Brad y Angy se conocieron en la universidad donde estudiaron periodismo. Eran amigos desde hacía batante tiempo.
-Pues la verdad es que no he averiguado mucho, posiblemente lo que yo acabo de averiguar tú lo hiciste hace tiempo. -Dijo triste porque no podía aportarle a Angy nada nuevo.
-No importa tú cuentame lo que sabes y yo te contaré lo que sé. Podemos juntar la información. Y así podras ayudarme.
-Bueno...cuando entré aqui no me entretube demasido. Primero subí al piso de arriba donde entrontré la habitación de Annie, entré y pasé un tiempo allí buscando algo que me ayudara a saber algo más. Pero no encontré nada.
-Yo encontré esto- Dijo al tiempo que sacaba el diario de Annie.-Lo encontré en la estanteria de su habitación. Dice que sus padres estaban separados y que su madrastra la maltrataba. Ayer fui a hablar con Esther, la verdadera madre y psicologa que cuidó de Annie despúes del accidente. Me dijo que al hombre que mataron esa noche no era el padre de Annie. Amanda, la madrastra le engañaba con otro hombre. Esa noche Annie los vió y los mató, todavía no se las razones que tenía.
-A lo mejor es simple locura. No tenia por que tener moti...
Algo les interrumpió en aquel momento, se callaron para escuchar mejor si habia alguien realmente o solo lo habian imaginado pero ojalá hubiera sido solo una imaginación. Annie había entrado, estaba en la misma casa que ellos, bajo el mismo techo... ahi estaba, mirandoles fijamente con el pelo hacia un lado y un vestido blanco. Debia ser el vestido que llebaba cuando mató a Cathy y a su madre pues aún tenia manchas de sangre y estaba manchado por el humo que habia en la casa. Con la mano derecha sujetaba algo, parecia un cuchillo.
Annie se acercó a Angy y a Brad, y estos se levantaron rápidamente de la sillas donde se habian sentado para hablar.
-Brad, que va a pasar ahora?- Dijo asustada y susurrando para hacer el minimo ruido posible.
-No lo se, pero no le muestres que tienes miedo, muestrate indiferente.
Ninguno volvió a hablar. Habia un gran silencio, solo se escuchaban las respiraciones nerviosas de Angy y Brad. Annie abanzó hacia a ellos levantando el brazo con el que sujetaba el arma. Lo peor era su cara:se mostraba sonriente, como se estubiera feliz con lo que iba a hacer, tenia la cabeza ladeada y seguia abanzando. De pronto se paró justo delante de ellos, solo los separaban unos cuantos centímetros. La niña se quedó seria, como si hubiera algo que no le gustara, se quedó mirando fijamente a Angy, y esta miró a Brad. La joven recordó que llevaba puesto la cadenita que habia encontrado en su terraza.
-Ahora és mia-Dijo Angy mientras miraba a la niña y cojía con una mano la cadena.
Annie volvió a levantar el brazo con el que sujetaba el arma y rasgó con firmeza el brazo de la periodista.
-Corre Angy!- Gritó Brad mientras la cojia del brazo y arrastraba de ella para que se moviera.
-Y hacia donde vamos a ir?! És una casa, no podemos escondernos aqui, nos acabará encontrando. Conoce esta casa mejor que nosotros.
-No te preocupes tengo una idea.
Brad soltó el brazo de Angy y la empujó para que entrara en una habitación. Se giró para ver si Annie los seguia y la puerta de la habitación donde ahora estaba Angy se cerró.
-Brad! Que estás haciendo? Entra, rápido!
Al otro lado de la puerte estaba Brad, intentando abrir la puerta, empujandola para que se abriera pero no podia. La puerta estaba atascada y Annie se acercaba por el pasillo.
-No puedo abrirla. Prueba tú a ver si puedes abrirla desde dentro.
-No puedo Brad, esta cerrada!- Gritó asustada.
-Rápido Angy, piensa en algo.-Annie se acercaba
Angy miró a su alrededor para buscar algo que le permitiera abrir la puerta y por fin lo encontró: un bate de beisbol. Con el golpeó el pomo de la puerta tan fuerte como pudo hasta que consguió abrirla y Brad que estaba apoyando en ella a punto de ser alcanzado por Annie, cayó al lado de Angy. Cerraron la puerta lo más rápido que pudieron y se apoyaron contra ella para que la niña no pudiera entrar.
-Ay dios, Brad! Pense que no iba a poder abrir la puerta y que la niña iba a matarte.
-Tranquila no pasa nada estoy bien, pero ahora no te separes de la puerta.
Annie al otro lado de la puerta gritaba y golpeaba la puerta para poder entrar.
-Que vas a hacer Brad? Yo sola con la puerta no puedo.
-Voy aver si hay algo para que deje de sangrarte el brazo, me pone nervioso.
Angy ya no se acordaba de que la niña le había clavado el cuchillo en el brazo, estaba tan nerviosa que ni siquiera le dolía. Pasaron en esa habitación un largo tiempo. Para taponar la puerta y que Annie no entrara decidieron poner una silla apollada contar el pomo del la puerta y delante un sillón para que esta no se desplazara.
Pasaron el dia encerrados en aquella casa con Annie. No sabía cuando iban a poder salir de allí, ni si iban a poder salir...