Floreciendo.

6.Pese a todo.

Me despierto  en el sofá. La policía sigue investigando en la casa. Alan no está. Un agente se me acerca con una taza de café caliente. El hombre es alto, grande y con unos ojos de buena persona que iluminan su cara.

-Toma chica, te vendrá bien algo de calor.

-Gracias.-Susurro.

-De nada.Tu novio se ha ido al instituto a decir que ninguno de los dos iba a estar hoy allí. Volverá enseguida. Mientras tanto, lo mejor será que salgas al patio y nos dejes trabajar aquí.

-Vale.

Salgo por la puerta y me siento en las escaleras del porche. Dejo la taza en un lado y empiezo a llorar. ¿Cómo me ha podido pasar esto?¿que es lo que he hecho?Y lo más importante:¿Qué es lo que ha hecho mi padre?

Todas estas preocupaciones se convierten en un llanto sin fin. En ese mometo, una única cuestión que ronda en mi cabeza:¿Y ahora qué?No tengo madre, ni padre, ni hermano. He visto como mi padre moría a manos de mi propio novio. He visto como mi padre era capaz de hacer cualquier cosa por...¿por qué? Porque por su familia me da que no. Mientras pienso en todo esto, el  coche de Alan aparca en la puerta. Él me ve llorando. Camina hacia mí. Aparta la taza y se sienta a mi lado. Me aparta el pelo de la cara y me susurra que todo va a salir bien, que no me preocupe y otras gilipolleces que dice para que me sienta mejor, pero que hacen que me dé cuenta de que nada tiene solución. Aun as´í, agradezco mucho su compañía, ya que él es el último que me queda.Me sumerjo entre sus brazos y él me toca el pelo mientras me abraza. Estando así, la puerta de la casa se abre y sale el agente de antes.

-Julia. ¿Puedo hablar contigo?

Me limpio las lágrimas y asiento.

-Ven. Tú sola.

Alan intenta protestar, pero se resigna. Acompaño al policía a la parte trasera de la casa.

-Julia, al ser menor deberás vivir con alguien, no te

puedes quedar sola. Hemos estado buscando parientes cercanos para que no tengas que cambiarte de instituto, y la más cercana es tu cuñada, Holly.

-¿Mi cuñada? Yo no tengo cuñada, y mucho menos que se llame Holly.

-Tu hermano se casó en secreto Julia. Holly está dispuesta a adoptarte.

-Genial.Con el asco que me tiene esa mujer.-Mascullo.

-Julia, si Holly te tuviera asco no se habrá ofrecido para acogerte. Tu hermano querría que lo hicieras.

Resoplo. No me hace ninguna gracia tener que vivir con Holly y con su estúpida hermana, Scottie Edwards.En realidad no es estúpida. Y eso es lo malo. Es absolutamente perfecta.Todo lo que hace lo hace bien y todo el mundo la adora, porque es adorable. Yo la odio a muerte. No me ha hecho nada, per la odio por ser tan asquerosamente perfecta.

-De acuerdo, al fin y al cabo, no tengo más remedio.

-Bien, esta noche puedes dormir en casa de tu novio y mañana harás las maletas para irte a tu nuevo hogar.

Empiezo a pensar que este policía ya no me cae tan bien. Entro a la casa. Todo está cubierto de bolsas de plástico. Recorrro el pasillo hasta mi habitación, el único sitio que está sin embalar. Me siento en la cama y veo que hay un sobre encima de la mesa. Lo abro. Es una carta de Jace.