Capítulo 29: Recuerdos más profundos

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Abri los ojos y estaba en una habitación color rosa, en el centro se encontraba una cama: su edredón morado y flores verdes con rosa, en uno de los buros se encontraba una lámpara de ositos mientras que en el otro había un oso de peluche color café, estaban las puertas blancas de lo que crei el baño y closet. Logré captar movimiento al lado de la cama, me acerque y vi a una pequeña niña tenía su cabello suelto en unos hermosos risos y pude ver sus enormes ojos; verdes y no cualquier, eran igual a los míos antes de transformarme, ¿acaso era yo de pequeña? ¿Por qué estoy aquí? Ella se encontraba acostada de panza en el suelo mientras dibujaba algo incomprensible para mi. Cuando por fin terminó se levantó tan rápido y salió corriendo de aquella habitación lo cual no dude en seguirla.

--Mami mira-- corría hacia una mujer que le daba la espalda cuando se volteo a ver a la pequeña me quedé estática...no podía describir lo que sentí al verla notaba que algo resbalaba por mi mejilla y eran lágrimas; mi madre estaba allí y en verdad era bella...yo me parecía mucho.
La verdad es que no me acuerdo de su rostro y verla me hacía apreciarla hasta el punto de llorar.

--Es hermoso mi amor-- la tomó en brazos-- ¿te he dicho lo lista que eres lobita y lo mucho que te amo?

--Si mami-- enredo sus brazos en su cuello dándole un abrazo.

Estuve un rato admirando la casa, sus pardes de madera con cuadros de diferentes colores, en su mayoría dibujos que tal vez yo hice hace muchos años, la sala, televisor, cocina incluso había un área de juegos no pude evitar llorar otra vez, ¿esté era el lugar dónde vivía?

Escuche la puerta de entrada abrirse y entró un hombre atractivo con hombros anchos, ojos color verdes y su cabello chocolate, abrazaba a aquella niña con tanto amor que se me partió el corazón.

De repente la hermosa imagen fue reemplazada por las llamas al rojo vivo, se expandian por toda la casa hasta en los rincones más pequeños, sentía que me quemaba viva, el humo se intensificaba y me ahogaba. Trate de buscar pero nada.

--¿Mamiii..?-- gritaba.

Desperté en un sobresalto gritando de terror, aun sentía las llamas alrededor  de mi quemandome. Salte de la cama y me golpe tratando de quitarlas.

--Tranquila no te pegues-- diriji mi vista hacia ella y corrí a abrazarla.

--Tú no me dejes-- lloraba en su pecho-- no me abandones--.Sobaba mi espalda mientras me abrazaba, estábamos sentadas en el suelo yo no la soltaba para nada después de un rato volví a caer rendida.

Ester

Se volvió a quedar dormida en mis brazos me dolía tanto que sufriera.
Logré escuchar como entraba a la habitacion, en el momento que nos vio en el suelo se alarmó.

--¿Qué paso?-- su preocupación era evidente.

--Tuvo una pesadilla-- lo observe y entendió lo que quería decir.

--Hace mucho que no la tenia-- se sentó  a mi lado mientras acariciaba el brazo de mi pequeña.

--Es una chica muy bella, inteligente y demasiado madura para su edad pero a veces siento que sólo es una niña pequeña que necesita que la cuiden.

--¿Qué quieres decir?

--Que tal vez nos equivocamos Damián, ella podría ser una perfecta reina, pero, no ahorita, creo que lo que debimos hacer era apoyarla y darle más amor-- las lagrimas amenazaban en salir-- una vez perdí a mi hija y me dieron otra oportunidad...No quiero perderla a ella también-- esta vez no pude frenarlas y salieron sin poder detenerse.

--Te prometo que no la perderás, pase lo que pase no dejaré que te odie Ester... ella no...-- me abrazó. 

Aneu
Abrí mis ojos de repente porque el hambre me estaba matando logré sentarme, voltee a ver a mi mamá y todavía estaba a mi lado al parecer se había quedado dormida conmigo en brazos, también vi a mi papá que estaba a su lado ambos dormidos tal vez muertos de cansancio por mi culpa, les coloque la mata que me cubría y salí rumbo a la cocina, atravese los largos pasillos adornado de figuras antiguas y cientos de cuadros, baje las enormes escalera y me encamine hacia mi destino, llevaba puesto un camisón rosa mientras que todos me veían raro por mi vestimenta tan poco apropiada pero no se atrevían a decirle algo a la reina, menuda tontería ya era de tarde por lo que significaba que había dormido mucho y que podía comerme una vaca entera.

Entre a tan dichoso lugar; se encontraban varías personas de la servidumbre las cuales no conocia para nada y aquellas lobas que hace unas horas las creía de mi familia.

--Buenos días-- salude cordialmente pero me interrumpieron.

--Más bien tardes-- dijo Danisa.

--Como sea, podrían prepararme huevos revueltos, tocino, hot cakes, tostadas con mermelada, jugó de naranja y una copa de sangre por favor-- pedí todo lo que se me antojaba-- esperaré en el comedor... gracias.

Me miraban raro por todo lo que pedí si, soy una vampira que come comida de humanos algo raro pero me moría de hambre. Logré llegar al salón y me senté en uno de los veinticuatro lugares vacíos. Muchas chicas encargadas de la limpieza y cocina empezaron a alistar todo para que yo disfrutará de mis alimentos. Siempre  me molestaba el hecho de comer sola pero hoy lo agradecía, no necesitaba que estuviera molestando.
Mis deseos se fueron al suelo cuando entró Vicente al salón invadiendo mi paz, no es que me caiga mal ni que este enojada por insultarme sino porque se le estaba haciendo costumbre interrumpirme en los mejores momentos para mi.

--Alteza-- hizo una reverencia.

--Llámame An por favor

--Quiero pedir disculpas por lo grosero que fui ayer con usted, merezco ser castigado.

--No te preocupes yo también fui grosera-- respondí.

--Aún así, usted se defendió de un extraño que pretendía coquetear-- "basta", deja de llamarme de usted, mo soy tan mayor.

--An, eso de usted me hace sentir muy grande a pesar de que voy a ser mamá no me considero mayor.

--¡Espera! ¿vas a ser mamá?-- preguntó alarmado, "ups". Me escogí de hombros.

Justo en el momento en el que quedamos en silencio aparecieron con todo lo que pedí para comer, cuando oli todo aquello se me revolvió el estómago y corrí al baño más cercano a devolver lo que no había comido aún. Enjuague mi boca antes de regrese.

--¿Te encuentras bien?-- me ayudó a contarme.

--Acabo de devolver lo que no había comido en horas-- revisé toda la comida y lo que más me llamo fue la sangre así que la tome de un trago--eres muy pequeño y ya me estás dando problemas-- le susurre a mi vientre, al final no pude terminar todo pero me sentía mucho mejor con alimento en mi estómago y al parecer la pequeña fiera que crecía en mi también estaba feliz.

--¿Sabes que es lo más raro?-- me preguntó.

--¿Qué?

--Que puedas comer comida normal siendo vampira.

--Deberías preguntárselo a Javier.

--¿Y por qué no me lo dices tú?

--Me gusta dejar intriga en las personas-- me reí de mi propio chiste.

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Trabajo, trabajo🎶🎶 😭😭

Este es el capítulo de ayer, espero subir otro en un rato

❤❤❤

¿Vampiros? Mi Mate (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora