Capítulo 27 : "En frente a Robert"

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Capítulo 27

"En frente a Robert"

Ariana:

    Hice silencio. Y Robert entró en ese momento, fingiendo mejor que yo que no había existido aquella conversación. Me sorprendió con aquella sorpresa que llevaba en su mano derecha, mientras yo saltaba a sus brazos con alegría.


—Juro que me tienes mal acostumbrada y muy consentida...—hice un puchero—. Gracias por amarme tanto.


    Robert me abrazó con más fuerza. Entendiendo el por qué cada vez que le escuchaba hablar sobre Harold mi rostro cambiaba de expresión. Hasta mi propio humor. Lo que había querido saber cuando nos conocimos, ahora lo sabía. Por lo que respectaba mi postura y mis razones de por qué no quería decir nada.


    A veces que entendía por que a veces cuando Harold me miraba, su mirada se veía tan perdida. Como si estuviese, a su vez, llena de tantas culpas.


—Sabía que te gustaría...—expresó y luego me besó.


     Sonreí sonrojada al observara aquella concha de mar que él había colocado en mis manos.


—Sí, me ha encantado... Es hermosa—en ese instante me acordé de que Jennifer se encontraba presente—. Ahora entiendes porque cada día le agradezco a Dios el haberlo conocido... ¿Quién me iba a consentir tanto como él?

—Sí... Ya veo...Pero les voy a agradecer un poquito de piedad, recuerden que mi amorcito está muy lejos de aquí...


    Robert y yo nos reímos, mientras él nos observaba. Decidiendo guardar también aquel secreto.


—Ahora sé tu secreto...Y te comprendo—se dijo a sí mismo, mientras conducía de regreso a UCLA, después de haber dejado a Jennifer en la casa de sus padres—. Ahora voy entendiendo muchas cosas. Las piezas han empezado a encajar en mi mente.


   A la mañana siguiente desperté al escuchar el sonido de mi móvil.


<< Ariana, hoy no podré llevarte a tu trabajo. Se me presentó un asunto que debo solucionar el día de hoy. Espero que me disculpes. Te amo...>>


Nunca pensé que algo más estaba detrás de aquel mensaje de texto.


Harold:

   Había recibido una llamada de Robert aquella mañana, que me había sorprendido. Él me exigía vernos en un lugar retirado de nuestras universidades. Me había pedido verlo en la playa Santa Mónica.


    Y algo en mi interior me advirtió todas las posibilidades que le había llevado a eso.


    ¿Partirme la cara? ¿Decirme que hasta allí había llegado nuestra amistad? ¿O qué perdía mucho en creer que Ariana me perdonaría?


    Simplemente, me extraño que me hubiese reunido en aquel lugar.


     Subí a mi automóvil sin decirle a nadie sobre aquella reunión que tendría con Robert. No era ningún cobarde para estar buscando a alguien en ese momento y así no sentirme solo en aquel encuentro.

Dije que te amaba... Pero mentíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora