Dije que te amaba... Pero mentí

Capítulo 26 : "Realmente lo siento"

Capítulo 26

"Realmente lo siento"

Ariana:

La miré con asombro. ¿Realmente él estaba diciendo que lo sentía?

Harold:

—Realmente siento mucho lo que te hice... Fui un verdadero idiota. Y sé que no merezco tu perdón—respiré hondo—. Creo que lo único que he aprendido en la vida es estropear todo lo bueno que me ocurre. Disculpa por aparecer esta noche.

—Lo hecho, hecho está... Aprendiste tu lección, ¿o no?

—De la peor manera...

—Solo hazme un favor... Mantén la distancia y haz como si jamás nos hubiésemos conocido antes. Sigue tu camino lejos del mío. Buenas noches, Harold...

Ariana:

   Sé que había sido un poco cruel. Pero creía que era lo mejor para ambos. Y no veía necesario que Robert supiera que Harold había sido quien me había roto el corazón.

   No quería remover el pasado. No quería que Robert pensara que Harold aún me importaba y por eso mi actitud. Sin embargo, era consciente que el tiempo a veces da al descubierto verdades que no deseamos. Si no era Harold o yo quien se lo decíamos de una vez, él terminaría enterándose de otra manera.

Por una tercera persona.

Harold esperó a que yo llegase primero a la mesa y luego se acercó.

—He recibido una llamada urgente y debo marcharme...—mintió, mientras miraba a Robert y luego a mí—. Gracias por invitarme a su mesa esta noche. —y se marchó.

—¡Qué lastima! Espero que no haya sido por algo grave.

   Aquella noche comprendí que no estaba todavía dispuesta a perdonarle. Y eso también me hacía una peor persona. Mi corazón se había hecho tan frío como el suyo al seguir con aquella apuesta.

Quizás con el tiempo le perdonaría. Pero esa noche no era el día.

Harold:

   Intenté llevar la vida como la había llevado desde que había salido de preparatoria, aunque ya no era ese idiota que había hecho llorar a Ariana.

   Iba a mis clases, procurando mantener mis notas, al mismo tiempo, en que me encargaba de que el equipo se mantuviera en cada juego con la mejor racha de esa temporada. Esperando, al mismo tiempo, que un equipo de la NFL (La National Footbal League-Liga Nacional de Fútbol americano), me viera jugar y me contratara. Pero, a pesar de todo eso, jamás el vacío se iba, sino que se impregnaba más en mi interior.

   Ningún esfuerzo podía acabar con todo aquello. Tristemente se hacía infructífero.

   Ella seguía en mi cabeza como nunca pensé que lo estaría.

    Una tarde, después de nuestro habitual entrenamiento, me despedí del equipo. Esa noche me había invitado a una fiesta en la fraternidad. Había considerado ir, pero luego había comprobado que de nada me servía ir. Siempre acaba aburriéndome. Y me iba más temprano de lo habitual.

—¡Espera!... —me había dicho Nathan al alcanzarme.

<< ¡Perfecto! Mi consciencia...>>, me expresé con fastidio y resignación.

—¿De nuevo con esa cara? —me preguntó.

—Es la única que tengo.

—¡Sí, por supuesto! Lo había olvidado...

—¿Qué quieres Nathan?

—¿No puedo acercarme a hablar con un buen amigo?

—Cuando lo haces de esa manera, siempre es por algo, por lo que mejor ve al grano. —bufé con fastidio.

—¿Te veo esta noche?

—No lo sé...

—¿No lo sabes? —se rio al cruzar los brazos—. No irás, ¿verdad?

—Y si no voy, ¿Cuál sería el problema?

—Que es hora de que retomes tu vida y le des sentido... Y por lo que veo, ahora a quien veo es a un títere no una persona, y ese es el problema. Eres mi amigo, y sé que no estás bien.

   Sabía que el consejo de Nathan era bueno. Pero no me encontraba de ánimo para fingir quien no era en ese momento. Y una vez más observaba con mis ojos como el dolor y las malas decisiones pueden seguirnos, sin haberlo pensado antes.

   El tiempo pasa ahora lento mientras intentó continuar mi vida, sin Ariana. Es tan cruel saber que alguien la ama como pude amarla yo. Alguien está a su lado y la hace feliz... y ese no soy yo. ¿Por qué mentí? ¿Por qué decidí continuar con aquella apuesta? ¿Por qué me ofrecí a participar en aquella estúpida apuesta?

   Ya no siquiera puedo dormir con tranquilidad, a mi mente suele llegar ese pasado, haciéndome recordar el momento en que la hice llorar. Me duelen todas esas lágrimas que ella derramó por culpa mía. Y siento que decir "lo siento" ya no es suficiente. Cuando se ama en realidad no se hiere.

Ahora solo soy un hombre que sufre insomnio.

—Haré algo por ti... Haré lo que me has pedido...—expresé en una de esas noches con insomnio.

Ariana:

    Siempre la verdad sale a la luz, aunque se intenté mantener oculta. Mientras me encontraba reunida con Jennifer, Robert había llegado queriendo sorprenderme.

—Yo solo fui su apuesta... Aquella estúpida ingenua que creyó en él y en cada una de sus palabras. ¿Encontrándose qué? Encontrándose a la final que todo era una mentira... ¿Crees que es justo que remueva ese pasado ahora? ¡Pues no!... Harold murió en mi corazón mucho antes de conocer a Robert. Y me interesa un pepino si está arrepentido y se siente culpable por lo que hizo... No quiero que Robert se peleé con Harold por algo que pasó antes de conocernos. Por eso he decidido no contarle nada. Amo mucho a Robert...

   En ese instante Robert hizo ruido para advertirme de que él había llegado, sin hacerme ver aquella verdad de que él ya me había escuchado.

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Un capítulo más. Gracias por darme una oportunidad con esta historia. :)