☆☆Cap 5☆☆

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Jimin

Firmar el contrato, fue el inicio de mi venganza, no se me ocurrió otra idea mejor que esta.

—Bien, puedes empezar ahora, está habitación la quiero limpia, tanto que pueda ver mi reflejo. ¿Entendiste?

— Pero... ¿Qué pasa con la escuela?, No podemos faltar sin avisar —contestó, pero desde un principio no tenía planeado ir—

— Hoy faltaremos —dije mientras me ponía de pie— mandaré una justificación

— ¿Y yo qué?, No crees que estaré en problemas por esto, pueden avisar a mis padres —dijo levantándose también —

— Entonces no debiste meterte conmigo desde el principio —dije alejándome de ella—

—Ashhhh!!! —dijo mientras hacia berrinche tras mí— no sabes cuanto te odio

— No tengo problema con eso, me gusta que me odies —dicho esto me dirigí al stand de libros y tomé uno—

Alaia no dijo más y solo se puso a limpiar, molestarla mientras lo hacía era divertido, ya que hacia caras y me fulminaba con su mirada, no creí que fuera entretenido hacer esto, no suelo meterme con chicas porque por lo general ellas andan tras mío.

Pasaron algunas horas y mi barriga empezó a rugir, ni tomé el desayuno preparando mi plan.

—Tengo hambre, prepara algo de comer —dije y ella solo se recostó en el sillón—

— Estoy cansada —respondió—dile a alguna de tus empleadas que lo hagan, seguro tienes muchas, déjame respirar un poco

— Quiero que tú me prepares algo —dejé el libro y me acerqué— debes obedecer lo que digo, no lo olvides

— Que molesto eres —se puso de pie enojada, dirigiéndose hacia la cocina—

Pasaron algunos minutos y ella regreso con una bandeja con fruta, jugo, huevos y tostadas

— No es algo que suelo comer —dije, porque normalmente tomo un batido o leche con una tostada simple—

— Ni creas que volveré a bajar a preparar algo —advirtió, mientras volvía a sentarse en el sillón—

— Sólo por esta vez no diré nada y lo tomaré, no sería bueno desperdiciar toda esta comida—dije probando los huevos y la tostada—

Grrr... Sé es escuchó y esta vez no era yo, era esa chica

— Puedes comer conmigo —le ofrecí—

Normalmente no soy bueno, pero al ver que hizo un buen trabajo con la limpieza pensé en ser considerado.

— ¿Seguro? — dijo mirando la fruta que preparó—

— No lo volveré a repetir —tomé otro bocado—

Comí un poco más y me sentí extasiado, me recliné en el sillón para sentirme más cómodo, mientras ella seguía devorando el resto. Mi bolsillo empezó a vibrar, saqué el celular y al leer la pantalla vi que era Soo He, es una buena amiga de la escuela, con la que paso el tiempo y puedo hacer lo que quiera, sin tener sentimientos de por medio.

—¿Jimin que pasó? —escuche del otro lado—¿Por qué no viniste a la escuela? ¿Te sientes mal?

— Estoy bien, solo tenía que resolver un problema —dije observando a la persona frente a mí— pero ya está solucionado

Alaia dejó de comer y me dio una mirada, pero de inmediato volvió a centrarse en la comida.

— ¿Mañana si vendrás? —continuó Soo He— ya te extraño

— Claro, asi podríamos divertirnos como siempre —dije con una sonrisa pícara—

—Esta bien, mañana te veo

Jimin: ok —dije antes de cortar la llamada—

—Se ve que tu enamorada está preocupada por ti —habló Alaia sin mirarme, a lo que solo di una sonrisa—

— ¿Celosa? —pregunté, acercándome—

— ¿Yo Celosa?—comenzó a reir— que buen chiste, eso ni en tus mejores sueños

*Niña tonta*

Me puse de pie y me dirigí a mi cama

—Voy a dormir, así que no me molestes

—No pensaba hacerlo, yo ya me voy —dijo mientras recogía sus cosas—

—¡No! —me acerqué y le quite su mochila— te irás cuando me despierte, yo te llevaré

— Estoy cansada —se quejó— ¿Qué más quieres que haga—

— Si quieres descansar no me importa, mientras no vayas a otro lugar —dije para volver a mi cama—

Me quedé dormido casi al instante y al despertar esperaba encontrarla pero no fue así no la ví. Me levanté y recorrí la habitación pero no vi ni su mochila

— No dejes que te atrapé, porque te haré trabajar el doble de duro que hoy —dije enojado para mi mismo—

Para pasar la rabia quise darle una ducha, normalmente me quito la ropa en el vestidor y me dirijo al baño con una toalla atada en mi cintura, así lo hice y me dirigí al baño pero esta vez no todo fue como siempre, pues la chica que creí que había escaba se encontraba frente a mi  envuelta en una mini toalla, yo me quedé sin palabras, tanto que ni podía moverme y ella al verme empezó a gritar

—ah!!! —comenzó a gritar al verme—¿Qué haces aquí?

—yo... —trate de hablar pero ella me dio una rápida mirada y se tapó los ojos—

—¿Por qué no traes ropa? Eres un pervertido —comenzó a dar pequeños saltos de desesperación y en un descuido cayó la toalla que la cubría—

La vista que me dió fue increíble y claro que no desaproveche la oportunidad de echar un buen vistazo, quien creería que detrás de esa ropa existía una gran mujer, ella al darse cuenta trato de cubrirse inmediatamente.

— Cierra los ojos, no me veas y sal de aquí — hice caso a lo que dijo y salí de lo baño—

Al cerrar la puerta, tomé una bata y caminé hasta la sala de mi habitación, no sin antes pensar en lo que pasó.

Dios, este día no podía ser mejor

Luego de algunos gritos que escuché, salió con las mejillas sonrojadas.

El capricho de Jimin (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora