¿Vampiros? Mi Mate (Corrigiendo)

Capítulo 4: Pequeñin

Llevaba caminando un buen rato, estaba perdida en mis pensamientos que no veía las casas y las personas. 

Me veían diferente con curiosidad como si yo fuera un espectáculo, no me molesto estoy acostumbrada a todo esto, ahora tenia cosas más importantes que hacer.

Levante mi vista y habia un parque no me di cuenta por donde había cminado, había muchos niños jugando, la escena era hermosa.

Yo amo a los niños, todos tienen una debilidad, la mía eran los niños.

Me senté en una banca y contemple la escena un buen rato, algo llamo mi atención unos niños estaban molestando a otro mas pequeño, el pequeñin lloraba, camine hasta ellos.

--¿Qué pasa aquí? ¿Por qué lo molestan?-- dije suave.

--El es un llorón le tiene miedo a la resbaladilla-- habló el niño que lo molestaba, tenia sus ojos cafés y su cabello negro.

--Bueno todos le tememos a algo-- dije con una sonrisa-- aparte el esta pequeño y la resbaladilla esta alta.

--Pero es un lobo-- volvía a decir.

--Esta bien, también los lobos le tienen miedo a algo.

--Tú eres humana no hueles como nosotros ¿a qué le tienes miedo?-- era tan adorable teníamos un charla de adultos quería abrazarlo.

--A los lobos-- hice una cara de miedo.

Todos ellos rieron y se fueron corriendo dejandome sola con el pequeñin.

--No te preocupes ellos ya no te molestaran  ¿cómo te llamas?-- revolvi  su cabello.

--Jack-- decía, sus palabras eran largas apenas hablaba un poco, le calcule unos 2 años cuando mucho, era adorable sus majillas gorditas y rojas, unos ojos azules y un cabello castaño; quería abrazarlo y apretarle los cachetes.

--Bueno pequeño jack ¿quieres jugar con migo? ¿Qué tal si nos subimos?-- apunte a la resbaladilla.

--Tengo miedo.

--Yo me subiré con tigo y te cuidaré ¿si?

Es solo asintió y subimos, el tenia miedo luego luego se veía, yo solo lo alente a seguir una vez arriba me senté en la punta de la resbaladilla un empujón y me deslizaría.

Abrí mis piernas y lo senté en medio, estaba loca traía vestido, estoy en un juego de niños a punto de deslizarme, tal vez mucha gente me vea pero no me importa me iba a divertir.

--No tengas miedo yo no te voy a soltar-- y con eso nos deslizamos el gritaba de felicidad al parecer le gusto mucho, yo también me diverti, el paseo duró muy poco y quería subirme otra vez.

--Ota vez ota vez-- gritaba.

--¿Por qué no vas tu solito y te espero aquí?, te atrapare.

Y con esas palabras corrió a las escaleras no tardo en asomarse, se sentó y se deslizo, lo resivi con nos brazos abiertos.

--Vez no hay que tener miedo

--Luna

--No, me llamo Aneu.

--Luna. Luna-- saltaba, estaba feliz.

De pronto se nos acercaron los niños de hace un rato.

--Nosotros también queremos jugar--decian todos juntos.

--¿A qué quieren jugar?-- les mostré una sonrisa.

--A que los lobos te perseguían--gritaba uno feliz.