El capricho de Jimin (Editando)

☆☆Cap 16☆☆

— Ayudarte a bañarte, ¿Estás loco? Dile a tus empleados o a tus amigos

— No quiero, ellos me verían y no quiero eso —pero que escusa tan tonta—

— ¿Y está bien que yo lo haga?. Te recuerdo que soy una mujer, por si lo has olvidado.

— Eres una mujer que me odia ¿Verdad?, Así que no creo que haya algún problema

— Aún así yo... —de tan sólo imaginarlo, hacía que mi piel se pusiera caliente—

— ¿Qué pasa? ¿Por qué tan nerviosa? Solo será un baño

— No estoy nerviosa, estas alucinando. Cómo tú mismo lo dijiste es solo un baño, puedo hacerlo

— De acuerdo, vamos —dijo antes de dirigirse al baño—

Respiré profundamente armandome de valor y que no cayera en tentación. Seguido de mi crisis, me fuí al baño

— Ayúdame a quitarme la ropa

— Si — nerviosa tomé su camiseta y se la quité con mucho cuidado, al ver su torso desnudo  mi corazón empezó a agitarse—

—¿Te gusta lo que ves? —dijo al ver que no apartaba la vista de su formidable abdomen— Sigue con la parte de abajo

Puse una de mis rodillas en el piso y le desabroché el pantalón, no sé cuan roja este mi cara en este momento, pero sentía mucha más calor que antes

— Esto se ve raro, ya no quiero hacerlo —dije levantando la mirada—

— Si no estamos haciendo nada malo —tal vez para el no sea nada pero en la posición que me encontraba parecía que estaba grabando una película porno— Vamos Alaia ya estamos en ello, solo terminemos lo antes posible ¿Si?

— Está bien —seguí quitándole los pantalones, dejándolo en boxer—

Mientras llenaba la tina aproveche en remangar mi camisa y no mojarme, ya cuando todo estaba listo Jimin entro en la tina, mientras se apoyaba en mi hombro. Primero empecé con su cabello y luego, con delicadeza pase un paño por todo su cuerpo; ahora podía entender a todas las chicas de la escuela, un cuerpo con el de Jimin no se ve todos los días.

— Veo que disfrutas tocar mi cuerpo —dijo sacándome de mis pensamientos—

— Ya quisieras —dije a pesar de que creía todo lo contrario, tengo que ser fuerte —solo hago lo que me pediste

— Estás sudando mucho, creo que tu también necesitas un baño, ven hay espacio para ti —se hizo a un costado de la tina dejando un espacio—

— No gracias —continué—

En un descuido mío levantó sus piernas y me hizo caer dentro de la tina, mojando por completo mi uniforme y mi cabeza estaba llena de espuma.

— ¿Por qué lo hiciste? Ya verás —abrí el agua fría y empecé a bañarlo, mientras el se movía de un lado a otro, jugamos por un breve momento y salimos del baño. Luego ayude a vestirlo y me prestó ropa en lo que secaba la mía—

— ¿Cómo vas con la tarea? —dijo descansando en el sillón—

— Casi lo olvido, prestame tu computadora voy a ir avanzando hasta que termine de secar mi ropa

— Puedes usarla, también tengo una impresora, para que imprimas el trabajo y esté listo para mañana —dijo eso y prendió el televisor—

Realicé el trabajo y me tomó menos tiempo del que creí, avancé con otro trabajo que tenía pendiente y así se pasó la tarde