Vuelta a casa

515 43 9
                                    

Maratón 3/3

Tras un par de días después de aquello, llegó el último día de colegio y con ello las despedidas de todos los años.

Antes de reunirme con mis amigos, decidí ir a hacerle una rápida visita al profesor Lupin.
Toqué en la puerta de su aula y al escucharle darme permiso entré.

El hombre se encontraba recogiendo sus pertenencias.
-Hola profesor- dije con una dulce sonrisa.
-Ah (T/N)____- dijo con una suave risa -¿Lo tienes todo listo?-
-Por supuesto- dije - se ha predicho lo que dijo ¿Verdad?-
-Así es- suspiró -al parecer a los padres no les agrada la idea de que un licántropo enseñe a sus hijos-
-Ellos se lo pierden- dije para abrazarle -es un gran profesor-
-Y tú una excelente alumna- dijo con una sonrisa -esto es para ti-
-El mapa- dije agarrando el pergamino de su mano.
-Volveremos a vernos pequeña- dijo con una sonrisa -hasta entonces...-
-Travesura realizada- respondí con una sonrisa -buen viaje profesor-

Abandoné el aula y fui a buscar a mis amigos a casa de Hagrid.

Cuando Mary, John, Sherlock y yo estuvimos juntos, Hagrid nos dio unos almuerzos para el tren.
Nos fuimos a la estación y elegimos un vagón.
-Me pregunto que le habrá pasado a Scorpius- dijo Mary.
-Seguro que está bien- dijo Sherlock -sabe cuidarse-
-Siempre puede transformarse en un perro- rió John -¿Qué haréis este verano?-
-Cuando averigüe donde está Scorpius- dije sonriente -iré a visitarle un par de meses-
-Eso es genial- dijo Sherlock -yo seguramente haga algún viaje-
-Pues yo no lo sé- dijo Mary -mamá quiere irse a Francia para ver a parte de su familia-
-Dicen que es muy bonito- dijo John -me gustaría ir en un futuro con la mujer de mis sueños-
-Awwww- dijimos las dos al mismo tiempo.

El silbido del tren hizo que todos los alumnos se asomasen a sus vagones para volver a echar un último vistazo al que había sido su hogar durante meses.

Mientras el continuo traqueteo del tren era apenas inaudible debido a las risas, carreras por los pasillos, charlas, etc de todos los alumnos, en mi mente solo había una pregunta ¿Qué había pasado con Voldemort?.

Este año no hubo rastro de él y estaba totalmente segura de que no tramaba nada bueno.
Al menos este había sido un año meramente tranquilo en comparación con los anteriores, exceptuando los accidentes con dementores.

La señora del carrito paró frente a nuestro vagón y, como ya era tradición, decidimos abastecernos de todo tipo de dulces.
Abrí una rana de chocolate y saqué el cromo que había en su interior.

Una sonrisa familiar y una gafas redondas se reflejaban en el rostro de aquel hombre.
-¡Que guay!- gritó John -te ha tocado el cromo de tu abuelo-
-Hay muy pocos- dijo Sherlock masticando un trozo de serpiente de regaliz -y por lo menos te lo puede firmar para que sea más único-
-Si- reí -la verdad es que me muero de ganas de verle. Apenas nos hemos escrito este año-
-En el ministerio estarán abarrotados- dijo Mary.
-Mirad- dijo Sherlock -estamos muy cerca de la estación-

Comenzamos a guardar nuestras golosinas y agarramos nuestras maletas.

Los pasillos comenzaron a llenarse de alumnos ansiosos por volver a abrazar a sus padres.
Cuando el traqueteo finalizó y el silbido del tren retumbó en la estación, todos los alumnos bajaron en masa de la enorme máquina.

Sonrisas y lágrimas de felicidad iluminaban los rostros de las familias.
Justo al bajar del tren, me fijé en un hombre con un sombrero y traje de color gris gafas redondas y una enorme sonrisa.
-¡Abuelo!- chillé antes de correr a sus brazos mientras Hedwig agitaba sus alas de alegría.
-Mi niña preciosa- dijo tomándome en brazos mientras reía -has crecido mucho-
-Mira- dije enseñándole en cromo una vez me dejó en el suelo.
-¡Que bien!- dijo con una sonrisa -Sherlock tus padres están trabajando y me han pedido que te quedes con nosotros-
-Gracias señor Potter- sonrió -iré a avisar a mi hermano-
-De acuerdo- sonrió el abuelo.

Sherlock apenas me hablaba de su hermano, pues no se llevaban del todo bien.

El camino hasta casa se me hizo eterno, pues deseaba ver a mi familia con todas mis fuerzas.
Al ver a mi abuela esperándome en la puerta corrí a abrazarla.
-¡Vaya que guapa estás!- sonrió -Sherlock y los chicos te han cuidado muy bien-
-Si- sonreí.
-Ella sabe cuidarae también señora Potter- sonrió Sherlock -yo solo la ayudé-
-Ven hay una sorpresa para ti en el jardín- sonrió la mujer.
-¿Una sorpresa?- dije extrañada mientras mi abuelo subía mis cosas a mi dormitorio.

Fuimos al jardín trasero donde mi padre se encontraba cepillando a una hermosa criatura.

Al verme el animal soltó un fuerte gorjeo de alegría.
-¡Buckbeak!- dije corriendo para abrazarle -¡Qué alegría que estés en casa!-
-Eso no es todo princesa- dijo mi padre mientras me abrazaba y me tomaba en brazos para silbar con fuerza.

En el granero se escuchó un ladrido y de dentro salió un precioso perro de color negro y ojos amarillos.

Al reconocerle, una enorme sonrisa y lágrimas salieron de mis ojos.
-¡Scorpius!- dije bajando de los brazos de mi padre mientras corría para abrazarle.
-¿Se han perdonado?- dijo Sherlock.
-Por supuesto- respondió mi padre -el no tuvo la culpa-

Al encontrarnos mis brazos rodearon el cuerpo del animal que comenzó a lamer mis mejillas antes de caernos rodando por el prado.

Mi padre le llevó al granero para que se transformarse y se vistiese tranquilamente.
Al salir, corrí a sus brazos y le abracé una vez más mientras sollozaba.
-Tenía miedo de que te volviesen a encerrar- sollocé.
-Eso no pasará- sonrió Scorpius -ahora voy a vivir aquí con vosotros y si alguien pregunta por ese perro nuevo dirás que fue un regalo-
-Si- sonreí -y te llamas canuto como Sirius Black-
-Exacto- dijo revolviendo mi cabello con una risa.
-¡A comer chicos!- gritó mi abuela.

Todos volvimos al interior de la casa con amplias sonrisas pues, después de todo, ahora mi familia estaba completa.

Nota de la autora:

¡Y hasta aquí llega esta historia!
Sé que os resultará raro que suba tres capítulos seguidos pero es una ocasión especial.

¡He llegado a 1K de seguidores!
Tengo muchísimas cosas que agradeceros desde todo vuestro apoyo y las ideas que me aportáis, hasta los comentarios de ánimo tras recibir tantos comentarios negativos en mis obras.
Para mí no sois simples seguidores, pues en realidad os considero como una familia, pues siempre estáis ahí y nunca faltan vuestros mensajes y comentarios llenos de amor.
Muchísimas gracias a todos de verdad.

He de decir también que en cuanto tenga la portada preparada comenzaré a subir la cuarta parte de esta historia.
Además en cuanto termine otra historia comenzaré a subir otro fanfic titulado "La chica del rey" en la que (T/N)_____ es una campesina que vive un romance con un príncipe llamado Benedict pero que por ciertas circunstancias tienen que separarse.

Espero que sigáis dando apoyo y micho amor a mis historias como hasta ahora.

¡¡¡Os super amo!!!

Paraiso94

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 09, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La magia de la deducción (Parte 3) (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora