Bonito Desconocido

5- Dakota

¡Hola! Aquí el nuevo capitulo!

¡Comenten que les parece la historia!

Después de seguir viendo clases, salimos al descanso y cuando entré al comedor, iniciaron los cuchicheos, ya saben por mi hermano, solo los ignoré y continué hacia la barra de comida, la amable señora (nótese el sarcasmo) me sirvió media ración de comida, ¿por qué?, me tiene un extraño odio desde que inicié la secundaria, ya me acostumbre así que me dio igual, caminé hacia la mesa que compartía con Nat, Pau, Oliver y otros compañeros.

Hola – Dije saludando al sentarme –

Hola Ale – Dijo Paula, una amiga de clases – Disculpa, pero quiero hacerte una pregunta...

Jaja, creo que ya se dé que va – Dije dando el primer bocado a mi comida – Anda, di la pregunta.

¿Quién era ese chico que te trajo esta mañana y te abrazo tan protectoramente? ¿Es tu... bueno, tu novio? – Dijo algo apenada –

Jajajajaj – Dije empezando a reir, cuando me calmé – No Pau, no es mi novio, es mi hermano mayor, Adrien.

Oh, lo siento – Dijo aun mas apenada –

Tranquila Paula, no tienes porque disculparte – Dije mientras volvía a comer -

Después de comer, volvimos a clases, transcurrió el día sin mayor complicación, solo conmigo portando una sonrisa boba en la cara, ¿por qué?, por al fin haberle puesto nombre al Bonito Desconocido. Llegue a casa hable con mi madre y busque algo para picar, vimos la Tv juntas y cuando llego la hora de la cena, la ayude a prepararla, cuando llegó papá comimos juntos extrañando a Adrien, luego, subí a mi habitación e hice la tarea que hoy nos asignaron, cuando termine, recordé a Dakota, inmediatamente, me sonreí y empecé a saltar por mi habitación para celebrar el haberlo encontrado. Después de haber celebrado, recibí un mensaje de Nat.

-Nat:

Oye Ale, ¿encontraste lo que nos asignaron hoy? Porque yo no lo encuentro por más que busco...

-Ale:

Si, si te aparece pero tienes que leer muy bien y analizar para que lo entiendas.

-Nat:

Ah, pensé que solo aparecía y ya.

-Ale:

Siempre tu queriendo que todo sea fácil, jaja.

-Nat:

Mientras hago la tarea, dime, ¿Celebraste haber encontrado al Bonito Desconocido?

-Ale:

Si xD, no sé ni para que preguntas si ya me conoces, jaja.

Después de un rato hablando, se hicieron las 10:00pm y nos despedimos, yo quede pensando en mi "logro", con una sonrisa en la cara y así caí dormida.

A la mañana siguiente, no hubo mucha novedad, solo la misma rutina, me levante, me arregle, desayunamos y partí al instituto, el día no tuvo mucho que contar, solo que nos asignaron 2 tareas fáciles y mas nada.

Asi se mantuvo el instituto hasta el jueves, que era el día en el que había quedado con Natalie para salir a celebrar.

Al llegar del instituto, me bañe y me arreglé, me coloqué solo un poco de maquillaje y salí, no sin antes despedirme de mamá, partí rumbo al centro comercial, Nat me escribió avisando que llegaría un poco más tarde porque tenía que ayudar a su padre con algo.

Empecé a dar vueltas por el centro comercial y se me antojó una soda, entre a un Starbucks a comprarla, una vez la tuve en mis manos salí mientras tomaba mi soda, me fije que había una tienda con unos lindos cachorros, me acerque a verlos, dure unos minutos apreciándolos y cuando, me giré para irme, tropecé con un chico más alto que yo y le derramé sin querer mi soda en su camisa.

¡Oh!, ¡Lo siento, no me fije! ¡Déjame limpiarla! – Dije y empecé a tallar su camisa, sin ver mejoría alguna en la mancha, noté que el chico se había quedado callado y no opinaba nada, levanté la vista y me encontré con esos ojos y ese cabello casi rubio que me cautivaron la noche de la fiesta, nuevamente quedamos en una burbuja él y yo, después de un rato de intercambiar miradas, el reaccionó y comenzó a hablar –

¿Eres la chica de vestido azul rey que estaba en la fiesta del viernes pasado no? – Dijo aun mirándome a los ojos –

S-si... También te vi en la fiesta... - Oh vamos Alessandra, tienes al Bonito Desconocido delante y te pones nerviosa –

-El sonrió y hablo – Mucho gusto, soy Dakota – Dijo extendiendo su mano –

-En ese momento recordé que aún tenía las manos en su camisa luego del intento frustrado de limpiarla, las aleje y dije – M-mucho gusto... Soy Alessandra – Dije tomando su mano y estrechándola, era mucho más grande que la mía y era muy cálida – Siento mucho lo de tu camiseta, no me fije cuando giré y choqué contigo... De verdad, lo siento... - Dije mirando la mancha de su camiseta y volviendo a sus ojos –

Jaja, ya lo noté, estabas un poco distraída, pero no importa, los accidentes pasan y este se podría decir que fue por una buena razón, ven conmigo, vamos a sentarnos y hablar un poco – Dijo mientras se hacia un lado y me extendía su mano para caminar juntos –

Es-está bien, te acompaño – dije aceptando y caminando a su lado –

Caminamos hacia unas mesas y nos sentamos, hablamos unos minutos y la conversación fue interrumpida por mi teléfono.

Esto... Disculpa, voy a contestar – Dije girándome – ¿Hola?

¡Ale! Soy Nat, discúlpame, pero no podré ir al centro comercial, mi papá me encargó muchas cosas y no creo terminar rápido..., de verdad, lo siento – Dijo Nat al otro lado de la llamada –

Oh, Nat, tranquila, no te preocupes, es entendible, ¡otro día quedamos! – Dije tratando de calmarla – ¡Espero te vaya bien! ¡Fuerza!

Jaja, ¡Gracias! Nos vemos mañana – Dijo antes de colgar –

Ya, siento la interrupción – Dije disculpándome con Dakota –

No te preocupes Alessandra, yo también revise mi teléfono – Dijo haciendo un ademán de que no importaba –

Oh, estaba pensando sobre tu camiseta... y pensé en pedírtela para lavarla en mi casa, pero no creo que tengas otra camiseta debajo, así que... ¿qué te parece si vamos a mi casa para lavarla y que quede limpia nuevamente...? Claro, lo sé, suena muy lanzado, pero no te quiero dejar así, con una mancha de soda en la ropa - Dije rascándome la nuca y bajando la mirada –

Jaja, ya te lo dije, no importa, solo fue un accidente – Dijo sonriendo –

¡Enserio! ¡Insisto! ¡No quiero quedar mal contigo! – Dije insistiéndole a Dakota –

Jajaja, está bien, está bien, acepto tu propuesta, te acompañare a tu casa para que laves mi camisa y quedes contenta – Dijo alzando las manos - ¿Vamos? – Dijo levantándose de la silla –

Lo siento... Vamos – Dije apenada –

Salimos del centro comercial y caminamos hacia mi casa, ya que quedaba algo cerca, durante el camino no hablamos más que para indicaciones, al llegar la casa entramos y le dije.

Ven, sube, buscare una camiseta que te sirva, te cambias y pongo a lavar la tuya – Dije señalando las escaleras –

Está bien – Dijo asintiendo –

¡Hasta Aquí!

Espero les guste

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¡Al primero que comente le dedico el siguiente capítulo!

¡Saludos!