Pintura color carmín

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El líquido rojo le llamó tanto la atención, el color que él "creó" con un pincel y unas pinturas, el que usó para pintar el retrato de una mujer.

La sonrisa de esa mujer era brillante y su creador se deleitaba con cada pincelada. Miró con paciencia al terminar su creación. Intentó tantas veces que solo le queda un lienzo. Innecesario, ya encontró la perfección.

Una lágrima se deslizó por su mejilla. Llegó tan tarde, pero en el momento exacto. La pintura perfecta hace el cuadro perfecto. La pintura perfecta debe ser real, la mujer perfecta debe ser real.

La impotencia de no poder verla lo hace pintar para calmar la ansiedad.

La sangre de sus venas ayudó a crear el cuadro. Después del último trazo, el hombre murió.

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