Capítulo 18

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-Lo logramos -suspiré, agotada, sentándome junto a Luke en una de las sillas que rodeaban la pista de baile donde todos se preparaban para la gran noche.

Mi prometido guardó su celular en el bolsillo de su pantalón apenas llegué.

- ¿Sholto?

-A salvo -le respondí-. Le habían hecho la herida mortal ya horas antes de la ceremonia.

- ¿Quién exactamente? ¿Crees que se aparezca ahora si se entera que no concluyó su trabajo? -inquirió Luke-. Porque si se tomó tantas molestias por intentar asesinar a Sholto, un militar importante, debe de ser por una razón personal muy importante a la que no creo renuncie fácilmente.

En ese momento, una chispita quería encenderse en mi mente, como si la respuesta a todo estuviera en la punta de mi lengua. ¿Quién tendría motivos suficientes para asesinar a Sholto? Alguien quien debe de haberse visto perjudicado por las acciones cometidas por el militar, de seguro. Específicamente, alguien que haya sufrido una pérfida entre los fallecidos de la tropa que estaba bajo el mando de Sholto. Era lo más polémico y resaltante de lo que se lo acusaba y donde se había ganado más odio y enemigos. Pero el asesino debería de haber estado cerca de él, muy cerca de hecho en algún momento del día de la boda, hoy mismo. Eso significaba que podría ser un invitado o alguien del personal contratado. Muy posiblemente de este último grupo.

Un empleado.

Un empleado con la motivación necesaria.

Me paré instantáneamente.

-Te veo después, Luke. Debo irme.

Y sin más, me fui corriendo a buscar a Sherlock. Quizá él ya se hubiera dado cuenta, pero quizá no, y no estaba dispuesta a arriesgarme a nada. Lo encontré bailando en una sala del recinto, toda de madera brillante bajo las luces encendidas. Me detuve antes de que me observara.

- ¿Por qué estamos practicando? -le preguntó Jeanine, la dama de honor principal.

Sentí cómo mi pecho se comprimía. No me quedé a ver más. Si Sherlock prefería practicar su baile de aquella noche con ella, bien por él y mejor para mí. Mucho mejor.

Pronto un nudo se formó en mi garganta y no me di cuenta, mientras me dirigía al baño, que había chocado con John.

-Hey, Pamela, ¿todo bien? Justo iba a ver a Sherlock, ¿has hablado con él sobre el culpable? Creo que le mencionó algo a Lestrade...

Evité mirarlo a los ojos.

-Ehh...no, quería ir al baño primero.

-Vamos, puedes ir después. Acompáñame a fastidiarlo un poco.

Rodé los ojos, asentí y lo seguí sin dirigir palabra alguna.

-Bueno, ahí están -los saludó John al ver a Sherlock aún con Jeaninne-. Encantado de verlos a ambos tranquilos mientras un asesino está en mi boda.

-Un asesino. Un casi asesino para ser más específicos. Lo siento, Jeaninne, él tiende a exagerar, es difícil vivir con él.

-Especialmente muy temprano por la mañana o muy tarde por la noche -agregué sin antes pensarlo.

Sherlock me sonrió, pero yo no le devolví la mirada y simplemente me concentré en Lestrade que acababa de anunciar que ya "lo tenía".

-Oh, sí, gracias. El fotógrafo, excelente.

Me adelanté con los brazos cruzados, mirando al extraño. Era él.

- ¿Puedo ver tu cámara? -dijimos al mismo tiempo Sherlock y yo.

El verdadero amor de Sherlock Holmes (BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora