9.Besos(Largo)

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Mario. Amigos durante tanto tiemepo y resulta que me quiere. Qué fuerte.

-¡Julia! ¿Me estás escuchando?

Susan me está hablando y yo sin enterarme.

-Emm...sí, bueno, no.Lo siento.

Me mira fijamente con cara de tristeza.

-Ven, ayúdame a escoger la ropa que vas a traerte a mi casa.

-Vale.

Me cojo una sudadera ancha negra,unos vaqueros algo desgastados y unas converse blancas. Lo meto en una mochila junto a mi móvil,mi monedero,mis cascos, un pen-drive con algunas películas y un pañuelo blanco por si hace frío. También meto un pijama y unas zapatillas de  estar por casa.

Después cojo una camiseta de manga corta blanca, una camisa a cuadros ,unos shorts con unas medias y mi ropa interior de encaje.

Entro en el cuarto de baño y me quito la ropa sudada y manchada de sangre que llevo desde ayer. Me quedo en ropa interior y me miro en el espejo. Tengo la cara algo manchada de sangre y los brazos con pequeños cortes del vaso.

Me echo a llorar. Ha pasado todo tan rápido. Llaman a la puerta.

-¿Julia?¿Estás ahí dentro?

Mierda, es Alan.Me limpio las lágrimas y le respondo:

-Sí.¿Qué quieres?

-¿Puedo pasar?

-Estoy en ropa interior.

-Mejor.

Sonrío.

-Asqueroso.

-Guapa.

-Gilipollas.

-Te quiero.

-Y yo.

Le abro la puerta y él, tras observarme de arriba abajo, me besa apasionadamente. Intento resistirme, pero no puedo y continúo con su beso, pero enseguida comienzo a llorar.Él se da cuenta y me suelta.

-Eh, tranquila.Shhh... tranquila Ju, no llores.

Rodeo a Alan con mis brazos y él me besa en la cabeza.

-¿No vas a pegarle a Mario,verdad?

Me suelta repentinamente y me pregunta:

-¿Cómo te has enterado de eso?

-Lo he escuchado todo Alan. -Le digo. Ma mira triste y sonríe.

-Tranquila.No le voy a hacer nada a tu "amiguito", jajaja.

-Eso, es solo mi amigo Alan.-Digo frunciendo el ceño a la vez que me sonrojo.

-Sí,sí. Mírate, te estás poniendo roja uhhh.

-Calla tonto, sabes que te quiero a tí.

-¿Ah sí? Pues demuéstramelo.

-Como te aprovechas.-Le digo, aunque segundos después, me pongo de puntillas y le doy un pequeño besito en los labios.

-Me encantas Julia.-Me susurra.

-Y tú a mí.-Y nos fundimos en otro beso, un poco más largo.-Y ahora, déjame que me duche de una vez, pesado.

-Vale. Luego nos vemos preciosa.-me vuelve a besar y se marcha.

Suspiro. Me quito la ropa interior y me meto en la ducha.Enciendo el grifo y dejo que el agua me empape. Pienso en todo lo que me ha pasado en las últimas horas. Mis padres han muerto y mi hermano está por ahí perdido, Dios sabe donde. Además, he provocado la muerte de alguien a quien ni conocía."Como la lías, Ju" oigo la voz de mi hermano en mi mente. Siempreme decía eso cuando era pequeña.La verdad es que yo de pequeña me lo cargaba todo. Las macetas, los platos, los vasos, los jarrones...TODO. Y mi hermano siempre tenía razones para decirme eso. De hecho, seguro que si él estuviera aquí me lo habría dicho.

Termino de ducharme. Salgo de la ducha y me doy cuenta de que me he dejado la ropa fuera. Genial. Lío una toalla alrededor de mi cuerpo y otra en el pelo.Slgo por la puerta y me dirijo a la habitación, donde me choco de frente con Mario.Él me mira, sonrojado.

-Ho...ho...hola Ju.

-Hola Mario.

Se me queda mirando fijamente a los ojos. Yo, por una vez en tantos años, me fijo en sus ojos.Son de un color miel precioso. Él también se me queda mirando, y poco a poco, nos vamos acercando más. Siento su aliento en mis labis y empiezo a cerrar los ojos cuando de repente él se hecha para atrás.

-Yo... de verdad que lo siento Julia, tienes novio y no debería hacer esto.

-Sí... sí, yo... mejor que entre y me cambie.

-Sí, mejor será, bueno... adiós.

Se va por el pasillo tan confundido como yo. Hemos estado a punto de besarnos. En fin. Me visto, cojo mis cosas y me reúno con Susan en el salón.

Ella me mira y me dice:

-¿Nos vamos?

Asiento.Salimos por la puerta y subimos en el coche de Mario. Él coduce. Yo voy en la parte de atrás y Susan de copiloto.  Sonrío. Puede que al fin y al cabo, pueda empezar una nueva vida.

Floreciendo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora