Mi nombre es Pamela Moriarty, me repetía en mi cabeza, no tengo miedo a nada, no le debo nada a nadie. Esto va a pasar, voy a sobrevivir, cueste lo que cueste. Estoy hecha de hielo, de humo, de fuego, de la noche y la oscuridad. No tengo miedo. Estoy hecha de...
Los guardaespaldas se acercaron a revisarnos el cuerpo por si cargábamos con algo que pudiéramos usar en ventaja nuestra o para atacar. Al menos pidieron permiso primero antes de hacerlo. Aunque no es como si hubiéramos podido negarnos. Terminaron con Sherlock primero, quien se dedicó a mirar hacia al frente, sin voltear hacia mí o John, quien no paraba de tartamudear intentando explicar lo que, luego, el hombre del traje descubrió tenía en el bolsillo de su pantalón (una navaja suiza) y un tubo dentro del interior de su casaca.
-No significa que no esté encantado de verte -le dijo al hombre de traje.
Sherlock intervino, su tono de voz firme y neutral.
-Es doctor, no hay de qué preocuparse. Si saben quién soy -dijo y volteó a mirar hacia la puerta-, entonces saben quién es él. ¿No es así, Sr. Magnussen?
Ni siquiera pude inhalar profundamente, ni tensar todos los músculos de mi cuerpo como hubiera querido, pues eso solo demostraría el estado en el que verdaderamente me encontraba ante la situación y especialmente, ante la nueva presencia de alguien de quien huí hace muchos años, cuando aún era joven, antes de involucrarme en algo que hubiera ocasionado mi muerte, estaba segura de que él se habría de enterado de quién era verdaderamente tras mi desaparición. No creo que confíe en alguien ahora, ni antes, ni nunca. Esperaba que no me reconociera, había cambiado mucho en casi diez años.
Magnussen se quedó en el umbral de la puerta, mirando todo el lugar con ojos curiosos y una tranquilidad incómoda.
-Solicité una cita en su oficina -le dijo Sherlock.
Entró al lugar, con pasos pausados, como si le perteneciera.
-Esta es mi oficina.
Su mirada se enfocó en John, lo estaba analizando, buscando sus debilidades, su pasado, algo que pudiera servirle para usarlo en su contra. Luego, pasó su vista hacia mí, le mantuve la mirada, sin titubear, como si no lo conociera, pero al mismo tiempo, sin demostrar intimidación.
Nombre: Pamela Moriarty
Hermana gemela de James Moriarty (ver archivo)
Trabajaos pasados: secretos, poca información (ver archivo)
Finanzas: sin deudas
Estado civil: soltera, estuvo comprometida (ver archivo)
Status: indeciso
Punto de presión: indeciso
Magnussen suprimió una sonrisa internamente
-Bueno, lo es desde ahora.
Mientras él cogía un periódico de la mesa de café y se sentaba en el sillón pegado a la pared, Sherlock habló.
-Sr. Magnussen, he sido contratado para intervenir entre usted y Lady Elizabeth Smallwood en el tema correspondiente a las cartas de su esposo. Hace un tiempo, usted puso presión en ella concerniendo a esas cartas. Ella desearía esas cartas de vuelta.
Magnussen fijó su antes desinteresada vista en Sherlock, como si un insecto lo estuviera molestando y ahora le hubiera llamado la atención. Lo estaba analizando ahora a él.
-Obviamente, esas cartas no tienen ningún uso práctico para usted, así que con eso en mente...
El intruso soltó una risa por lo bajo, como si compartiera un chiste privado con el mismo. Y la verdad era que, por más que Sherlock aparentara una fachada fría, inhumana, desinteresada, tenía muchos puntos de presión que dejaban su estado "Indeciso". Entre los nombres que pasaron, estaba el doctor a su lado, el famoso acompañante leal de Sherlock Holmes. La sorpresa fue encontrar el nombre de la hermana de su archienemigo, Pamela Moriarty, entre ellos. Miró rápidamente a los dos, para ver si podía extraer algo más. Sonrió de medio lado, ganándose una mirada cuestionadora de Sherlock; sin embargo, ni un centímetro del rostro de Pamela se había movido, su cuerpo no demostraba nada en absoluto, más allá de arduo entrenamiento, lo cual, al fin y al cabo, sí era algo.
ESTÁS LEYENDO
El verdadero amor de Sherlock Holmes (BBC)
Hayran KurguSherlock Holmes es un detective consultor que no es muy experimentado en el tema de los sentimientos. No tiene amigos hasta que conoce a John Wattson, su compañero y futuro mejor amigo. Sherlock tiene un enemigo de entre todos que le causa más prob...