Capítulo 20 : "Un encuentro inesperado"

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Capítulo 20

"Un encuentro inesperado"

Harold:

            El sábado, después de haberme encontrado a Simon por casualidad y ver que la vida había sido justa con él, a diferencia de mí. Decidí conducir y perderme en las calles de Los Ángeles. Necesitaba estar solo aunque fuese un rato. La música estaba a todo volumen en mi reproductor, haciéndome perderme en cada canción que escuchaba. Hasta que "Nothing Else Matter" de Metallica me regresó a la realidad justo en el instante en que mi automóvil se detuvo sin previo aviso cerca de la calle.


— ¡Perfecto!... ¿No me digas que te vas a accidental justo ahora?—dije irritado al abrir el capo de mi automóvil.


      Alguien que no esperaba se acercó a mí, al ver que necesitaba ayuda.


—¿Puedo ayudarte?


     Me giré al escucharlo y lo reconocí, sin él saber aquello en común que ambos teníamos. Aparte de que ambos formábamos parte de un equipo de fútbol americano.


—La realidad no creo que me puedas ayudar.

—Estudio mecánica automotriz... Por lo que tranquilo. Déjame echarle un ojo a tu automóvil y te ayudo.

—Bueno... Si insistes...

—Soy Robert...—extendió su mano derecha con educación.

—Harold...—respondí manteniendo la distancia, aunque extendí mi mano, al mismo tiempo en que lo detallaba con más curiosidad.


     Ambos eramos posiblemente de la misma edad. Pero a diferencia de mí, él era de cabellera castaña clara y ojos café.


—Me has hecho recordar a alguien.

—¿Sí? ¿A quién?—le pregunté por mera cortesía, deseando marcharme de aquel lugar. Ya me encontraba irritado.

—A mi novia cuando la conocí... Ella era así de desconfiada.


      Mi rostro de pronto cambió la expresión. Aquello había sido un golpe bajo de la vida. Ser comparado con la mismísima Ariana. Juro que si ella lo hubiese escuchado, de seguro se molestaría con él.


—¿No me crees?—se burló de mi reacción.

—No, no es eso... Solo que no me lo imagino.

—Cuando la conocí, estaba sola peleando con su automóvil en el estacionamiento de la universidad UCLA. Acudí a su rescate como un buen samaritano. Sin embargo, su frialdad me mostró que había algo tan fuerte que le hacía ocultar a su verdadero yo. Algo que la hacía se así para ocultar su tristeza o su dolor.

—¿Y lograste conocer sus motivos?


     Quería saber si ella le había hablado de mí. O de lo ocurrido hacia dos años atrás. De que un tonto había hecho una apuesta. Y que ella había sido aquella apuesta. Había sido la carnada para ganarla, sin importarle lo que pudiese sentir ella.


— No en realidad... A veces, cuando me encuentro de nuevo con su mirada perdida. Quisiese que ella me dijera que ocupa sus pensamientos. Pero le respecto su silencio... Sin embargo, le agradezco el que me hubiese permitido acercarme a ella. Hacerle ver que no todos los hombres somos iguales. Hoy quienes como yo que somos capaces de mover cielo y tierra por quienes amamos—sonrió—. Mis hechos fueron los que en verdad hablaron por mí. Por lo que ella empezó a creer en mí.

—Debe ser una afortunada...

— El afortunado soy yo... No me cansó de escucharla. Siempre que le tomó una foto con mi móvil. Hay un antes y un después... Y aunque ella es la que suele agradecerme por haberle dado una oportunidad y por haberle tenido paciencia. El agradecido soy yo... Es una maravillosa mujer.

—Debe serlo...


      Claro que lo era. Era algo que realmente sabía. Pero no iba a admitir ante él.


   Yo era el pasado de ella... De Ariana.


—¡Tienes una cara! ¿Problemas del corazón?

—No... Nada que ver...—dije secamente—. ¿Ya has visto que tiene? ¿Por qué se ha accidentado?

— Se ha soltado solo un cable... Listo. Prende de nuevo el motor...Ah, una cosa, sé que no es mi problema, pero lo que te haya herido a ti, es mejor que lo dejes atrás...—dijo sin imaginarse a quien le daba ese consejo, mientras se acercaba a mi ventana y yo prendía el motor de mi automóvil—. Soy un buen oyente...

—No creo que sea tan fácil, cuando sin querer he sido el causante de las heridas de alguien que he vuelto a ver...

—Buscala entonces, y pídele perdón...

—No sé dónde está ahora... Sin embargo, creo que si lo supiera, y si ella quisiera, le diría que lo que hice fue lo más tonto que he hecho en mi vida y que no hay día en que no me torturé por eso...— "¿le había dicho eso a él?", no sé cómo. Pero era lo que había hecho—. Gracias por tu consejo... Tal vez es lo que necesite hacer. Sacar ese lado humano que no le hice ver.

—Prendió... ¡Viste! — vio un logo que tenía pegado en la guantera—. ¿Perteneces al equipo de Los Southern California Trojans o eres aficionado?

—Soy el Mariscal de campo de Los Southerm California Trojans. —le informé, mientras lo veía sonreír.

—Buen partido el del fin de semana. Yo soy receptor de los UCLA Bruins.

—Sí... ¿Eres quién nos hizo perder la última anotación?

—Ese mismo soy... Espero que no haya ningún resentimiento por eso.

—Nada que ver... Ha sido un gusto conocerte. Hasta un próximo encuentro en el campo...

—Igual.


Ariana:

    Saber que Robert había conocido a Harold y le había ayudado me hizo sentirme indignada con la verdad. Un encuentro inesperado con mi pasado ahora lo hacía alguien tan presente.


—Te juro que no soporte cuando Robert habló bien de Harold... Si supiese la verdad. De seguro cambiaría de decisión. —le expresaba a Jennifer por teléfono.

—¿Y por qué no le dices la verdad de una vez por toda?

—¿Para qué?... No es necesario... Harold es un pasado que está muerto para mí. Está muerto en mi vida.

—Sin embargo, aún te afecta...

—¡No, no me afecta!

—¿Segura?... —su rostro mostro su incredulidad sobre mis palabras— Discúlpame por lo que te voy a decir, pero es lo que parece...

—Jennifer, lo único que me molesta es lo tanto que la vida trata que él esté cerca de una u otra forma en mi vida... No me agrada que Robert haya hablado con él. Sabes que Harold no me agrada para nada. Es una mentira. Una completa y vil mentira.

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Muchas gracias por sus lecturas, su apoyo, sus comentarios y sus votos... Gracias. Aquí les dejo un capítulo más :D

Dije que te amaba... Pero mentíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora