Nadie Como Nosotros.

Capitulo 24: "Dia 05".

Mañana entrante me despierto realmente cómoda por el hombre que tengo entre mis brazos y sus piernas enredadas con la mía, su aroma impregnada en mi piel esto lo que siempre había soñado encontrar a alguien que por fin me amara, Matt no es como Nicolás ni Evans él si realmente me quiere lo cual soy muy afortunada. Pensé que nunca iba a tener la posibilidad de encontrar a un hombre que valorara lo que soy y que pudiera entregarme su corazón.

Me volteo para mirar a Matt quien todavía duerme repaso con mi dedo sus facciones de su rostro tan perfecto pasando de su frente apartando algunos mechones de su cabello oscuro después bajando por su nariz hasta llegar a sus labios aun un poco enrojecidos después de los innumerables besos de anoche.

Él se mueve pero no se despierta lo cual tomo la oportunidad para soltarme de su agarre pero no logra apretarme con mas fuerza a su lado.

- No- gruñe pero no abre los ojos.

- Matt, tengo que levantarme debo ir al trabajo- le digo sonriendo y beso su mejilla- Tienes que dejarme ir.

- Pero no quiero- dice como un niño lo cual me causa ternura.

- ¿Quieres que me despidan?

- Si, si quiero así puedo tenerte todos los días aquí conmigo en la cama amándonos cada hora y cada minuto.

- Eso lo podemos hacer mañana que es fin de semana, vamos Matt es hora de levantarse no creas que no deseo quedarme pero amo mi trabajo no quiero perderlo.

- Esta bien- dice malhumorado, luego me suelta abre sus intensos ojos grises.

- Sabes en la mañana te ves mucho mas guapo- le beso la punta de la nariz- con esos ojos azules/grises y tu cabello desordenado estas demasiado comible.

- Si me sigues diciendo esas no te dejare ir al trabajo, preciosa… Estas excitando cada fibra de mi cuerpo otra vez.

Antes de que pueda intentar algo salgo disparada de la cama, Matt se ríe llevándose las manos a la cara dejando al descubierto sus increíbles abdominales me gustaría pasar mis manos de nuevo por él, agito la cabeza para alejarme esos pensamientos eróticos de mi cabeza, recojo su camisa del suelo y me la coloco.

- ¿En que piensas, Keira? También tienes ganas de estar conmigo ¿Cierto? – me sonríe.

- Deja de insistirme, Matthew- trato de parecer enojada cruzándome de brazos.

- Esta bien, no lo hare mas… Tu te lo pierdes- levanta las manos en forma de derrota.

Me inclino le doy un beso en la boca, agarrando mi cintura lleva devuelto a la cama quedando debajo de él no puedo evitar reírme.

- ¡Suéltame!- le grito entre risas, pero él me tiene prisionera en sus fuertes brazos deja una estela de besos alrededor de mi garganta hasta llega a mi pecho.

- Tu sabes que te gusta, preciosa- sigue con su deliciosa tortura.

- Si me encanta pero prometiste que me dejarías ir.

- Nunca te dejaría ir ahora que me he dado cuenta que te amo- me da otro beso y luego me libera de sus brazos.

- Iré a cepillarme luego preparare el desayuno ya que todavía es temprano- me levanto de la cama- puedes quedarte todo el rato que quieras en mi cama.

- Ojala fuera contigo- dice aburrido- anda antes que me arrepienta- me da una nalgada que hace que de un respingo y grite por la sorpresa, él se ríe divertido y yo le saco la lengua.

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Estoy duchándome cuando siento unos brazos alrededor de mi cintura, Matt me besa suavemente en el cuello.

- Pensé que te quedarías en la cama- digo enjugando mi cabello.

- Pensé que necesitarías ayuda al enjabonarte la espalda.

- Es muy servicial de tu parte que quieras ayudarme- me vuelto para mirarlo y le paso el jabón- Comienza.

- Date la vuelta- murmura con voz ronca que me acelera el ritmo cardiaco, su cuerpo pegado al mío deslizando el jabón por mi espalda- Eres tan perfecta y hermosa.

- ¿Lo dices en serio?- No muy convencida.

- La mujer mas perfecta y hermosa que he conocido en mi vida la cual amo cada vez mas- de nuevo estamos cara a cara se inclina me besa con fuerza dejándome sin aire pegándome contra la pared- Voy a tomarte aquí y ahora, te deseo mucho.

- Yo también te deseo a ti- murmuro en contra de sus labios.

Me pierdo nuevamente en el encanto de Matt Bomer inundando mis sentidos con sus caricias, besos y palabras de amor, estamos en la ducha moviéndonos como si no hubiera mañana, mis piernas a su alrededor mientras entra y sale de mi con embestidas cada vez mas fuertes llenándome haciendo que me rompa en mil pedazos en sus brazos, saciados y jadeando bajo el agua tibia que cae en nuestros cuerpos.

Una hora después ya nos habíamos vestidos y también desayunamos, Matt me acompaño al trabajo estacionando cerca de la puerta le deposito un beso en sus labios antes de bajarme.

- Te pasare a buscar a las 4- dice.

- Esta bien, te amo mucho.

- Yo también te amo a ti, preciosa- Me bajo del auto le sonrió mientras observo como se pierde entre el trafico matutino de las calles de Manhattan.

Cuando voy a entrar hacia el edificio veo a Laura correr hacia donde estoy, resoplo fastidiada trato de sonreírle aunque sea por hipocresía, ella mueve su melena rubia exageradamente como siempre.

- Hola, Keira… Veo que vas en serio con tu relación con Matt.

- Si, estamos muy bien juntos- digo cortante en ese momento llega el ascensor nos subimos los dos.

- ¿Me imagino que irán juntos a la fiesta de mañana?

- ¿La fiesta?- frunzo el ceño.

- Si, la fiesta de la oficina es mañana.

- Oh lo había olvidado- digo confusa- creo que a Matt le encantara ir aunque primero debo preguntarle.

- Si, por favor llévalo, seguro va a divertirse muchísimo- dice emocionada.

Si esta zorra cree que va a acercarse a Matt como hizo con Nicolás esta muy equivocada primero la dejaría calva, Matt lo amo mucho como para perderlo, soy capaz de defenderlo a capa y espada de cualquier mujer que quiera intentar quitármelo en especial de Laura que tiene fama de roba novios.

Le sonrió con hipocresía pero no le digo nada y llegamos a nuestro piso, ella desaparece por el pasillo yo me dirijo hacia a mi oficina, había olvidado la fiesta de navidad, ahora mas tarde le preguntare a Matt si quiere ir conmigo para que todos conozcan al hombre de quien estoy enamorada de que se den cuenta que ahora soy realmente feliz.