¿UN SUEÑO? ... NO ¡¡REALIDAD¡¡

¿Amor? ¿Esto es amor?

Pasaron los días, y así llegó el sábado, estaba muy emocionada porque pasaría todo el día con Juan, a decir verdad me parecía un joven muy interesante y me gustaba pasar mucho tiempo con el.

!sabado¡ era como las 10 de la mañana hasta que el timbre de la puerta hacia saber que Juan había llegado, me llevó a una granja, me encantaban los animales y sentirme parte de la naturaleza, cuando estábamos almorzando ahí en medio del campo, cogió una flor me la puso en el pelo, sentía que quería decir algo pero por una extraña razón no lo hacía,pregunte si pasaba algo, volvió a respirar fondo y me dijo:

Me gustas, me gusta tu manera de ser, tan alegre,risueña , eres lo que estaba buscando, acéptame y seré quien te haga feliz esa será mi prioridad.

No esperaba tal declaración, le sonreí me acerque hacia él, le dije que si, que si quería pasar mucho tiempo con él y que quería que me agua muy feliz, ambos temblaban de nervios, no sabíamos qué hacer o cómo actuar, hasta que el se me acercó y me dio un beso, fue así como comenzó nuestra historia de amor...

Así fueron pasando los días y cada vez, sentía que lo quería cada vez más, aprendí muchas cosas de el, era muy interesante el pasar tiempo junto, siempre encontrábamos algo de qué conversar.

Pasaron los días los cuales se convirtieron en meses, no se que ocurrió en qué momento cambió todo.

Recuerdo que las primeras noches hablamos mucho tiempo de lo que nos había pasado durante el dia, pero luego esto se iba convirtiendo en peleas constantes, ¿porque?¿qué pasaba entre nosotros?¿porque discutimos tanto?.

Yo solía ser una mujer muy independiente, libre, solía salir muy a menudo con Sofia y amigos, me divertía tanto con ellos, hacia las cosas a mi modo, a la hora de comer escogía cualquier platillo sin tomar en cuenta cuántas calorías o proteínas que tuviera, ni si era tan nutritivo, solía dormir mucho, y mi mejor pasatiempo era bailar. Mi vida se resumía en trabajar,salir, comer, dormir, y disfrutar. Siempre tuve una personalidad abrumadora y algo absorbente, algo engreída a veces, casi siempre pensaba primero en los demás antes que en mi misma, siempre era yo, era auténtica me mostraba tal y como era, no me importaba si alguien le molestaba mi manera de ser yo era feliz con eso y eso me bastaba.

Luego de un tiempo de ser pareja con Juan, él comenzó a conocerse mejor, conocer mis defectos, fortalezas y virtudes. Pero creo que tomó más en cuenta los defectos, llegó a un punto de donde todo lo que yo hiciera estaba mal, mis opiniones no valían ni contaban para él, muchas veces ni las escuchaba y decidía por los dos.

Nuestras peleas por el teléfono se hacían constante el me decía lo que tenía que hacer y cómo lo debería hacer y siempre que lo decía era en un tono autoritario.

No había noche que no discutieramos, que no gritaremos uno al otro defendiendo nuestros pensamientos, siempre fui una mujer fuerte, pero esto me abrumaba sentía que no podía más así fue que como poco a poco se fue adueñando de mi, de mis opiniones, de mis pensamientos, sin darme cuenta comencé a cambiar, no me sentía bien conmigo misma pero tampoco quería perderlo.

Ambos queríamos que nuestra relación funcionara nuevamente, aunque ya no parecía quedar nada de ella ¿que podríamos hacer? ¿como recuperar lo que tenemos? Preguntas que muy seguidas me hacia, se acercaba el cumpleaños de Sofía y me pareció muy buena idea el ir a celebrar con ella, se lo propuse a Juan y acepto.

Este sábado no iríamos de fiesta, esperaba que ese día dejáramos las peleas y los gritos y que pasaramos una linda velada, Juan me comentaba muy seguido sobre Esteban su mejor amigo, y pensé que sería buena idea invitarlo.

¿porque no invitas a Esteban? Así lo puedo conocer mejor y podremos salir los cuatro.

Le pareció muy buena la idea, esto nos ayudaría a pasar la crisis en la que estábamos.

Al llegar el sábado por la noche los estuve esperando para luego conducirlos a la casa de Sofía, hablaba con Juan muy altera como de costumbre porque no llegaba y cada vez se hacia mas tarde hasta que por fin llegó.

Estaban Juan y su amigo al otro lado de la autopista, a quien aún no podía reconocerlo, ambos se acercaban a mi, hasta que luego de un instante me quedé parada mirando, sería como las pupilas de mis ojos se dilataban, mi corazón latía cada vez más fuerte, la gente se desaparecía de mi alrededor, los autos y demás no estaban más.