26 - Un viejo apodo

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Bien, ahora vamos, hay que ir a la escuela – Dije empezando a caminar a la puerta - ¡Adiós Papá! Nos vemos más tarde – Grité para que me escuchara, logré escuchar su grito de respuesta con un "adiós", abrí la puerta y le hice una seña a Gideon con la cabeza para que saliera, al empezar a caminar, Gideon habló –

¿Me puedes ayudar a repasar la tabla de multiplicar del 7? – Preguntó caminando de espaldas –

Está bien – Dije – Pero camina viendo hacia el frente que vas a chocar con una señora – Hablé, y él se detuvo, espero a que pasara la señora y empezó a caminar a mi lado – Bien, ¿7 por 1? – Pregunté mirándolo –

7 – Respondió, yo asentí y seguí preguntando –

A ver, 7 por 7 – Hablé y Gideon inclinó la cabeza hacia un lado, eso me decía que no estaba seguro de la respuesta o, no lo recordaba –

¿45? – Preguntó –

No, pero estas cerca – Respondí –

¡43! – Dijo mientras saltaba –

No – Dije serio – Te estás alejando del número correcto –

¡No se! – Dijo haciendo un puchero –

A ver Gideon, 7 por 6, es 42, ¿Cierto? – El asintió – Si a 42 le sumas 7, ¿Cuánto es? – Pregunté –

49 – Respondió –

Bien – Dije – Veo que olvidaste el truco que te enseñé, con las multiplicaciones, les sumas el mismo número del de la tabla que estés haciendo, al resultado anterior y te va a dar el número correcto de la siguiente multiplicación –Expliqué el solo me veía inclinando la cabeza – 7 por 7 es 49, el número anterior cuando multiplicas el 7 por el 6, es 42, al sumarle 7, que es la tabla que estamos repasando ahorita, da 49, y ese es el número correcto para la siguiente multiplicación, ¿ahora si entiendes? – Giré a verlo –

Creo que si – Respondió arrugando la nariz, yo solo reí –

Te lo explicare con la tabla del 2 – Dije – 2 por 2, son 4 – El asintió, mientras me prestaba atención – 2 por 3, son 6 – Volvió a asentir – Viste, que al cambiar de numero con el que multiplicamos el 2, solo se agregaron 2 números, del 4 saltamos al 6, se le sumaron 2 números, porque estamos en la tabla del 2, ahora, 2 por 4, es 8, del 6 pasamos al 8, otra vez, solo le sumamos un 2 – Dije haciendo los números con las manos – 2 por 5, ¿Cuánto es Gideon? – Pregunté –

10 – Respondió – Al 8 se le sumaron 2 – Habló, yo asentí – Ahh, ahora si entendí – Dijo sonriente –

Bien, sigamos con la tabla del 7 – Sonreí – 7 por 8, ¿Es? – Pregunté, Gideon empezó a sumar con sus manos –

¡56! – Habló –

¡Bien! – Extendí la mano para que chocáramos las palmas, después volví a hablar – ¿Ves que es más fácil así? –

¡Sí! – Respondió mientras saltaba - ¿Por qué tú eres mi maestro Dakota? – Preguntó –

Porque no me he graduado de la universidad Gideon – Empecé a reír -

¡No importa! – Exclamó – Tu explicas mejor que mi maestro – Dijo mientras me señalaba –

Jajaja, quizás a ti te parece que explico mejor, pero tus compañeros puede que le entiendan mas a tu maestro – Hablé después de reír – Ven, vamos a cruzar la calle que ya casi llegamos – Dije mientras me detenía al borde de la acera –

Voy – Dijo Gideon, y me tomó de la mano, desde pequeño lo acostumbre a eso, me es más seguro cruzar la calle con el tomado de la mano y sin correr el riesgo de que le dé por correr cuando no tenga que correr, cruzamos la calle y caminamos hasta la entrada de su escuela –

Bien, lo dejo en la puerta de su escuela pequeño Gideon – Dije haciendo un ademan hacia la puerta de la escuela, el solo rió –

¡Gracias Duende! – Respondió sonriendo –

Hace mucho tiempo no me llamabas Duende Gideon – Dije mientras le revolvía el cabello, el solo sonrió y me abrazó, eso me tomó por sorpresa, pero correspondí a su abrazo – Espero que te vaya muy bien hoy en la escuela Gideon, en tu cuaderno está mi numero si hay algún problema, hoy le toca a Papá venir a buscarte, pero si no puede, dile a los de tu escuela que me llamen y vengo a buscarte, pero tendrás que esperar a que termine mi practica – Hablé luego de que nos separamos – Bueno, suerte hoy, ah, ¡Y que no se te olvide el truco que te enseñé! – Dije para luego revolver su cabello –

Claro, ¡Nos vemos más tarde Duende! – Dijo y salió corriendo hacia el interior de su escuela –

Yo sonreí y empecé a caminar hacia mi instituto, no estaba muy lejos, solo a 2 cuadras, al llegar, ni Chad ni Julian estaban en el estacionamiento, ya deben estar en el salón, caminé hasta este y entré, me senté detrás de Chad luego de saludarlos chocando los puños, justo cuando Chad iba a hablarme, entró la profesora de algebra, no hubo mucho en esa clase ni en las clases siguientes, al llegar la clase de historia, nos avisaron que el profesor se retiró por compromisos personales y no nos impartirían esa clase, tendríamos tiempo libre.

Bro, si vas a ir el sábado – Preguntó Chad en voz baja, para que Lexie no lo escuchara –

Si, no teníamos nada planeado, así que si voy – Respondí – 

Se que estos capítulos son algo tediosos, pero, ¡Ya se viene lo bueno!

Bonito DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora