— Necesito.. cinco minutos..

Hablo sin aire, Ian me observa algo molesto de seguro porque le había pedido un descanzo. Siento mi cabeza dar vueltas haciendo que mi alrededor gire, quizá es por tantos golpes en la cabeza que me dí en el ring. Ian enseguida lo nota pero su expresión en su rostro no cambia, él toma de mi cintura mientras yo inconscientemente poso mi mano en su hombro y otra en mi cabeza. Estamos asi por unos segundos hasta que el mareo se va yendo poco a poco. Levanto mi mirada para verlo por un momento, tenía la mejilla roja y de la ceja se le notaba un leve rasguño, fue lo único que pude conseguir al defenderme, el resto de su cuerpo estaba desgraciadamente intacto.

— No hay cinco minutos, ahora muevete.

El me aparta y camina a su posición nuevamente.

— Eres un maldito dolor de cabeza ¿te lo han dicho antes?.

El me sonríe cínicamente desde su lugar.

— Gracias, no es la primera vez que me lo dicen. Es un don.

Ruedo los ojos observándolo.

— No creo que ir por allí molestando a las personas sea un don.

— Nena, yo no molesto a las personas.. Solo a tí.

Coloco una mano en mi cintura incrédula mientras me acercaba a donde estaba él.

— ¿Quién te crees que eres para decir eso? ¿acaso hice algo para molestarte?.

— Si contamos con el día que casi haces que nos maten a ambos por tu completa idiotez, pues sí, soy la persona indicada para decirtelo.

— Agh, eres un estúpido.

— Y tú una hipócrita pero no te lo ando remarcando todo el tiempo, nena.

Suelto el aire furiosa y camino hacia una de las cuerdas del ring para bajarme y caminar entre las figuras de tiro.

— Que te den Ian, voy a tomar mi descanso.

Y antes de que me pudiera dirigir una sola palabra me largue de allí.

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Gracias por leer.♡♡♡

Jugando con Fuego🔥[Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora