Capitulo #3

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Kendall

¿recuerdan el % de que saliera con Al? Si ese 0,01% si tiene valor, Salí con el y esa simple salida se volvió toda una controversia. Entrar a la oficina y ver que todos me observan es muy extraño.

- ¡hey! Anne – me acerque a su puesto de trabajo - ¿me vestí mal? – pregunte y ella se negó.

-no, para nada estas muy linda – le sonreí.

-gracias, pero por algún motivo siento que todos me miran mal ¿sabes porque lo hacen?

-toma léelo – me dio el periódico Works

Estaba yo con Alberth comiendo hamburguesa la noche anterior había una foto de nosotros y al lado una con una modelo en una discoteca, tenia un mal encabezado ese documental.

- ¡Kendall! – escuche los gritos de Susan – en mi oficina ahora – estaba de sobra decir que estaba en una mala situación.

-no me digas que estas molesta por esto – dije mostrando el periódico.

-por supuesto ¿tu no? – dijo y arquee mi ceja ¿en que le perjudicaba a ella eso?

Entre a su oficina.

- ¿puedes explicarlo? – dijo y lanzo el periódico al escritorio.

-Salí con Alberth, quien es un amigo mio – me sentía como niña dándole explicaciones a mis padres por algo malo.

- ¿un amigo? ¿eres amiga de Alberth Jenner? – pregunto y pude ver que algo le estaba molestando. – conozco a Alberth Jenner y se que el no tiene amigas, es un gigolo el mas guapo del país.

-la verdad es que, si somos amigos y nada mas que eso. Incluso no creo que lo volveré a ver – ella cruzo los brazos.

-no me digas – dijo con hironia – conozco mejor que nadie a Alberth el no tiene amigas solo sexo con mujeres de una noche y ya – me preguntaba ¿Por qué le molestaba? Se suponía que debía de molestarme a mi no a ella.

-espera Susan ¿en que te afecta eso a ti? – pregunte confundida en cual seria su respuesta. – si no me equivoco es mi vida personal de la que están hablando, no veo tu nombre por ningún lado ¿o si? – ella frunció el ceño.

-lárgate. Ve a trabajar – dijo molestas – te quedan dos días para entregarme lo que te pedí, asentí y Salí de su oficina.

La verdad era que ese encabezado no me importaba ni un poco, pero aun así todos me miraban como si fuera la mujer con mas suerte de este mundo, solo por salir con el hombre mas engreído del país.

-Kendall a mi oficina – no tuve tiempo de sentarme en mi escritorio cuando Susan me llamo de nuevo, supuse que me gane la lotería con ella pues nadie ha pasado mas de dos veces en la oficina de Susan y vivido para contarlo literalmente.

- ¿en que te ayudo? – dije al entrar.

-te doy diez días para mostrar el peor documental sobre Alberth Jenner que jamas ha salido – arquee mi ceja.

-no haré nada así – cruce los brazos – no dañare la reputación de nadie que no me ha hecho nada malo.

-no estés tan segura de eso – ella arqueo sus brazos y se levanto de su asiento. – si no lo haces yo me encargo de despedirte y de que no puedas conseguir trabajo en ninguna revista parecida a este – fruncí el ceño quería matarla – a demás piénsalo, esto es una buena oportunidad para ti. Tendrás tu primer documental tómalo como un ascenso en tu carrera – apreté mis puños para no golpearla.

- ¿Qué ganas tu con eso? – le pregunte y ella sonrió.

-bueno que mas que una buena publicidad, venta, dinero – sonrió – no era la única para este trabajo, si no lo haces tu lo podría hacer alguien mas, como por ejemplo Anne o Ruth – me imaginaba ahorcándola con su collar de perla.

Mas allá del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora