-N-no, señorita... No se moleste con él, fue... un accidente, n-no sucedió nada malo. Está todo bien, discúlpenos... -dijo apenas en un susurro el pequeño azabache ante el rostro incrédulo del hijo único del matrimonio Rogers-Stark-.
Antes de que el pequeño Peter pudiera replicar algo, Felix lo miró de forma suplicante para que no dijera nada. Peter comprendió el mensaje, pero aún así estaba realmente furioso con ese tonto de Aiden. Se las pagaría.
Un constante tintineo molesto hizo eco por los pasillos anunciando el primer recreo de la mañana.
Exhausta por los acontecimientos recientes, Virginia Potts se sobó la frente. Necesitaba un café. -Muy bien niños, pueden salir... Un momento, ustedes tres -señalando a Peter, Aiden y Felix- hablarán conmigo a la salida, ¿Está bien?-.
Los tres nombrados asintieron sin muchas ganas mientras todos los demás niños desaparecían tras las puertas del salón.
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Con un café en la mano y su bolso en el hombro, un calmado Thomas caminaba por los pasillos atestados de estudiantes universitarios rumbo a su primera clase.
El inglés llegó alrededor de las ocho y media, veinte minutos antes de su horario habitual. Esa mañana, luego de haber dejado a su hijo en la escuela, Christopher había propuesto llevarlo a la universidad de camino a su trabajo en Industrias Stark. Thomas no se negó, al contrario, atesoraba los pocos momentos que podían pasar juntos. Si bien, ambos cargaban con las responsabilidades del trabajo y una familia, atrás habían quedado las noches de películas y cenas románticas que terminaban en una pasión desbordante más allá de la medianoche.
Apenas si recordaba cuando fue la última vez que fueron al cine juntos, o que cenaron en un restaurante ellos solos. Añoraba tanto volver a esos momentos, pero el exhaustivo trabajo de jornada completa en sus vidas los había hecho mantenerse ocupados. Aún así, la felicidad y la alegría que su hijo le brindaba todos los días era más que suficiente para llenar el vacío en su corazón.Caminaba de manera distraída y más de una vez estuvo a punto de chocar con algún que otro estudiante.
Thomas era profesor de Historia en la Universidad de Columbia. Allí había conocido a Erik Lensherr durante sus primeros años en su carrera. Ambos se llevaban bastante bien pero todo cambió drásticamente luego del antecedente ocurrido con sus hijos hace poco más de un año. Prácticamente Erik había dejado de hablarle y no cruzaba palabras con él a menos que fuese "estrictamente" necesario.
El alemán aún le guardaba rencor a Thomas y a su familia por lo ocurrido y no estaba dispuesto a perdonarlos a pesar de que su hijo fue el que inició el incidente en primer lugar.
-Valla, llegas temprano Loki... -una sutíl sonrisa apareció en el rostro de su colega favorito, Clint Barton.
-Si, bueno. Chris ha sido muy amable al traerme. -dejó su café en el escritorio junto a sus pertenencias, mientras que el más bajo terminaba de corregir unos exámenes- ¿Y tú que haces aquí? Creí que tenías una junta de profesores en el primer piso.
-Meh... todavía no han llegado. Además quise esperarte para invitarte un café, pero veo que ya viniste anticipado.
-La próxima vez, querido Barton -Tom sonrió mientras revisaba su portafolios- ¿Y que tal Natasha?
-¿Nat? Oh, pues, hablé por teléfono con ella anoche, me dijo que se encontraba en un caso en Washington, algo sobre un robo a mano armada que terminó con un par de heridos, ya sabes ese tipo de asuntos policiales, también me comentó que esta noche tomaría el primer vuelo hacia Manhattan.
-Es una mujer muy ocupada, debe estar cansada de viajar tanto, ¿No creés? -Thomas tomó asiento, colocándose unas gafas para leer sus papeles y luego dio un sorbo a su café, atento a la conversación-.
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Crónicas de una aventura [HIDDLESWORTH]
Fanfic-La aventura mas grande de todas, es la que vives día a día, Felix. No lo olvides.- El niño lo contempló feliz aunque no pudo reprimir el llanto. Era la despedida. -Lo sé, señor -dijo limpiándose las lágrimas- es que hubiera querido que mis padres e...