Dember yacía en su cama, con su cuerpo posado sobre la ventana abierta de su habitación, viendo hacía el exterior con la vista pérdida en la nada, trataba de encontrarle sentido al mundo después de lo que había pasado, ya había sido una semana de lo sucedido, y él no había asistido a clases ni siquiera había salido de su casa. La directora de su colegio habló con su madre al respecto, ella le explicó el estado de Dember, él no se encontraba en condiciones para asistir al colegio, su madre firmó una nota especial para explicar las ausencias de Dember hasta que éste se encontrara en una mejor condición. Era ya medio día Dember revisó su celular para ver la hora, encendió la pantalla, «Hace seis días: ¿Dember?», «Hace cuatro días: Amigo ¿Te encuentras bien? ¡Habla de una vez!», «Ayer: ¿Tan preocupado estás?» mensajes de Robert. -¡Hmph! -Gruñó Dember cuando vio los mensajes, tiró su celular en la cama y siguió con su mirada pérdida en la nada. Esa semana sus días habían seguido una ridícula rutina, despertarse, comer, hacer nada, comer, hacer nada, comer y dormir. Él tampoco entendía muy bien que le sucedía, sentía un enorme vacío en su interior desde que Fiora había... ¿En serio ella...? Talvez... En fin, Dember había empezado su rutina de siempre cuando su celular sonó, Dember revisó quien lo llamaba, era un número desconocido así que decidió no contestar. Después de un rato el número desconocido volvió a llamar, Dember contestó esta vez.
-Aló-Dijo Dember.
-¿Dember, chico eres tú? Soy yo, Edgar el padre de Fiora
-¿Señor Edgar? ¿Ocurre algo? -Preguntó ansiosamente Dember
-La verdad es que sí, ¿Podrías venir esta tarde a mi casa? Necesito habar contigo -Habló seriamente Edgar.
-Por supuesto sí, señor.
-Muy bien -Colgó.
-... [¿Qué sucede?] -Pensó Dember.Había, entonces, acordado reunirse con Edgar en la tarde, aunque algo en su tono de voz le inquietó un poco decidió ignorarlo. El día pasó con tranquilidad hasta que se hizo de tarde y Dember decidió poner rumbo a la casa de Edgar, su madre siempre venía muy tarde así que no había problema con ello. Una vez que Dember llegó a la casa tocó el timbre... Rápidamente Edgar atendió.
-Dember, buenas tardes -Le extendió la mano.
-Buenas tardes -Dio un aprentón de manos con Edgar.
-Entra -Dijo Edgar mientras caminaba dentro, Dember le siguió.Edgar lo esperaba sentado en un sillón en la sala de la casa, tenía una tez muy seria, Dember se sentó enfrente de él.
-Bueno, primero me gustaría preguntarle algo-Comenzó Dember.
-Claro, ¿Qué quieres preguntarme?-Respondió Edgar.
-¿Cómo consiguió mi número?
-Después de que llevaran a Fiora al hospital, yo revisé sus pertenencias, ella me había hablado sobre ti, así que pensé que ella debería tener algo relacionado contigo en alguna parte. Después de buscar un poco y no encontrar nada, decidí revisar su celular, al principio solo fue para buscar tu número y así poder mantenerte al tanto de ella, pero con el paso de los días la curiosidad de ganó y terminé revisando algunas de sus conversaciones.
-¿Q-Quiere decir que leyó todo...?-Tartamudeó, muy sonrojado, Dember.
-Je, solo un poco, pero chico no hay nada que avergonzarse, en realidad no puedo pensar en nadie mejor para ser el novio de mi hija-Dijo Edgar esbozando una amplia sonrisa.
-¿¡N-Novio!? Señor aún no llegamos a ese punto...
-Pues como sigan con todo eso, llegarán ahí tarde o temprano inevitablemente-Dijo agitando el celular de su hija-. Pero bueno, vayamos al grano-Dijo volviendo a su tono serio y aclarándose la garganta-. Ya que me di cuenta de que eras tan cercano a mi hija decidí llamarte para poder darte esto-Sacó una tarjeta de su bolsillo y se la entregó a Dember-. Esa tarjeta tiene en ella el hospital, y la habitación en la que se encuentra mi hija, además tiene mi nombre y mi permiso para que puedas ir a verla cuando quieras, lamentablemente solo podrás ir a visitarla durante tiempos de visita, ya que no eres un familiar de ella no podrás estar más tiempo.
-Wow... Señor no sé qué decirle...-Dijo Dember anonado.
-Vamos hijo, llámame Edgar-Le sonrío-. Pero si quieres verla hoy será mejor que vayas ahora, dentro de unas horas habrán pasado los tiempos de visita.
-¡O-Ok! Muchas gracias Edgar-Dijo entusiasmado Dember mientras se levantaba y salía a toda prisa.
-No hay de que, y chico-Le detuvo-. Pasate cuando quieras por aquí.
-¡Sí! -Asintió Dember y salió de la casa a toda velocidad buscando una para de autobús.Hospital: Strange Illness Research Hospital (S.I.R.H)
Habitación: G6, Piso 3Dember tenía la información casi memorizada, el hospital no estaba muy cerca que digamos, pero nada que un señor autobús no pueda resolver. Dember iba en el autobús, muy impacientado, repasaba una y otra vez la información de la tarjeta mientras revisaba su reloj cada vez que terminaba de leer la información. Finalmente el autobús llegó a la parada, Dember bajó rápidamente y enseguida buscó el S.I.R.H, apenas lo visualizó fue directo a él. Irrumpió en el hospital sin prestar atención al guarda que vigilaba la entrada a dicho lugar, salió corriendo en busca de un ascensor o escaleras para subir al tercer piso, antes de que pudiera hacer nada más el guarda lo detuvo, le preguntó quién era y porqué había entrado así en el hospital. Después de haber aclarado la situación, en recepción, la señora que lo atendió le dio las instrucciones para llegar a la habitación G6, Dember le agradeció y siguió sus instrucciones. Dember llegó a la habitación en la que estaba Fiora, abrió la puerta y la vio, estaba en la cama, tenía algunos aparatos conectados a ella para suministrarle sueros, también había una máquina para vigilar su ritmo cardíaco.
-¡Fiora!-Exclamó Dember apenas la vio, no pudo controlarse. Después de calmarse un poco tomó una silla de la habitación y la colocó cerca de la cama de Fiora, agarró su mano y la acarició con su cara-. Te extraño...-Se quedó así por un rato. Estaba anocheciendo, solo quedaba una hora y Dember ya tenía que marcharse.
-Fiora... Hasta luego, espero que no tenga que esperarte mucho tiempo...-Dijo tristemente Dember mirando la pulsera que Fiora le había dado-. Aunque si hace falta, estoy dispuesto a hacerlo...
-¿Eh? ¿Qué fue eso?-Dijo una extraña, pero familiar voz de la nada.
-¿¡...!?-Se sorprendió Dember.
-¿Dember... Eres tú?-Dijo la voz.
-¿C-Cómo sabes m-mi nombre?-Dijo Dember con una temblorosa voz.
-¡Sí eres tú! Genial... Ya se sentía un poco solitario este lugar jiji-Dijo riendo la voz.
-¿¡F-Fiora!-Gritó Dember.
-Sí-De repente, en medio de la luz que dejaba escapar la luna sobre la habitación, una silueta se dejó mostrar, parecía una chica-. Me alegra ver que aún la lleves puesta Dember.
-¿Uh?-Dember estaba perplejo ante tal situación.
-La pulsera que te hice-Le dijo la fantasmal silueta mientras se acercaba a él.
-Oh... Sí, aún la tengo porque voy a cumplir la promesa de estar contigo, además es lo único que me queda de ti...-Dember bajó la cabeza para ver la pulsera y sonreír.
-La silueta tomó la mano de Dember-. Muchas gracias Dember, por querer estar conmigo-La silueta mostró algo parecido a una sonrisa, aunque era un poco difícil distinguirla bien.
-Fiora...-Dember se abalanzó a la silueta para darle un abrazo, pero solo logró caer sin poder siquiera tocarla.
-¡Dember!
-No te preocupes... Estoy bien-Rápidamente se reincorporó-. Aunque no entiendo ¿Por qué no pude tocarte, pero tú a mí sí?
-No lo sé Dember, lo cierto es que todo esto es nuevo para mí, nunca antes me había pasado... Esto-Dijo viendo sus fantasmales manos.
-Cielos, en serio extrañaba el hablar contigo, Fiora...-Dijo Dember bajando la cabeza.
-¿En serio te hago falta?
-Por supuesto que sí, esta semana ha sido un poco difícil para mí, sentí que había perdido mucho cuando me dejaste...
-Oh Dember, en serio no quería ser una molestia para ti...
-N-No digo que seas una molestia, por lo contrario, significas mucho para mí, a pesar de que solo llevamos unos meses de habernos conocido.
-Dember...
-Trataré de seguir adelante ahora, por ti y por mí Fiora.
-...
-¿U-Uh? ¿P-Pasa algo? ¿Fui muy cursi...?
-La silueta se abalanzó sobre Dember dándole un abrazo, a pesar de ser algo incorpóreo, él podía sentir mucha calidez-. Claro que no Dember, era justo lo que quería escuchar.
-...-Dember intentó corresponder el abrazo, aunque falló, siguió abrazando al aire para simular un abrazo con Fiora.
-Jiji, estás bastante cálido Dember-Dijo la silueta con un tono juguetón.
-¿E-Eh? N-No digas esas cosas, ya sabes como soy Fiora-Respondió Dember muy ruborizado.Fiora y Dember compartieron risas durante el poco tiempo que les quedaba esa noche, una reunión que amablemente les había sido entregada por el destino de la vida, Dember tuvo que despedirse con mucho dolor de Fiora, pero le prometió ir a verla todos los días que le fueran posibles, ahora su promesa podría ser cumplida, pero... ¿Hasta que punto?
~Chapter4End~
Hola ^·^ Gracias por seguir leyendo, recuerda dejar tu estrella si te gusta esta historia, y si tienes alguna recomendación, sugerencia, etc... Dejala en los comentarios, también me gustaría saber vuestra opinión sobre la historia. Y sin más que decir hasta la próxima~
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Un mismo destino
Science FictionUn mismo destino, diferentes caminos... ¿En serio podremos estar juntos por siempre...?