Veía por la ventana como las hojas caían de mi árbol favorito en época de otoño. Mi madre se balanceaba lentamente sobre la silla de madera, ojeando una revista vieja.
Mi lapicero se movía de arriba a abajo haciéndolo sonar. Ahora solo se escucha el rechinar de mi madre y mi impaciencia. Me distraje viendo como mi perro trataba de saltar la valla que nos separaba del árbol, y vaya que casi lo logra, nada mal para una pierna herida.
El tic tac del reloj se nos sumó y mi curiosidad me haría preguntarle a mi madre sobre mi padre, no puedo evitarlo, no lo vi desde que se fue a la guerra.
Sus respuestas, como siempre, desinteresadas. Nunca lograron mantener su relación, todo era peleas, pero al menos trataban de aguantarse para no tener que pelear asuntos legales por mi. Así que me conformo con un: "Llegará pronto".
Amo a mi padre tanto como a mi mamá, eso me tiene tan preocupada. Lo obligaron a irse, y a mi, a esperarlo. "Me prometió que al volver me traería un regalo", dije para llamar la atención de mi madre.
"¿Un regalo? ¿Se va a luchar por nuestra patria y le pides un regalo?", dijo levantándose a ir a su cuarto, probablemente a dormir.
Me quedé viendo un rato más, hasta que escuché una bomba explotar. Me tapé los oídos y caí al suelo dando un fuerte grito. La bomba explotó el árbol que tanto amaba mirar, y con él se llevó a mi mascota.
Grité su nombre, pero de él ahora solo hay escombros. Bajé a gran velocidad y al ver todos sus órganos esparcidos lloré de rabia, porque me habían quitado un gran amigo.
Cuando mi madre me vio sufriendo, trató de clamarme diciendo: "No te preocupes, al menos está menos jodido que tu padre". Nunca ha sido buena en eso.
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Cuentos Cortos
Mystery / ThrillerUna serie de historias inesperadas que harán que te adentres en el mundo del misterio y terror. ¿Estás preparado?