¿Vampiros? Mi Mate (Corrigiendo)

Capítulo 30: Vejestorios

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Regrese a mi cuarto para poder bañarme y ponerme decente para todo lo que tenía que hacer, tengo que empezar a aprender lo que hace un verdadero rey, ver al Consejo, bla bla bla. Apesar de ser aburrido me divertirte y seré un verdadero dolor de trasero, ¿con algo debo de divertirme no? Tengo dieciocho años así que soy prácticamente una adolescente sin control alguno. Estén listos porque Aneu Janer Valducier va por ustedes.

Estaba sentada en el super trono que antes pertenecía a mi padre escuchando todo lo que tenía que decir.

Las reuniones políticas son divertidísimas--noten mi sarcasmo.

--Tenemos que hacer algo, ya van más de cincuenta desaparecidos y la mayoría son niños-- hablo uno de los vejestorios que no conocía, en realidad sólo había cuatro personas en toda la sala que conocía mis padres, Javier y el padre de Sergio, de ahí en más no. ¿Qué querían decir con desaparecidos?

--Disculpe que lo interrumpa señor pero no entiendo de que este hablando.

--Y aunque lo entendieras has estado muy ocupada con tu vida de princesita, ¿cres que no sabemos que dejaste de ir a la escuela para tomarte unas vacaciones?-- ok este tipo me está colmando ¿vacaciones? ¿En serio lo había dicho? si claro que me secuestraran y luego por voluntad propia decidí medio morir, gente estúpida. Empecé a esbozar una sonrisa, lo siento viejito pero te has metido con la chica equivocada.

--An, no-- me reprendió Javier sabía exactamente lo que iba a hacer.

--"An, no" -- lo imite con voz chillona-- déjame decirle algo vejestorio-- me paré de mi lugar mientras golpeaba la mesa-- yo no deje la escuela porque quise y mucho menos estuve de vacaciones, los primeros días de mi desaparición me las estuve arreglando para que no me mataran, ¿sabe lo que es enfrentar a un alpha muy enojado mientras aún eres humana? Y eso no es todo, vampiros desertores me atacaron hasta el punto de caer al vacío y morir en ello, luego me transforme en esto que usted ve-- apunté todo mi cuerpo con mi dedo-- una criatura a la cual debe tenerle miedo-- para ese entonces la sala estaba muda al parecer mi cara no se encontraba en el círculo de amigable, cuando me buscaban podía ser el mismísimo demonio, no se metan conmigo--tuve también que lidiar con saber quién mato a mis padres, ahora, ¿va a cuestionarme? Porque créame yo no seré su sumisa.

Voltee hasta mis padres mostrándole mi enojó y desagrado.

--Yo ya termine aquí saben perfectamente que no debería estar en el palacio, debi regresar hace mucho.

--Tienes obligaciones como nueva reina-- dijo mi padre.

--No voy a sentarme a escuchar sermones de vejestorios que no les "dan"-- calque la palabra dan, voltee hasta el papá de mi amigo-- usted no señor Bell, si me cae bien...En fin no es mi culpa que no me hayan dicho nada y este desorientada en todo esto aparte papá alteraron mis planes, tengo cosas más importantes que hacer que escuchar a estos.

--Igual a amelia-- dijo con desdén la antigüedad.

--No...yo soy mucho peor-- salí dando un puertazo.

--Eso salió muy bien-- ¿sabes que pueden quitarte el título por haberlos insultado?-- al parecer Victoria estaba afuera esperando a que esto acabara.

--No es mi problema que estén amargados, aparte me insultaron. Si me quitan la corona no lloraria, al fin yo no la queria-- pude ver un atisbo de su tristeza.

--Los pusiste en su lugar, mereces un premio.

--Merezco dejar de sentir náuseas.

--No te veo muy bien.

--Dímelo a mi-- estaba teniendo una conversación normal con ella, que bien se sentía eso.

--Yo se algunas cosas sobre esos niños, si quieres puedo contartelas-- me dijo un poco tímida, esperaba que la rechazara.

--Claro, vamos a mi cuarto así nadie nos va a molestar-- a pesar de todo quería recuperarla, y si prometí intentarlo con Javier, ¿por qué con ella no?

--¡Señorita Valducier!-- interrumpieron nuestra caminata.

--¿Qué pasa señor Bell?

--Quiero hablar con usted

--Por supuesto, Viki esperame en el cuarto y lleva golosinas-- mi amiga salió corriendo-- lo escuchó.

--Estoy orgulloso, no cualquiera enfrentaría a esos hombres, como me gustaría que se casará con mi hijo.

--Yo antes amaba a Sergio, el me apoyaba y yo lo empecé a ver de otra forma pero todo cambio señor Bell no puedo corresponderle, como se lo dije a él ya tengo pareja y es el papá de mi bebé-- al parecer mi brutal confección lo golpeó muy fuerte, se me olvidaba que nadie lo sabía.

--¿Usted..?-- no pudo seguir-- ahora entiendo porque mi hijo estaba tan triste.

--Se que es muy pronto pero lo hecho, hecho esta, como lo dije en la sala ser reina estropea mis planes y aunque lo quiera negar mi bebé también por eso mismo no quiero oír sermones.

--¿Es una conexión de pareja eterna?

--Así es, por esa razón no puedo corresponderle a su hijo, aparte de que Clio no le sería infiel nunca.

--¿Quién es Clio?

--Mi otro ser, señor Bell-- le sonrei-- si me disculpa tengo asuntos que atender.

--Si mi reina -- hizo un reverencia.

Al último terminamos en el cuarto de mi amiga, ella empezó a contar todo lo que sabía al parecer en el último año ha ávido más desapariciones no igual me pueso los pelos de punta y no sólo vampiros creo que también niños lobos, ¿quien estaría detrás de esa atrocidad? Castigar será lo mejor que le haré al responsable. Después de estar al tanto de todo y idear un plan para poder saber que hacer, decidí preguntárselo a Lanira cuando la vea a lo mejor ella sabe algo.

Volví al baño a devolver todas las chucherías que me había comido, será un embarazo muy largo y agotador, antes de salir escuche que alguien entraba a la habitación por su olor supe que era el idiota aquel, no hay que confundirnos a pesar de que iba a tratar de darle una oportunidad sigue siendo un idiota.

--Esa chica me va a matar de los corajes, mira que ser tan grosera.

--No creo que ella sea la grosera.

--No importa, vine para estar un rato con tigo-- gracias a mi super oído pude escuchar cuando gimio...oh no, eso sí que no. No van a generarme más traumas a mi corta edad.

Había una ventana en el baño no era muy grande pero cabía perfectamente así que salí por ella, hice todo el acopio de mi para no caer y subir al techo. La vista era hermosa mientras ella terminaba de hacer lo que fuera a hacer con mi hemano me puse en una posición comoda para apreciar la vista.
Si no me equivoco pasaron cinco minutos hasta que escuche gritar a Elizabeta muerta de pánico.

--¡Se ha tirado por la ventana Javier!-- gritó desesperada. No me he tirado.

--¿Quién?

--¡Aneu...estaba en el baño cuando entraste y no esta!-- volvió a gritar.

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