Un mismo destino

¿Qué tan cruel puedes ser, destino?

Dember, un chico un poco raro, aunque genial a su manera, estaba preparandose para hacer algo muy importante, algo que dejaría atónitos a sus amigos, y, aunque él no le sepa, a él también.

-Bueno, lo único que debo hacer es entregar esto ¿Verdad? -Dijo mientras sostenía un pedazo de papel.
-Sí, ya sabes, tienes que entregarselo a alguien que te parezca actrativa, si no, no vale --Contestó Robert, un amigo de Dember.
-Ok, aún me parece algo muy raro, pero tengo que cumplir.

Hace una semana, Dember y Robert habían hecho una apuesta, aquel que sacara la nota más baja en matemáticas, materia en la que ambos eran buenos, tendría que hacer algo que el otro le impusiera sin poder negarse, y cómo se puede ver Robert ganó la apuesta.

-Bueno -Pensaba Dember-. Tranquilo, lo único que tienes que hacer es buscar a una chica que te parezca bonita, darle esto, e irte, ¿Fácil? Fácil, ok, ahora ¿A quién...? -Se pusó a observar un poco sus alrededores hasta que sus ojos quedaron atrapados por una chica de cabello casteño, ojos azules y una cara que lucía alegremente unas gafas grises-. A ella -Dijo mientras ponía rumbo hacia la chica-.

La detiene poniendole una mano en su hombro.

-Disculpa -Dice Dember-. Quisiera darte esto -Sonríe mientras le entrega el pedazo de papel, sin darle tiempo siquiera de dejarla terminar de leer lo que estaba escrito él se marcha-. Disculpa si te molesté.

La chica lee lo que estaba escrito en el papel, entonces lo deja caer para poder tomar la mano de Dember y evitar que se vaya, éste se sorprende por la actitud de la chica y se gira.

-¿Q-Qué haces?
-¿En serio lo crees? -Dice la chica cabizbaja.
-¿El qué? -Dice asustado
-Lo que dice el papel -Levanta la cabeza y deja ver un rostro sonrojado y enojado-. ¿En serio crees que soy linda? -Reclama la chica.
-Claro que lo creo -Responde Dember-.

La chica sorprendida por la respuesta de Dember queda muda. Dember la mira un poco extrañado.
-¿Sucede algo? -Pregunta Dember.
-No, en lo absoluto -Sonríe-. Muchas gracias -Se voltea y sigue caminando con normalidad.
-Está bien... ¿Supongo? Que tengas buena tarde -Le grita mientras ve a la chica desaparecer, ella caminaba con una pequeña sonrisa en su rostro.

Después de que la chica hubo desaparecido Dember caminó hasta donde su amigo le estaba esperando, una tienda de conveniencia llamada "El gran remate"

-¿¡Cómo que ya no tienen!? -Reclamaba Robert al señor que atendía la tienda.
-L-Lo siento joven, pero lo que busca se terminó en la mañana -Dijo el señor asustado.
-¡No es justo! -Dijo azotando con sus manos la mesa que los separaba-. ¡No tengo tiempo para pasarme por aquí en la mañana!
-No puedo hacer nada señor, por favor entienda... -Le rogaba el señor.
-¡Tsk! Está bien, esta vez tienes suerte.
-(Que alivio) -Pensó.

En ese momento entró Dember por la puerta, tenía aún la cara de sorpresa.

-¡Dember! -Dijo Robert cuando vio a su amigo entrar-. ¿Qué sucedió? ¿Cachetada, insulto o llamó a los polis? -Dijo riendose un poco-.
-Ninguna de esas.
-¿Entonces?
-Me dio las gracias -Dijo sin quitar su cara de asombro.
-¿¡Qué!? ¿Cómo era? -Le preguntó su amigo.
-Cabello castaño, ojos azules y usaba gafas, unas bonitas gafas grises -Dijo mientras quedaba absorto en sus pensamientos sobre esa chica.
-Hombre, tienes suerte hoy, si pudieramos comprar lotería te diría que fueras por un número ahora, desafortunadamente no podemos -Dijo mientras se cruzaba de brazos y ponía cara seria.
-Sí, pero dentro de un año podremos -Respondió, explico ambos tienen 17 años de edad.
-Bueno, ya tuvimos suficiente diversión por hoy, será mejor que nos vayamos a casa, ¡Y tú! -Apuntó con su dedo índice al señor de la tienda-. ¡Espero y mañana me tengas reservada una de esas donas con jalea!
-E-Está bien (¡Demonios!) -Contestó el señor.

Después de eso dejaron la tienda y siguieron su camino hacia sus casas, durante el camino los dos chicos iban charlando sobre lo ocurrido.
-Oye -Dijo Robert-. ¿Crees que vuelvas a encontrarte con ella?
-No lo sé -Respondió Dember-. Pero no sería una molestia volver a encontrarme con ella.
-Claro que no, suertudo -Le golpeó suavemente el brazo-. ¿Sabes? Talvez lo intente.
-¿Crees que te vaya a funcionar? -Le preguntó burlandose de él.
-Nunca sabes si no lo intentas, a ti te funcionó.
-¿A qué te refieres con eso? -Le preguntó mientras intersecaron miradas.
-Me refiero exactamente a lo que crees que me refiero, Dember -Le dijo mientras de reia y salía corriendo para escapar de Dember, quien le seguía para golpearlo por burlarse de él.

En otro lugar la chica estaba sentada en un banca comiendo una paleta de helado.

-Uh... Ojalá vuelva a toparme con ese chico misterioso -Dijo mientras le daba un mordisco a su paleta y recordaba el momento... Dejaba caer el papel con aquellas cálidas palabras "Si te di esto significa que creo que eres bonita, en serio muy bonita, lamento las molestias, recuerda dárselo a alguien que te parezca bonito"-. Quiero devolverselo -Sacó un papel que tenía escritas las mismas palabras de su bolsillo, lo vio, sonrió y lo guardó-. Espero sea pronto... Destino...

~Chapter1End~