Un cachorro embarazado [En Edición]

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Ya era el día siguiente y Coraje estaba en la entrada de la escuela esperando a su pareja con gran nerviosismo mientras veía a sus compañeros ir a casa. Los minutos parecían horas y gracias a ello su cerebro comenzó a divagar nuevamente alimentando su inseguridad ¿Por qué Katz tardaba tanto? ¿Y si ya lo sabía? ¿Qué tal si Kitty se lo dijo? ¿Él no sería capaz de abandonarlo, o si?

Dió un pequeño salto de sorpresa cuando una mano se posó sobre su hombro, a su lado se encontraban Cajún y Bunny haciéndole compañía.

—Nos vemos mañana— Apenas notaron el auto de Katz a la distancia decidieron que sería mejor irse, Cajún y el pelirrojo nunca se habían llevado bien por lo que Bunny tiraba de su brazo para evitar una pelea en público.

—Solo lo defiendes porque quieres que su hermana te— Rápidamente la chica cubrió los labios de su amigo antes de que pudiera terminar de describir como según él Bunny quería ser tomada por la hermana de Katz. —Y no lo olvides, si el idiota te pone un solo dedo encima dímelo y haré que lo sirvan de almuerzo en la cafetería—

Coraje solamente pudo reír nervioso por los comentarios del pelinaranja. De forma casi sincronizada el auto de Katz se detuvo frente a él cuando sus amigos se fueron.

—Sube pequeño— El pelirrojo con una sonrisa en su rostro abrió la puerta del copiloto para dejarle entrar  —¿De que querías hablarme?—

Al escuchar su pregunta Coraje solo pudo pensar en que como siempre su novio era alguien muy directo.

—Te lo digo en casa, está bien— Respondió con el rostro agachado miéntras que en su cabeza pensaban mil y un finales que podrían ocurrir si le daba aquella noticia al mayor mientras conducía

No muy convencido acepto aunque no podía evitar preocuparse aún más por la extraña actitud que estaba tomando el menor, el camino a la casa del pelirrojo fue en silencio, una vez que estuvieron frente a la residencia del mayor ambos bajaron del auto y entraron a la casa

En la sala fueron recibidos por Kitty quien disfrutaba de su día libre viendo viejas series de televisión.

—Todo sería más sencillo si pudiera desapareserte— Respondió la chica fingiendo cansancio luego de que Katz la llamará perezosa por dejar los cojines tirados.

—¿No eras ya una bruja?— Se defendió él luego de que le lanzará uno de los cojines. Katz estaba listo para comenzar una pelea con su gemela al menos hasta que la risa de Coraje los hizo volver a la realidad, ahí fue cuando Kitty cayó en cuenta de algo.

—¿Ya se lo dirás?— Preguntó sorprendiendo no solo al varón, ¿su hermana estaba enterada de eso?, Sino también al propio coraje pues no lo esperaba

—¿Ella ya sabe?— Interrumpió Katz antes de que su novio pudiera contestar algo

—Se muchas cosas de él hermanito, soy su doctora después de todo— Contestó ella dejando a los chicos solos en la sala para darles privacidad. Katz se quedó pensativo por aquel comentario de su hermana

Ven, sentemonos en el sofá -Dijo tomando de las manos al menor haciendo que este se sentara junto a él- ¿Ya me dirás de qué quieres hablar?

Katz... Recuerdas que hace un par de semanas tú y yo... t-tuvimos relaciones -Mencionó resiviendo un asentimiento  de parte de su pareja- Yo... Y-yo... E-estoy embarazado, Katz. Tendremos un bebé

-El rostro del pelirrojo era un tanto confuso para Coraje, parecía que quería sonreír y a la vez gritar o enojarse-

¿U-un bebé? -Preguntó aún sin poder creerlo, el rostro serio de su pareja era más que necesario para saber que este no bromeaba o algo por el estilo- No puede ser, no, no, tú no puedes estar embarazado -Dijo con un tono desesperado poniéndose de pie-

Pero lo estoy Katz, el bebé es tuyo -Respondió el pelirosa sintiendo como sus nervios incrementaban aún más que antes-

-Al notar que el menor estaba asustandosé decidido calmarse sentándose nuevamente y abrazando a su novio recargando​ la cabeza de este en su pecho-

Perdón Coraje, no quería sonar así -se disculpó con él- Cachorro. Estoy feliz, lo que yo más quiero es formar una familia a tu lado, y lo sabes -besaba el cabello del menor para tranquilizarlo- pero también me siento como un complemento idiota se supone que yo soy el adulto aquí y no te cuide como debería, es mi culpa que tengas que pasar por esto peque.

No es tu culpa, los dos tuvimos que ver, además, yo quiero tener al bebé -Comentó separándose un poco para ver a los ojos al pelirrojo-

Bien -sin separarse acarició la mejilla del pelirosa- Dame unos días para pensar un poco sobre eso y yo te llamaré después para ver qué haremos de ahora en adelante ¿okey?

Si -Contestó notando como sus ojos se humedecían un poco, después de aquella pequeña charla ambos pasaron la tarde juntos hasta que Muriel llamó a Coraje a su teléfono para que volviera a su hogar antes de que se hiciera más tarde, él mayor llevó a su pareja hasta su hogar despidiéndose de Coraje una cuadra antes de llegar a la casa del pelirosa-