☆☆Cap 2☆☆

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Regrese al salón aún frustrada por lo que había pasado, pero mi atención se desvío al ver que Jin estaba golpeado, me acerque preocupada

— ¿Qué pasó? ¿Por qué estas así?, ¿Quién te hizo esto? —el solo desvío la mirada, traté de acercar mi mano pero el la quitó—

—No es nada Alaia, no te preocupes —dijo y me dió la espalda—

—Solo quiero ayudarte, pensé que podrías contarme pero está bien apenas me conoces, no hay problema no te molesto —dije con tristeza, estaba por irme, pero el me sujetó mi muñeca—

— Espera, no quiero que me malinterpretes, yo si quiero que seas mi amiga. Sólo te pido que entiendas que,  por ahora no puedo decírtelo —dijo con un tono de suplica—

— Pero tienes que hacer algo, no puedes dejar que te golpeen... —en ese instante recordé el momento en el que Jimin y sus amigos estaban golpeando a un chico, en ese entonces no pude ver su rostro, por lo que tenia que preguntarle— Fue Jimin, ¿Verdad?

Solo se quedo callado mirando el piso

—Lo sujeté de los hombros — dime si fue él por favor. Confía en mí, eres mi único amigo y no soporto verte así—

— Fue mi culpa —dijo, lo que me dió más coraje aún—

— Enserio no comprendo lo horrible que puede llegar a ser

Realmente estaba molesta, Jimin ese nombre resonaba en mi cabeza. Estoy segura que no será la última vez que escuché ese nombre.
Sonó el timbre y lo ví entrar todo despreocupado, cuando estaba cerca a mi lugar tuve la brillante idea de ponerle mi pie, no lo pensé solo lo hice haciendo que este caiga estrepitosamente al suelo, llamado la atención de todos en el salón y trayendo consigo las burlas.

—Disculpa —dije con una sonrisa burlona— Se me adormeció el pie y quería estirarlo, eres tan insignificante para mi, que ni siquiera te vi— estaba feliz ya que le devolví sus propias palabras.

—¿Estás loca? —se había puesto de pie y tocó su mejilla, ya que tenía un pequeño corte— mira lo que me has hecho.

— I'am sorry —dije falsamente a lo que él me miraba—

—¿Qué está pasando aquí? —entró el profesor, pero no sé dió cuenta de nada— Vuelvan todos a su lugar.

— Esto no se va a quedar así, te lo aseguro— dijo susurrando—

Admito que si me dio un poco de miedo su amenaza, pero no me gusta que se metan conmigo o con las personas que estimo  mucho, se que apenas conozco a Jin pero quiero protegerlo, aunque tenga todas las de perder.

Llegó la hora de irse a casa y me despedí de Jin, a pesar de que  vivimos por el mismo lugar, me dijo que iría a comprar algunas cosas que le faltaban, tenía mis dudas pero no le dije nada.
Seguí mi camino, apresurado mi paso, ya que sentía que me vigilaban, tal vez solo estaba paranoica por todo lo que pasó hoy.
Al llegar a mi casa me cambié y bajé a ayudar a mi mamá, pasaron las horas y ya era noche, cerré la tienda y me fui a cenar.

— ¿Cómo te fué en la escuela? —preguntó mi madre, no pudimos hablarlo ya que estábamos muy ocupadas—

— Hice un amigo —dije omitiendo todo el resto, no quiero preocuparla—

—Que bien, temía que no te adaptaras —dijo aliviada—

Terminamos de cenar y lave los trastes antes de subir a mi cuarto a bañarme, no sé porque pero tenía una extraña sensación desde que salí de la escuela. Terminé de ducharme y al salir del baño ví una nota en el espejo "te arrepentiras de haberme hecho eso"  un escalofrío recorrió mi cuerpo, giré en dirección a mi ventana y estaba abierta, con temor me asomé a mi balcón y no había nadie. Pero ¿Quién pudo haber sido? " te vas a arrepentir" recordé que eso me dijo Jimin, pero ¿Cómo sabe dónde vivo?, ¿Me siguió este tipo?, acaso es un matón, o tal vez está loco.
Inmediatamente cerré bien todo, no me iba arriesgar a que esto vuelva a pasar y me dormí esperando que mañana sea un mejor día.

Jimin

Llegó una chica transferida, parece que conoce a Jin, él quiere formar parte de mi grupo, pero para eso necesita pasar una prueba, tiene que resistir ser golpeado por mi, Suga y Namjoon somos los más fuertes, después de eso fui al comedor allí estaba Alaia parece que no le agrado y se iba a retirar pero la golpeé con mi hombro y al parecer le dolió, me dijo que me disculpara, que niña tan tonta, yo no hago eso, pero lo hice no como ella quería y eso parece haberla enojado más.
Terminó el receso y fuí al salón, me dirigí a mi sitio pero no vi el pie que puso y caí al suelo, me levanté y vi que todos se estaban riendo, me hice un corte pequeño, aún así nadie puede tocar mi rostro es mi arma de seducción  ( si que lo es) estaba enojado y no se iba a quedar asi, decidí seguirla.
Al ver su casa pude darme cuenta de que tratar con ella será fácil. Entré a su habitación por el árbol que está al costado de su balcón, escuché que se estaba bañando, podría entrar y divertirme pero ahora no es el momento solo le dejé una nota en su espejo, queria asustarla y espero lograrlo, porque no dejaré que se me escape después de lo que le hizo a mi rostro.

Al día siguiente

Alaia

Desperté y bajé a tomar mi desayuno, para ir a la escuela, terminé y me fuí a la parada de bus, mientras caminaba escuché que una moto estaba detrás mío, así que empecé a correr y ara mi suerte me encontré con Jin y nos fuimos juntos.

Llegamos a la clase y ahí estaba Jimin, dándome una fría mirada, traté de no verlo pero aún así sentí su mirada en cada paso.

— ¿Pasa algo?— preguntó Jin al verme nerviosa—

— No nada, solo no dormí bien

—No te metas con él, te lo vuelvo a repetir, él es muy poderoso, tiene mucho dinero, inclusive el director es su tío

— Es por eso que no puede hacerme nada—dije ingenua—

— Te equivocas, eso es una ventaja y te tendrá en la mira por lo de ayer, así que mejor no te cruces en su camino.... no quiero que te haga daño.

— Esta bien —dije— no me voy a meter con él.

Empezamos las clases y tocaba gimnasia, no me gusta usar short, todos los chicos se comen con la mirada a las chicas y mi sudadera no era tan larga como quisiera.

—Ten —Jin me ofreció su sudadera — para que te sientas más cómoda.

—Gracias —dije sonriendo— eso seria más cómodo para mí.

Empezó la clase y por los ejercicios empecé a sentir calor, quería quitarme la sudadera pero al ver a Jimin viendo a las chicas de una forma poco agradable, decidí aguantar hasta el final.
Terminó la clase y nos fuimos a cambiar, llegué al salón y tenía que devolverle su sudadera a Jin, me la quité y se la dí, pero olvide que la mía la deje en el gimnasio así que volví a recogerla, pero no la encontraba, si un salto al escuchar la puerta cerrarse de golpe sabía que nada bueno me esperaba.

El capricho de Jimin (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora