Amber me presto un lindo vestido negro ajustado al cuerpo y unas sandalias altas a juegos. Me vestí lo mas rápido posible en cualquier momento Matt parecía a buscarme miro el reloj son las 7 de la noche, termino aplicarme labial en los labios y observo nuevamente en el espejo que mi cabello este bien peinado, en esta ocasión he querido dejarlo suelto.
Mientras me arreglo aun puedo recordar sus palabras de esta mañana, su voz tan aterciopelada me habían sacudido el cuerpo entero nunca me había sucedido algo así con nadie ¿Puede uno enamorarse a primera vista? Lo único que se que es no puedo sacármelo de la cabeza, estoy ansiosa por verlo y arrojarme nuevamente entre sus brazos.
Escucho el toqueteo de la puerta, me apresuro a colocarme perfume, pongo mi abrigo y mi bolso negro. Salgo corriendo hacia la sala, abro la puerta Matt esta enfrente de mí luciendo radiante de traje negro y corbata gris, me sonríe y sus ojos brillan haciendo que mi corazón se derrita ¿Cómo puede ser tan hermoso? Me controlo para no lanzarme en sus brazos, besarlo y arrastrarlo hasta a mi habitación pero la verdad es que muero de hambre.
- Estas muy hermosa, Keira- Me dice sin dejar de sonreír.
- Tu te ves apetecible- Le coqueteo.
- Si sigues diciéndome esas cosas dudo mucho que te lleve a cenar- dice con voz ronca.
- Entonces hazle caso a tus instintos, Matthew- sigo en plan de coquetear a pesar que siento que me sonrojo.
- A pesar que me encante la idea de entrar y hacerte cosas maravillosas en tu cama pero te tengo una sorpresa que seguro va a gustarte.
- Me gustan las sorpresas- Le digo entusiasmada.
- En caso, vámonos- Me ofrece su brazo que tomo encantada sin dejar de sonreír.
Estoy de nuevo en su auto las calles de New York están un poco solas y hace mucho frio obviamente porque estamos en invierno, froto mis manos para darle un poco de calor, miro de reojo al ardiente hombre que tengo a mi lado que esta concentrado en la carretera vamos en silencio escuchando música de la radio.
- ¿Cómo estuvo la cena con tus padres?- Le pregunto para romper el silencio.
- Bien, nada del otro mundo… Excepto la parte que quiere que siente cabeza y que les de nietos- hace una mueca de fastidio.
No puedo evitar soltar una risita.
- ¿No te gustaría tener hijos?
- Si, pero no tan pronto… Creo que aun me faltan muchas cosas por hacer antes de formar una familia.
- ¿Te refieres a lo de ser piloto?
- Claro, aun tengo muchos sitios que quiero recorrer.
- ¿Has viajo mucho?
- Ha varios países, me gusto mucho viajar a la India su cultura es extraordinaria.
- Que suerte tienes, yo nunca he viajado a ningún sitio… Excepto esa vez que mis padres me llevaron a Disney World fue uno de los mejores días de mi vida- dije con nostalgia.
Matt se detiene en rojo me mira, toma mi mano y la besa.
- Prometo que algún día voy a llevarte a donde tú me lo pidas, Keira.
- ¿De verdad?- Lo mire con una sonrisa tonta en mi rostro.
- Si, me encanta la idea de hacerte el amor en cada país que visite contigo- Murmura y vuelve a besar mi mano antes de comenzar a manejar de nuevo.
Mi corazón salta de mi pecho, todo lo que dice me cautiva de solo imaginarme a mi viajando con Matt a Europa, Latino América, Asia y en cada lugar que estaríamos juntos seria una linda historia que contar a nuestros nietos ¿Dije nuestros nietos? Sacudo la cabeza, no puedo creer que me este imaginando tener hijos con Matt se supone que no puedo enamorarme mucho tuve con Nicolás para que vuelva a pasar lo mismo, es solo atracción lo que siento por Matt Bomer metete eso en la cabeza Keira.
- Hemos llegado- La voz de Matt me saca de mis pensamientos.
Nos bajamos del auto, me quedo con la boca abierta ¿Por qué estamos enfrente del Empire State? Volteo a mirarlo le esta entregando las llaves al Valet, me toma de la mano entramos hacia el enorme edificio.
