Leah: 6 "Alcohol, drogas y mucho sexo"

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El sol me pegaba en la maldita cara, pero por alguna extraña razón no me quemaba, sino era como una sutil caricia. Trate de moverme pero para mi desfortunio tenia algo pesado en mis piernas. Trate de levantar mi cabeza un poco y logre ver que...Tenia a Guillermo tendido en sobre mi.

-¡Guillermo, quítate a la chingada! –Grite mientras trataba de mover a Guillermo, pero mi intento fue en vano.

Gire un poco mi cabeza hacia la izquierda y logre ver que Cassia estaba tendida sobre el suelo.

-Has tardado mucho en despertar querida hermana. –Dijo la voz de Peter con tono calmado.

-En lugar de estar hablando deberías quitarme a este tonto de encima, ¿no?

Se acerco hacia mí, y agarro a Guillermo de los brazos y me lo quito de encima. Me levante y trate de sacudirme lo más que pude, note que apenas se estaba despertando Guillermo, Tristán estaba junto a Peter.

-Ahora solo necesitamos que Cassia despierte, lo que será muy difícil, esa chica duerme demasiado. –Dije.

-Te estoy escuchando. –Me dijo una dormida Cassia. –Al menos yo si duermo no como tu.

Peter y yo reímos.

-¿Alguien me puede decir donde demonios estamos? –Pregunto Guillermo un poco enojado.

-Parece como si estuviéramos en el Cielo. –Contesto Cassia, que estaba fascinada con un manzano hermoso.

Guillermo comenzó a reír a carcajadas, parecía un psicótico

-¿Cielo? No seas patética, esto no puede ser eso, debes estar alucinando. –Repuso Guillermo con un gran enojo combinado con sarcasmo. –Tal vez sea el mismísimo Infierno querida.

-¡No es el Infierno, estupido! –Grito una voz gruesa masculina.

Me paralice, no quería voltear, el miedo me consumió por completo; era como si tuviera el control de mi cuerpo.

-¿Por qué no volteas a verme maldita mortal? ¿Acaso tienes miedo hacia mí? –Grito otro hombre, por lo oído había más. Gire por fin y mire que mis hermanos y Tristán estaban echos prisioneros y el tipo que gritaba tenia un látigo en la mano y le gritaba a Cassia. –Te enseñare respeto maldita mortal. –Alzo su látigo dispuesto a lastimar a Cassia. – ¡Toma esto!

Cerré mis ojos esperando oír cuando el látigo impactara con la piel de mi pequeña hermana, pero...No lo escuche.

Abrí mis ojos y observe como el látigo de alguna extraña manera estaba...Estrangulando al tipo que lo llevaba en la mano, mire a Cassia tenia las manos alzadas, su mirada era aterradora como si ella estuviera controlando aquel látigo para que hiciera lo que ella pedía.

-¡Te ordeno que pares Cassia! –Grite, y esta "despertó", pero para mi sorpresa cayo desmayada.

El hombre a quien había estrangulado, seguía con vida, bueno apenas.

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