Mas allá del Amor

Capitulo #8

Alberth

Tener sexo es algo muy relajante, pienso que es el mejor ejercicio que alguien pudo haber inventado. Pero cuando lo hice con Kendall fue algo diferente, jamas en mi vida había tenido sexo de esa forma, sobre todo no me había dormido con nadie con el que lo había hecho, la verdad es que ni siquiera lo hice con Alanna.

Desperté junto a Kendall, me levante de la mejor forma posible, ella abrió sus ojos me sonrio y luego se subió sobre mi pecho y me dio un beso en los labios me preguntaba "¿Por qué me sentía tan extraño?" estaba algo feliz me sentía tan radiante, mejor que los días en los que ganaba un juego por algo que hice bien. Me levante, me coloque mi short de pijama y baje las escaleras descalzo fui a mi pequeño bart y tome una botella de whisky y Salí al balcón durante minutos me quede ahí parado mirando la ciudad sintiendo el frió del aire.

- ¿estas bien? – sentí sus manos rodearme, me di la vuelta y le sonreí.

-si, la verdad es que jamas me sentí mejor ¿y tu? – ella usaba de bata mi camisa – mi camisa te queda mejor a ti que a mi – ella sonrio.

-estoy feliz – lo notaba por la enorme sonrisa que tenia.

-yo también estoy feliz.

¿Cómo es que yo no estaba feliz? En realidad me sentía muy mal ¿Por qué me sentía asi de mal? Eran cosas que me pregunta, cosas que pasaban por mi mente en ese momento, tenia un profundo miedo era el miedo por fallarle a Kendall, no cumplirle como se Debía, tenia miedo de no hacerla feliz.

-tengo hambre pediré algo – entre y tome el teléfono.

-no ¿Qué tal si preparo algo? – sonrió y asentí.

Fue a la cocina, la seguí la vi sacar cosas de la nevera mientras sonreía, era tan incomodo verla tan feliz e imaginar que así como se la daba se la podía quitar.

-eres hermosa – ella sonrió.

-Y tu tan perfecto – la verdad es que no estaba tan seguro de eso.

Creo que lo único perfecto es lo imperfecto porque los defectos hacen tan único e irreemplazable a cualquier persona esas eran cosas que para ese momento yo no entendía.

- ¿Qué tal si vamos a cenar a algún restaurante? – le pregunte mientras comíamos sus panquecas.

-eso suena genial.

La verdad es que Kendall era una mujer tan única como ninguna, cualquier hombre podría enamorarse fácilmente de ella, por el simple hecho de que no finge ser quien no es, sabe lo que quiere y esta dispuesta a ir por eso sin dudarlo.

Poco a poco nuestra relación se fue volviendo mas y mas seria, como en toda relación siempre discutamos la mayoría de las veces por rumores o especulaciones de los medios de comunicación siempre hablaban de que se me había visto con otra mujer, pero no jamas hablaban con pruebas, porque no habían, eran eso rumores y nada mas que eso.

Estaba en mi temporada de fútbol americano y era muy difícil salir y divertirme un poco, en lugar de eso llevaba a Kendall a teatro.

- ¿Qué veremos hoy?

-el cascanueces – entramos y nos sentamos.

Debía, tenia miedo de no hacerla feliz.

-tengo hambre pediré algo – entre y tome el teléfono.

-no ¿Qué tal si preparo algo? – sonrio y asentí.

Fue a la cocina, la seguí la vi sacar cosas de la nevera mientras sonreía, era tan incomodo verla tan feliz e imaginar que así como se la daba se la podía quitar.