La mejor decisión

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Pasaban los días y la situación con Juan no mejoraba, mis amigos no me reconocían, a decir verdad ni yo misma lo hacía.

Cómo podía aguantar todo eso, me sentia mal conmigo misma, no quedaba ni la sombra de lo que era antes, ya no sonreía, ya no defendía mis ideales, obedecía a lo que él decía,porque no sentía que valiera la pena el seguir discutiendo.

Cada vez más me daba cuenta que la relación con Juan ya no daba para más, que nos hacía daño estar juntos, ambos lo sabíamos pero ninguno lo podía admitir, no se si por miedo a esta solos o por costumbre. Lo que sí sabía es que teníamos que solucionarlo cuanto antes por el bien de los dos.

Las últimas semanas hice hasta lo imposible por recuperar la relación, que una vez tuvimos, aún creía que algo se podía hacer, decidí organizar una salida una tarde juntos, solo Juan y yo. Cuando lo llame me contesto fastidiado y dijo:

¡Ahora que paso, tengo mucho trabajo y seguro que tu me llamas para darme más problemas aun.¡

No dude en responderle, con voz baja y algo susurrante

No era para lo que te llamo, pero me encantaria que pasaramos juntos esta tarde, ¿recuerdas es nuestro aniversario?.

Él lo entendió, aceptó salir aquella tarde conmigo al menos eso pensé, estaba muy emocionada había planeado ir a un lugar especial donde los sueños se podían hacer real, donde las luces se combinaban con la naturaleza, pasaremos una tarde juntos después de mucho tiempo.

Al llegar aquel lugar no estaba, pasaron las horas y no llegaba, tenía miedo de llamarlo y decir que es lo que pasaba,¿quizás se olvidó?¿habrá confundido el lugar?, no sabia que hacer me sentía muy mal, las lágrimas circulaban mis ojos, decidí irme.

Cuando andaba yo despistada, choque con alguien, alce la mirada, no podía creerlo, ¿qué hacia ahí?, ¿porque justo con él tenía que encontrarme?, me sequé las lágrimas sin que se de cuenta, lo mire y sonreí. Era Esteban el que estaba parado frente a mi, ambos nos mirabamos y no entendiamos que ocurría, me dijo que había venido por mi, que disculpe a Juan que no iba poder llegar, y que a cambio de Juan , estaba él y que pasaremos una hermosa tarde.

Me sentía yo muy apenada por lo que ocurria asi que insisti en irme, me tomo de las manos y dijo:

Olvida a Juan hoy estoy yo, para hacerte sonreír y disfrutar esta tarde.

Cómo podía negarme a aquella invitación, acepté a quedarme y ver que podía pasar. Aquel día me divertí tanto que es imposible olvidarlo, cada vez que recuerdo una sonrisa sale de lo más profundo de mi.

Al llegar a casa lo primero que hice fue llamar a Sofía, no podía más con todo lo que había pasado, le conté paso a paso que es lo que había pasado, como no me encontré con Juan y como disfrute la tarde junto a Esteban.

Pasaron los días y a decir verdad, ya no esperaba la llamada de juan para disculparse, o al menos para saber si estaba bien o no, sentía que ya no importaba. Algo que había aprendido de esteban aquella noche, era que tenía que vivir, sentirme libre, ser como era antes, pero cuando volteaba la mirada hacia atrás me daba cuenta que me sentía mal conmigo misma, ¿Cómo podía aguantar todo eso? no quedaba ni la sombra de lo que era antes, ya no sonreía, ya no defendía mis ideales, obedecía a lo que él decía, porque no sentía que valiera la pena el seguir discutiendo.

Cada vez más me daba cuenta que la relación con Juan ya no dan para más, que nos hacía daño estar juntos

Todo estaba claro, ambos sabíamos que no podíamos continuar con eso, una tarde decidimos tomar un café juntos, aquella tarde después de mucho tiempo pudimos ponernos de acuerdo y conversar de lo que estaba pasando.

Yo lo veía hablar, pero por mi mente solo pasaba que volvería ser libre y que debí haber hecho eso, hace mucho tiempo, cuando llegó mi turno de hablar solo le dije:

Muchas gracias, por todo lo que aprendí pero esta vez es tiempo de seguir nuestros caminos cada uno.

Me sentí tan bien aquel día, no niego que si me había acostumbrado a él, que si lo extrañaba, que aún después de eso aun pensaba en él, pero también sabía que era lo mejor para ambos.

¿UN SUEÑO? ... NO ¡¡REALIDAD¡¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora