Cuentos Cortos

Soy la chica antisocial que nadie nota

Voy caminando entre los pasillos del colegio, llevo los cursos que me tocan hoy en mi maleta y sostengo unos libros de química contra mi pecho. Cabizbaja y a paso acelerado busco el casillero que me corresponde para guardar mis cosas e ir al salón de clases.

Otra vez lo mismo de siempre, la gente no se percata de mi presencia y me chocan haciendo que mis libros se caigan. Los recojo lo más rápido que puedo y camino aún más rápido para no toparme con otra molestia. Sí, para mi las personas son molestias, nunca se fijan en mí y nadie me ayuda, son estorbos.

Guardo mis cosas y no puedo evitar las miradas en mi casillero, solo es una foto de mi actor preferido, ¿por qué se le quedan mirando cada vez que lo abro o cierro?

Entro al salón de clases y me siento en la última carpeta, donde siempre está vacía, nadie se quiere sentar ahí por miedo a algo paranormal que ocupa ese lugar. No me gustan las historias de terror, son repetitivas y aburridas, además de que esta no es cierta, yo me siento ahí siempre. Soy rara pero no un monstruo.

Otra vez hay un par de chicos susurrando de oído a oído mirándome con descaro. Me da ganas de gritarles a la cara: "¡Soy yo, la rara antisocial de la que todos hablan mal!" Pero no me escucharán y pasarán de mí.

Es la hora del almuerzo y busco con la mirada un lugar donde sentarme, ninguno vacío. Demonios... ahora debo comer afuera, pero no sin antes intentar hacer amigas.

Voy al grupo de las normales, les digo normales porque también hay populares y nerds. Le toco el hombro a una de ellas y le pregunto si me puedo sentar a su lado, quepo ahí si se arrimaran un poco.

Voltea y mira a todos lados, haciéndose la que no me ve. Deben estar bromeando, todas sus amigas le siguen el juego, no me miran ni hablan. Le insisto tanto al punto de ser molesta, pero al parecer es sorda... y ciega... ¿o será porque estoy muerta?