Capítulo 5

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Desperté debido al sonido de un violín. Supe al instante quien lo tocaba. Estaba realmente enojada de que no me dejara dormir. Baje rápidamente al departamento de los chicos.

-¿Se puede saber por qué estás tocando tan temprano?

-Componiendo-me aclaró John.

Sherlock seguıa "componiendo" sin inmutarse.

-¿En qué estás pensando?

De repente, dejó el violín y se acercó a la laptop de John, diciendo:

-El contador de tu blog todavía está detenido en 1895.

-Sí, está fallando. No creo que se arregle.

-Una falla -dijo Sherlock y saco el celular de Irene-, o te hackearon y ese es un mensaje.

-¿Hmm?-dijo John

-Sherlock, no creo que...-comencé a decir pero Sherlock ya había ingresado el código y por el sonido que emitió el celular, no había sido el correcto.

-Solo una falla-dijo con cara de pocos amigos.

-Está bien-dijo John-. Está bien. Bueno, me voy por un rato.

Sherlock volvió al violín. Se notaba que no quería compañía.

John me miró como diciendo «ya que» y se fue a la cocina a recoger sus llaves.

-Necesito un café. Adiós.-exclamé y subí a mi apartamento. Creo que iría a trabajar, aunque sean fiestas. Me serviría para distraerme.

No lo logré.

Apenas salí del departamento, una voz me llamó.

-Pamela.

Me volteé y vi a una chica con un celular en la mano.

-¿Sí...?

-Acompañeme, por favor

-Ni loca. No sé a dónde me llevaría de todas formas.

-Suba al auto-me dijo en una voz más insistente.

-Ugh, bien. Le advierto que puedo correr muy rápido-dije mientras subía al estúpido auto negro.

Me llevarón por la zona industrial, hasa lo que parecía una fábrica abandonada. La chica me guió escaleras arriba y luego me dijo que siguiera de frente. Caminé, curiosa por lo que estaba pasando. Llegué hasta una sala. Apenas entré, la voz de quien creía muerta me sorprendió.

-Llegas tarde, Pamela

John estaba también allí. E Irene como si nada.

-Tenía planeado ir al trabajo-le dije.

-Por cierto, me enteré de tu verdadero nombre después de que te fuiste.

-Ok.

-Mira, me equivoqué-dijo Irene haciendo un gesto con sus manos. Al parecer, por su tono, ya había estado hablando con John-. Le envié algo a Sherlock para que lo cuidara, y ahora lo necesito, así que necesito la ayuda de ambos.

-No-dijimos John y yo.

-Es por su propia seguridad.

-También es esto: dile que estás viva-dijo John.

Aunque no lo admitiera Sherlock, creer muerta a Irene le había...dolido.

-No puedo.

-De acuerdo, se lo diré yo-exclamé-. Y aún así, ninguno de nosotros te ayudaremos.

El verdadero amor de Sherlock Holmes (BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora