El verdadero amor de Sherlock Holmes (BBC)

Capítulo 10

*se ma haía borrado todo, lo siento y no tuve ganas ni tiempo de rehacerlo..pero aquí está, espero les guste :D *

NARRA SHERLOCK:

Me había puesto mi bata y comenzado a ordenar mis pensamientos en la pared. Todos eran marcadores. Tenía que saberlo todo, cada paso que ciertas personas daban, qué hacían y qué dejaban de hacer, todo.

-Aburridamente interesante, Sherlock. Pero la alerta del terror ha aumentado a niveles críticos-dijo mi hermano Mycroft.

Estábamos jugando ajedrez y sinceramente, me tenía aburrido la simplicidad del juego y del tema. Tantas complicaciones y preocupaciones por lo mismo de siempre.

-Aburrido-exclamé-. Te toca mover.

-Tenemos información concreta y un ataque está en camino.

-¿Información concreta? Una organización terrorista está planeando un ataque eso es lo que las organizaciones terroristas hacen, eso no es una versión de golf?

-Un agente dio su vida para darnos esa información-dijo mi hermano algo más enojado.

-Oh wow, quizá solo estaba intentando presumir.

Se dio cuenta de que conmigo no se podía razonar, sonreí para mis adentros, victorioso.

-Ninguno de tus "marcadores" se ha estado comportando de manera sospechosa últimamente?- preguntó Mycroft.

-No Mycroft, pero tienes que confiar en mí. Encontraré la respuesta.* Tú mueves.

-Le di al Primer Ministro personalmente la seguridad de que tú estás en el caso.

Lo miré extrañado-.Estoy en el caso. Ambos estamos en el caso. Míranos ahorita mismo.

Ahora jugábamos "Operando".

-Oopsie-exclamé, burlándome de mi hermano-. No puedes arreglar un corazón roto, cuan revelador.

Me recosté en mi asiento. Tal y como cuando éramos niños. Mi hermano, siempre tenía que ser el mejor en todo.

-Esto me lleva al pasado. "Hey Sherly, soy el más inteligente"-imité su voz de niño.

-Soy el más inteligente-recalcó, con su típica mirada amenazante que dejó de hacer efecto en mí desde los 15 años.

-Solía pensar que era un tonto-dije más para mí que para él. Lo cual era verdad, porque crecí viendo como mi hermano siempre destacaba en todo, siempre lo hacía todo bien y siempre buscaba cada pequeña oportunidad para demostrar que él era el mejor, mejor que yo, más inteligente que yo.

-Ambos pensábamos que eras un tonto, Sherlock. No teníamos nada más de qué fiarnos. Nunca conocimos a otros niños.

-Oh, cierto-recordé. Los otros niños eran... bueno, extraños y sin algún interés aparente en los detalles que yo veía-. Eso siempre fue un error.

-Ciertamente... ¿En qué estábamos pensando?

Sonreí-. Probablemente en algo sobre hacer amigos.

Mycroft sonrió como si acabara de tocar el tema que al que él quería llegar-. Oh cierto... amigos. Por supuesto que tú estás en ese camino ahora.

Mantuve la compostura-. Y tú no? Nunca?

-Si tú me pareces lento a mí Sherlock, ¿te puedes imaginar cómo las verdaderas personas lo hacen? Estoy viviendo en un mundo de peces dorados.

-Sí, pero he estado fuera por dos años...

-¿Entonces...?

-Oh, no sé, pensé que tal vez habías encontrado algún otro... pez dorado.

Algo incómodo, mi hermano me incitó a cambiar de tema. ¿Qué estaría escondiéndome?

Se levantó del sillón y fijó su vista en la ventana. Volví mi vista al frente. Ambos estábamos en silencio, por fin, Mycroft podía ser muy irritante a veces...bueno, siempre.

-¿Y qué me dices de la pequeña Moriarty?

Me quedé helado.

-No sé a qué te refieres-le contesté, directamente.

Soltó una risita-. Sherlock, tú nunca has podido mentirme.

-No te estoy mintiendo.

-Puedo ver que tienes una marca morada en el cuello... ¿qué pasó? ¿Te caíste o te golpeaste?

-No es nada de tu incumbencia.

***

NARRA PAMELA:

-¿A dónde vas Molly?-le pregunté cuando la vi regresar al laboratorio después de haber contestado una llamada con una gran sonrisa.

-Con Sherlock. Necesita ayuda.

Algo adentro mío recibió un golpe muy fuerte. Pero a mí qué me importaba, no me importaba, no podía importarme.

-Oh, bueno-fue lo único que pude decir-. Suerte Molly.

-Sí, está bien. ¿Me cubrirías? Gracias gracias gracias, Pamela. De verdad. Te debo una-dijo mientras recogía sus cosas y se iba-. No mejor dos. Que sean tres.

La puerta se cerró tras de ella.

-A Molly de verdad le gusta Sherlock Holmes, no es así?

-Cállate Phil-le dije secamente-. Trabaja.

La tarde transcurrió y durante todo mi almuerzo, y el resto del trabajo doble que tuve que hacer por Molly, sabía que debía de hablar con Luke. Había recibido un mensaje de él que me informaba que estaría llegado en unas horas a Londres. Yo lo quería, demonios que sí lo quería. Había estado allí para mí cuando nadie más lo estuvo, me apoyó y acompañó durante dos largos años, y no solo fue mi amigo, si no también un gran compañero de buenos momentos. Luke me hacía feliz, ahora solo temía que al volverlo a ver no sintiera lo mismo.

Las 6:30pm dieron en mi reloj y yo tenía que irme. Pedí un favor de salir media hora antes porque mi prometido llegaba de viaje.

Salí a la calle, colocándome mis guantes, ya que hacía mucho frío y estaba nevando. Qué lindo clima Londres, de verdad.

Un escalofrío me recorrió entera cuando un extraño al pasar me golpeó el hombro, haciendo que uno de mis guantes se me cayera.

-Hey, ¿qué te pasa?-le exclamé.

Recogí mi guante y al levantarme sentí que algo líquido era insertado en mí a través de una jeringa en mi cuello. Unas manos me acorralaron al instante. Quise luchar, gritar por ayuda, pero mis sentidos se adormecieron poco a poco, cada vez más. Mis piernas temblaron y otro par de manos me sostuvo y con cuidado depositaron en el suelo justo cuando el mundo empezaba a ponerse borroso. Hasta que finalmente, la oscuridad me tragó, como en un sueño.