Un cachorro embarazado [En Edición]

Séptimo Mes: Sucesos Extraños

El séptimo mes de gestación de Coraje había dado inicio y con él el ultimo trimestre de embarazo, ahora su estómago estaba aún más abultado. Los nuevos cuidado por parte de su madre, no se hicieron esperar, cada noche recibía un suave masaje en el vientre con una crema hidratante para reducir la aparición de estrías después del parto pero estos nuevos cuidados no eran lo que tenían preocupado a Coraje, ni siquiera la noticia de que faltaría a la escuela en un buen tiempo lo hizo.

Lo que tenía verdaderamente desconcertado al pelirosa era la actitud de su padrastro, Justo siempre se caracterizo por gritarle y culparlo por todas lo ocurrido en la residencia Bolsa pero ahora solamente parecía ignorar a la existencia de Coraje.

Muriel decía que era porque en el fondo Justo era alguien bueno y no se atrevería a hacer que dañará a Coraje en ese estado pero aún así él no podía dejar de tener un mal presentimiento.
Simplemente no podía creer que luego de todos esos años en los que lo trato como a un perdedor y sufrir toda clase de "bromas" de su parte ahora solamente fingiera no verlo.

—No pienses mucho en eso, ve el lado positivo. Al menos no debes preocuparte por él— Decía Bonny mientras ayudaba al pelirosa a sentarse en su cama y ella a su lado.

—Quizás tengas razón—

Tal vez su madre estaba en lo cierto y ni siquiera Justo sería capaz de ser malo con él en su estado. Aún así coraje no podía dejar de pensar que había algo raro en el comportamiento del anciano.

—¡Muriel! ¡¡Muriel!! ¿Que diablos fue ese ruido?— Gritaba este mientras salía de la cocina hacia la sala luego de que coraje tumbara por accidente uno de los floreros del lugar. —Eres tú—

Dijo suavizando ligeramente su tono de voz luego de ver al pelirosa en la sala con una expresión de preocupación, Justo no dijo nada más, simplemente se fue por donde llegó dejando solo a Coraje.

—¿A sí que no te gritó? Eso es muy inusual de su parte— Comentó intrigado Katz luego de que Coraje le contó lo ocurrido por teléfono —Pero alégrate cachorro, es una cosa menos de que preocuparse—

El repentino cambio de actitud por parte de su suegro era algo que quitaba un peso de los hombros del pelirrojo pero aún así sabía que no debía bajar la guardia.

Las personas nunca sabían que esperar de Justo Bolsa. El hombre se caracterizaba por su carácter explosivo el cual solamente se volvía amable cuando quería conseguir un favor o alguna otra cosa de alguien más y eso no le daba buena espina.

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Lo se, lo se. El capitulo es muy corto pero honestamente me parece que es un buen capitulo, aun así le pido una disculpa por esto, espero poder regresar pronto con un nuevo capitulo de esta historia n.n