Mi ilusión.

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La calidez de su cuerpo me envolvía poco a poco, sus manos acariciaban mi espalda con parsimonia, cosa que me adormecía.

-¿Aun tienes miedo?.-
Su voz sonaba tranquilizadora y amable, me relajaba y me hacia sentir tranquilo.

-Ya no tanto... Me siento bien así.-
Levanté un poco mi rostro para poder mirarle y me topé con sus bellos ojos oscuros y penetrantes, tenían un brillo muy especial. Con una de mis manos acaricié su mejilla, su piel tenía esa textura tan suave y tersa, demasiado agradable al tacto.
Sentía cosquillas recorrer mi cuerpo, ahora tengo seguro eso de que me gusta, si me siento atraído hacia el, pero... ¿Como? ¿Desde cuando? Debo admitir que hace mucho tiempo que no siento atracción hacia nadie... Me ha volteado la tortilla.

-Yuu... ¿de verdad me quieres?.-
Seguía mirándolo a los ojos, la mano que puse en su mejilla la bajé hasta su pecho y la dejé apoyada ahí.

-Shima, yo no te mentiría con respecto a eso, claro que te quiero y mucho.-
Ahora el acariciaba mí mejilla y me sonreía de manera tierna.
Me hacía sentir tan atontado y raro.
Ya llevaba pensando el rato en una sola cosa hasta que me decidí a hacerlo. Me fui acercando lentamente a su rostro para ver si me rechazaba o algo, pero no pasó, terminé por besarlo... "Mi primer beso" fue lo que pensé al sentir sus labios tan tibios y suaves presionando sobre los míos, causando en mi sensaciones que jamás había experimentado, pasamos unos segundos así y nos separamos lentamente.

- Perdón... Tenía la tentación de hacerlo.-
Bajé la mirada... Como había dicho antes, ahora me da pena verlo a cara la trás haberlo besado... No sé, me pone nervioso.

-No tienes por qué disculparte, si no lo hacías tú lo hacía yo. Tal como pensé, tus labios son exquisitos.-

-Callese... No diga esas cosas, siento que te dejé toda babeada la boca. Tanto que me quejaba de sus besos de Ruki y Akira, se veía ¡agh!... Mejor ya no digo nada.-
El solo rió y juntó su frente con la mía, yo seguía sin mirarlo, sentía mucha pena.

-Eres muy ocurrente, es una de las cosas que amo de ti... Dame un beso más.-

-Ya. No seas abusivo, me da pena, mucha pena así que hasta al rato.-

-Ah... Anda, dame un beso, solo uno más, no seas dramático, quiero un besito más ¿si?.-
Me tomó de la barbilla y levantó mi rostro y sin más que decir volvió a besarme pero, este era diferente, mucho más profundo por decirlo así, el primero fue bastante superficial, este fue más húmedo y tardado, pude sentir sus dientes jalar mi labio inferior y se me escapó un ruidito...
El se separó de mí y me miró bastante divertido.

-¿Eso que fue?.-
Volví a guardar mi rostro, el cual estaba bastante rojo de vergüenza, no podía creer que hice eso.

-Olvida eso... Ay por dios... No sé por qué pasó, todo esto es nuevo para mi, eres la primera persona que me besa así...-

-Ya veo, pero... Sonaste muy lindo y tentador.-

-Mejor ya duérmete, no me lo estés recordando.-
Me dí la vuelta y quedé dándole la espalda, me sentía tan apenado como nunca. Es un pervertido, no pierde el tiempo.

-Oh Shima... No te enfades.-
Me abrazó por la cintura y me apegó más a su cuerpo dando un beso en mi hombro. Este hombre no deja de sorprenderme, es tan tierno y dulce cuando tiene esta actitud.

-Solo tengo pena... Me cuesta un poco asimilar todo esto.-

-Si lo creo... Esto es bastante difícil de digerir debido a lo... a lo repentino que es.-
Bostecé y cerré un momento mis ojos.

-Tengo sueño...-
Quitó su mano de mi cintura y comenzó a acariciar mi cabello, peinandolo con sus dedos.

-Duerme entonces, hasta mañana, Patito.-
Esas caricias realmente me hicieron más fácil el caer dormido, me sentía muy tranquilo a su lado... Lo extrañaba.

Bato Pato PatitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora