Dos niños traviesos

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Cuando entraron a la sala de cine, las luces ya estaban apagadas y la película aún no había comenzado, solo mostraban unos cuantos próximos estrenos. Aún así las personas se veían concentradas en mirar a la pantalla gigante, y unos pocos buscando con dificultad sus asientos a oscuras mientras sostenían la comida entre sus brazos.

Habían escogido los últimos asientos, ya que eran los que quedaban disponibles y se dispusieron a subir los escalones con mucha dificultad, ya que la poca luz no les favorecía y la pequeña luz neón de cada escalón no hacia mas que marearlos.

Padre, ¿eres tu?

—Sí, soy yo hijo mío —Yoongi caminaba detrás del peligris y respondía  tontamente al diálogo de los personajes de la pantalla mientras subían.

JiMin intentaba contener su risa mientras se adelantaba y esperaba al mayor en el último escalón.
Pero sobrepasó su límite y de su boca salieron limpias y fuertes carcajadas cuando vio a éste tropezar y caer, tirando las palomitas por todas partes, quedando tirado boca abajo.

Las personas que se encontraban ahí comenzaron a quejarse pidiendo silencio. JiMin avergonzado llevo su mano libre a su rostro y tapó su boca con lágrimas en los ojos. Yoongi se levantó con lo que le quedaba de dignidad y sacudió sus ropas dejando las palomitas completamente esparcidas en el suelo y luego de un gran suspiro, continuó subiendo y se sentó junto a el peligris en los asientos correspondientes en espera de que la película comenzara de una vez por todas.

—Fuiste cruel y te reíste de mi en vez de ayudar a que me pusiera de pie —Frunció su ceño se cruzó de brazos —Y como disculpa merezco al menos un beso ¿No crees? Me golpee en las rodillas y me duelen.

—¿Tu crees? —Jimin le sonrió inocente.

—Por su pollo.

—¿Cuál pollo?

—Jimin no me cambies el tema y dame un beso.

Jimin rió suavemente y se acercó depositando un beso en su nariz —Listo, sana, sana potito de rana, si no sana hoy, sanará mañana —sobó suavemente sus rodillas con las palmas de sus manos.

Yoongi pensó en decir algo por no recibir lo que tenía pensado pero no podía quejarse en contra de aquella bolita de ternura con ojos de medialuna y sonrisa de ángel y sólo se limitó a besar su frente con un leve puchero en sus labios.

La película ya iba por la mitad cuando se dieron cuenta de que sus expectativas eran demasiado grandes y no era tan buena como creían que sería. YoonGi dio un pequeño brinco al al darse cuenta de que estaba dormido. Bostezó, refregó sus ojos, desvió su vista de la pantalla y se percató de que el menor se había quedado dormido por igual. Pero ese no era su plan, él quería que JiMin se divirtiera en ese día y aquella aburrida película no ayudaba.
Tomó la mano de éste y la apretó suavemente despertándolo, llamando su atención y mostrando como tomaba una de las palomitas y la lanzaba a las personas que se encontraban más adelante para luego adoptar una pose de estar interesado en la película cuando la persona de más abajo giraba su rostro.

JiMin tapó su boca sorprendido, para luego él tomar también palomitas entre sus manos e infantilmente lanzaras a las personas de más abajo viendo como éstos miraban hacia atrás desorientados. Yoongi y Jimin bajaban sus cabezas escondiéndose detrás de los asientos mientras con sus manos evitaban que las carcajadas escaparan de sus bocas. Reían se miraban cómplices de sus travesuras de niños pequeños. 

Pero su suerte no duró mucho, ya que uno de los hombres víctima de sus bromas los sorprendió infraganti, parándose rápidamente en dirección a estos.

YoonGi y JiMin corrieron apresuradamente saliendo del lugar, para luego entrar en otra de las salas del cine y asegurándose de que el corpulento hombre no los seguía. Se miraron y rieron para luego tomar asiento en donde les pareciera más cómodo. 
Eran los últimos días de la película en cartelera, por lo que la cantidad de personasen aquella sala oscura se podía contar con dos manos .

Ambos chicos se sentaron alejados de todos los demás.

—¿Qué película es esta? 

—Ni idea —Yoongi dio una mirada rápida hacia arriba y logró divisar a solo unas tres personas de las ocho en la sala.

YoonGi mirando a su alrededor y sin darse cuenta puso su mano sobre la entrepierna de Jimin, percatándose de esto al  escuchar un leve jadeo del peligris, quien no pudo reprimir aquella inconsciente acción ante el tacto sobre la ropa.
Ambos se miraron en silencio unos segundos y Yoongi decidió continuar con un suave movimiento de sus manos sobre su miembro sin apartar su vista de aquellos ojos que lo miraban profundamente a través de la oscuridad de la sala.

Aquello no estaba en sus planes, pero vamos, que tanto a él como a Jimin le excitaba la adrenalina de hacer cosas  indebidas en un lugar publico, corriendo el riesgo de ser descubiertos.

Little Cat | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora