Sexto Mes: Convivencia con los Suegros

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El sexto mes de gestación de coraje daba inicio y ese mismo fin de semana iría de vista a la casa de Katz, hacia tiempo que pensaban en ello y ambos estaban de acuerdo en que ya era tiempo de que los padres del pelirrojo se enterasen de que serán abuelos.

Los padres de Katz ya conocían y amaban de sobremanera al pequeño pelirosa pero eso no evitaba que este se sintiera ansioso, esa no era una noticia cualquiera por lo que el mayor prepararía una cena especial esa noche.

Debido a los dolores de espalda que comenzó a sentir pocos días antes de iniciar el mes Kitty fue a recogerlo a su hogar pues a Katz le preocupaba que algo le pasará en el camino, aún cuando el pelirosa se negó el par de hermanos no cedieron ni un poco. En ocasiones podían ser igual de obstinados.

—¿Estás nervioso?— Preguntó la chica sin quitar la vista del camino.

—Un poco quizás— Admitió con algo de vergüenza el otro llevando sus manos a sus rodillas.

—No tienes porque estarlo, mis padres te quieren mucho y lo sabes— Dijo deteniéndose en un semáforo que se encontraba en rojo.

—Si, pero es inevitable. El día que le contamos a mis padres no podía dejar de temblar— Contó —Sentía que en cualquier momento me desmayaría—

—Bueno ahora debes relajarte o le puede hacer mal al bebé— Decía arrancando el auto una vez más. —Por cierto, dime una cosa. ¿Has tenido algún malestar en estos días?—

—Además de los dolores de espalda no, bueno el pequeño Katz se he estado moviendo más de lo común pero Carolina dijo que es algo normal— Recordó coraje de su última revisión.

El resto del camino siguieron hablando sobre recomendaciones que Kitty tenía ya que el segundo trimestre del embarazo de Coraje estaba por terminar.

Llegando a la casa que el par de hermanos compartía el menor sintió como la inseguridad se apoderaba de su cuerpo con más fuerza recibiendo una pequeña palmada en la espalda de parte de su cuñada para darle ánimos.

—Vamos peque, no pongas esa cara. Todo saldrá bien, anímate mi hermano se ha esforzado mucho durante todo el día para preparar una comida especial— Comentó la pelirroja abriendo la puerta para dejar pasar al menor.

—Lo sé, es solo que no puedo evitar estar nervioso. ¿Qué dirán tus padres al enterarse de que el hijo que espero es de tú hermano?, Él es mayor que yo y sabes que eso no es bien visto. Ni siquiera tratándose de un Doncel— Respondió Coraje caminando hacia la sala, necesitaba sentarse un poco.

—Te entiendo, pero preocuparte demasiado no resolverá nada y podría traer graves consecuencias para ti y tu bebé.— Al ver la expresión compungida del chico Kitty llegó a una conclusión —Espera aquí, iré a buscar a la cocina a buscar a Katz— Y sin decir más la pelirroja se fue dejándolo ahí.

Mientras tanto Coraje jugaba con sus pulgares en un vago intento por distraer su mente en otra cosa que no fuera la dichosa cena. No pasó mucho para que el pelirrojo entrará corriendo a la sala como si de eso dependiera su vida.

¡Coraje!, ¡¿Amor estás bien?!— Preguntó arrodillándose y tomando las manos de su chico de forma tierna.

—S-si, ¿Por qué lo preguntas?— Intentó que su voz sonará lo más convincente posible.

—Kitty me dijo que has estado raro desde que te recogió— Dijo sentándose al lado del menor para comenzar a acariciar el abultado estómago del mismo.

—N-no es nada... Solo un poco de nervios— Respondió recostándose en el hombro de su pareja

—No debes tener nervios, sabes que mis padres te adoran. No creo que reaccionen mal por nuestro bebé— Katz rió levemente antes de depositar un beso en el cabello rosado de Coraje.

Pasaron un buen rato en silencio en aquella posición hasta que el sonido del timbre los trajo de nuevo a la realidad.

—¡Kitty, abre!— Pidió el mayor de los hermanos ayudando a su novio a ponerse de pie.

—No es necesario que hagas esto, yo puedo ir llegar al comedor por mi cuenta— Insistía el menor con vergüenza en su voz, Katz en ocaciones podía ser muy empalagoso para con el menor, y Coraje no era el único que lo creía, solo el mismo Katz era quien no se daba cuenta.

—Bobo... Mientras yo esté para ayudarte tú no deberás hacer nada, de ser posible hasta te alimentaria— Dijo con tranquilidad ayudando al otro.

Luego de que el menor tomara asiento Katz salió en dirección a la cocina para servir la comida y llevarla la mesa. Casi al mismo tiempo llegaron Kitty y sus padres, el padre de Katz, Armand, un hombre alto, castaño, de facciones duras, con una mirada sería e intimidante a opinión de coraje.  Parecía sorprendido de ver a Coraje ahí. Cosa que no pasó con Catherine, quien solo tomó asiento junto a su marido e hija en silencio.

Cuando el pelirrojo apareció con una charola en las manos su hermana le ayudó a colocarla en la mesa, todo aquello en un silencio algo incómodo para todos, silencio que fue roto por la madre de los pelirrojos.

—¿Ya nos piensan decir que seremos abuelos o lo harán hasta el día del parto?— Dijo la mujer con la misma tranquilidad con la que hablarías con otra persona sobre el clima o cualquier otro tema banal.

—¡Mamá!/¡Catherine!— Regañaron su esposo e hijos mientras que el pelirosa en ese momento no deseaba otra cosa más que desaparecer por la vergüenza.

—¿Qué no es por eso para lo que no llamaron?, ¿Y sino para qué otra cosa estaría aquí Coraje?— Respondió sin dejar su forma tranquila de hablar. Katz y Coraje miraron a la pelirroja con cara de incredulidad.

—B-bueno si... ¡Pero quería ser yo quien lo dijera!— Contestó Katz terminando de servir la cena y tomando lugar junto a su novio. —Tú sí que sabes cómo arruinar una velada—

—Bah...— Fue la única respuesta de la mujer para empezar a comer junto a los otros entre bromas e historias del pasado.

Esa noche Coraje se había liberado por fin de una gran carga que le pesaba desde hace mucho tiempo.

Sus suegros al fin sabían la verdad y eso hacía sentir al pelirosa como si todo mejorará con ese simple hecho

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¡Hello! ¿Cómo han estado estos meses de abandono?, La verdad me ha ido de la chinga*a, ni siquiera pude hacer los especiales que tenía planeados para Halloween y Navidad pero bueno, espero que acepten mi humilde ofrenda y su sed de sangre sea apacigüe(?) :'v

Bueno, los dejos con las reacciones de mis beta readers cuando vieron que actualizaría y nos vemos el próximo milenio plata, bye, bye. Xd

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Un cachorro embarazado [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora