DESESPERANZA

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NARRA JAY

Mis pies ya tenían ampollas de haber caminado por dos días sin parar a través de caminos rocosos y llenos de fango, apenas si me habían dado agua y una pieza de pan. Durante las noches heladas los dos hombres tomaban vino a mas no poder sin dejar los insultos de lado para mi, no podía voltear  a mirarlos porque ellos me golpeaban; esta tarde sintiendo como mis pies se hundían en el fango impidiéndome poder moverlos casi mire al cielo "¿como es que no ha cambiado ni un poco?"...mi visión comenzó a hacerse borrosa..., las nubes comenzaron a distorsionarse mientras que mis piernas eran cada vez mas pesadas, de un momento a otro mis parpados comenzaron a cerrar mi visión involuntariamente....

-¡Camina idiota!- fue lo ultimo que escuche antes de perder la conciencia...

NARRA MARRIETT 

No hacían falta las palabras para saber que mi padre ya no volvería...dentro de mi cabeza se repetía una y otra vez sus ultimas palabras, no podía llorar...era tal el dolor que no tenia ni idea de como manejarlo..., los únicos chicos por los cuales hubiera dado todo por tal de salvarlos ya no están...ahora me encontraba dentro de una cueva de de algún lugar  después de haber caminado horas con Lilian calentando la poca comida que teníamos, ninguna de las dos habíamos dicho palabra alguna, ni siquiera le había pedido una explicación de como había cerrado el portal y traernos aquí. Mientras solo podía ver el suelo rocoso de la cueva cubierta por una manta sentí como tocaban mi hombro con delicadeza, sabia que ella me estaba hablando pero no alce la mirada.

-Mi niña...tienes que comer algo...-no conteste y después de unos segundos ella aparto su mano y coloco un tazón de arroz frente a mi con un vaso de agua.

Durante los dos días siguientes apenas si probé bocado y dormí unas cuantas horas, los recuerdos y pensamientos mi padre y de mi querido Jay llegaban como relámpagos, el que hubiera pasado si yo hubiera intervenido entre esos hombre y ellos se presentaba con frecuencia. A la siguiente mañana Lilian había traído algunas bayas del bosque las cuales apenas si probé.

Poniéndose en cuclillas para verme en mi deprimente estado me miro seriamente pero calidamente-Marriett no puedes seguir así...se que lo que ha pasado es muy duro-y claro que lo era...no tenia idea- pero debes comprender que no todas las personas tienen buen corazón...tu padre fue un gran hombre en todos los sentidos al igual que tu madre y estoy segura de que si ellos te vieran en este estado les dolería mucho...tu mismo padre te dijo que estaba orgulloso de ti así que debes hacer que lo este aun mas...

-El ya no esta....-mis únicas palabras sonaron apenas como un susurro

-Oh mi inocente niña, ¿que no has aprendido que aquellos que se merecen una segunda oportunidad merodean este mundo para cuidar de los suyos esperando a que llegue esa oportunidad?, ¿no te enseño tu padre la primera aquellas almas en el bosque?- Ahora que lo mencionaba era cierto, pero aunque lo fuera ellas no podían hablar y apenas si se lograban ver sin los polvos de mi padre, sin embargo el pensar de que el estaba aun conmigo me reconfortaba en gran manera y dentro de mi corazón recorrió una suave calidez.

-Pero Jay...

-¿Acaso no el mismo te dijo que volvería a tu lado costase lo que costase?, simplemente confía en él- Lilian tenia toda la razón.

Sentí como las lagrimas retenidas en mi corazón se desbordaban por mis mejillas distorsionando mi visión. Los brazos cálidos y amables de Lilian me rodearon y me eche a llorar, tanto que cuando deje de hacerlo el sol se estaba poniendo en el este.

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