- ¿Aquí vamos a cenar?- Digo sorprendida.
- Si- me mira intensamente y me estremezco.
- ¿Cómo lograste conseguirlo?
- Conozco a alguien y esa persona me debía un favor- ladea la cabeza divertido.
Nos acercamos a los ascensores, cuando llega entramos en el aparato Matt marca el piso 48 sin soltarme bajo la mirada para mirar nuestros dedos entrelazados se que nos estamos conociendo pero todo me tiene abrumada y me asusta un poco, no puedo negar que Matt es hombre atractivo demasiado atractivo, divertido, carismático e interesante pero tal vez esto entre nosotros va muy rápido.
- ¿Keira? ¿En que piensas? Estas muy distraída- Me mira preocupado.
- Estoy bien, son cosas mías- le sonrió.
- Bien…- se queda callado- ¿Te dije que te ves muy hermosa esta noche?
- Si, me lo dijiste- digo nerviosa por su cercanía podía sentir su respiración en mi cuello.
- Amo como hueles- Sus labios rozan mi oreja y un gemido sale de mis labios cuando lo mordisquea suavemente- La habitación que reserve no hay una cama aunque podíamos hacerlo en la alfombra al lado de la chimenea.
- Eso suena muy excitante- me suelto de su mano, enrollo mis brazos alrededor de su cuello le doy un pequeño beso en su boca- ¿Crees que vamos muy rápido, Matt?- Me atrevo a preguntarle.
- ¿Tu lo crees así?- Me besa el hombro y pasa su lengua con mi garganta, Oh Dios, cierro los ojos disfrutando de su caricia- Si quieres que vaya mas lento entonces dímelo, tenemos tiempo- sus manos están alrededor de mi cintura.
- Sabes a que me refiero a lo nuestro no a esto- le aclaro sonriendo.
- Lo se- también sonríe- es cuando estoy contigo es imposible llevar las cosas con calma, quiero todo de ti , Keira- me besa con fuerza y ardiente que me sostengo de sus hombros para no caerme.
Se escucho un “Bip” lo que significa que el ascensor ha llegado a su destino se abren las puertas, Matt me deja salir primero aun trato de conseguir aire después de aquel beso me agarra otra vez de la mano caminamos por el pasillo hasta llegar a una puerta negra, Matt saca de su bolsillo una tarjeta y la mete en la herradura de la puerta esta se abre.
- Después de usted- me dice muy serio.
- Se que solo quieres verme el trasero- Le digo bromeando y entro.
- Oh de eso puedes estar segura, tienes un bonito trasero- también dice con buen humor.
- Esto es hermoso- quedo sorprendida del lugar.
Hay una mesa en el medio de la sala con velas, vino en heladera, un carrito con la comida que huele delicioso lo puedo sentir en el aire, la chimenea ardiendo y una ventana con una vista espectacular que directo hacia la estatua de la libertad.
- Esto es hermoso e increíble, Matt- digo asombrada.
- ¿Te gusta?- Me abraza por la espalda y me besa en el hombro.
- Si, me encanta… Gracias por traerme aquí.
- Lo que sea para complacerla ¿Quieres una copa de Champan?
- Si te dijera que en este momento me importa una mierda la champan.
- ¿No es que vamos muy rápido?- Dice bromeando y mis mejillas se encienden otra vez.
- Si pero tienes la culpa de provocarme es que eres demasiado… Sexy.
- ¿Así que soy sexy? – Arquea una ceja aun divertido.
- Muchísimo tanto así que debería ser ilegal.
Se echa a reír, contagiándome también.
- Tú también eres sexy, una mujer muy sensual… Por mas que te desee quiera arrancarte ese provocativo vestido, muero de hambre ¿Tu no?
- Si pero mas de ti.
- Mas tarde, preciosa…Mas tarde me tendrás- Me da un beso en la comisura del labio.
Luego me suelta dejándome con las ganas.
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Nadie Como Nosotros.
Hayran KurguEs una historia de amor de Keira y Matt que los atrapara. En edición para corregir errores en los capítulos, disculpen las molestias.