Papá

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Capitulo #5 – Papá

Louis***

Ya estaba en la escuela, exactamente en clase de literatura. Stella estaba unos asientos frente a mi, ella a estado muy extraña toda la mañana, se le ve que a estado llorando, esta pálida, sus ojos están hinchados y algo rojos. Solo esperaba que no fuera algún entupido el causante de ese ánimo y aspecto, por que juro que le saco los secos y se los doy de comer a los perros, que no quede duda.

Me levante a toda prisa en el momento en el que escuche el timbre, ni siquiera había puesto atención en toda la clase, no podía dejar de pensar en lo que le sucedía a Stella. Me pare en seco cuando vi que Cory, mi peor enemigo, y el que hacia lo que fuera para sacarme de el equipo de fútbol, estaba conversando muy cariñosamente con Stella, mis manos estaban formando un puño, y mis nudillos estaban blancos por la fuerza que se oprimía en ellos. Camine sigilosamente hasta ellos, tratando de escuchar algo de lo que decían.

–No a aparecido en todo lo que lleva del día –dijo Stella en un sollozo.

–Linda –hablaba mientras le acariciaba la mejilla y quitaba las lágrimas que derramaban sus ojos. –Todo va a estar bien –la abrazo. Que rayos se cree ese idiota para abrazar a Stella, mi Stella, sentía como mi estomago se revolvía con el solo hecho de ver aquella imagen. Estaba apunto de ir y arrancarle la cabeza a Cory, cuando escucho que me llaman, a regañadientes doy la vuelta, para encontrarme a una Elyse molesta.

–¿Necesitas algo? –le pregunte algo molesto.

–¿Necesitas algo? –repitió tratando de imitarme, detestaba que fuera así, la soporto solo por que es muy buena, que digo, excelente en la cama.

–Ely… –dije alargando la última letra como advertencia.

–Anoche se suponía que irías a casa, ¿lo olvidaste? –rayos, lo había olvidado por completo, con todo lo que e hecho últimamente ni siquiera me acorde.

–Lo olvide, lo siento –dije algo seco –iré hoy si quieres –le dije tratando de recompensarla, aun que creo que la recompensa será mas bien para mi.

–No, no necesito de tus caridades –se giro y tomo camino.

La seguí y me fije que no estuviera nadie a los alrededores, y la arrastre hacia uno de los baños.

–¿Qué rayos crees que… –puse mi mano en su boca, para que callara.

–Shhh –le susurre cerca del oído.

Me deshice de su ropa como pude, dejándola solo en bragas y sostén, comencé a masajear sus senos por enzima de la fina tela del sostén, me deshice de el, al igual que las bragas, solo que estas se rompieron, dejándola indefensa y completamente a mi merced.

–Hazlo rápido –dijo esta en un jadeo –nos podrían descubrir.

–No te preocupes por eso –dije mientras introducía uno de mis dedos en su interior, sintiendo lo mojada que ya estaba –nadie viene aquí, todos ya deben de estar en clases –avise.

La única respuesta que recibí de ella fue un gemido, sentía como el orgasmo estaba apoderándose de su cuerpo y saque mi dedo, sustituyéndolo por mi pene, o dios, esto se sentía tan genial, Ely, a pesar de ser una zorra que se acuesta con toda la escuela, es buenísima para esto, cabe decir, por que para lo demás es una completa tonta, o al menos lo que aparenta.

Termine con mi cometido y me fui feliz y satisfecho hacia mi casa, como era la ultima clase libre no habría problema, solo dije en la oficina que me sentía mal y me dejaron salir como si nada, sin preguntar mas, supongo que se alegran de ya no tener que lidiar con nosotros por el resto del día.

Stella***

Mi papá seguía sin dar señales de vida. No entiendo como pude aguantar a los maestros de la escuela todo el día sin arrancarles los ojos, no podían elegir peor día para ser insoportables, lo único que quería era estar bajo las sabanas de mi cama, descansando, y rogando para que papá estuviera bien, pero a quien intenta engañar, lleva ya 24 horas sin reportarse, y si no lo a hecho es por que algo malo paso.

Estaba enterrada en la cama, bajo miles de sabanas, bueno no tantas, solo las suficientes para amortiguar el ruido de mis sollozos, mi padre estaba oficialmente desaparecido, hace cinco minutos vino uno de sus compañeros, triste, al igual que todos los de la comisaría, a decirnos que no había rastro de el ni de la patrulla que se había llevado la ultima ves que se fue de ahí.

Tocaron el timbre, pero no me digne en abrir, sentía pasos cada vez mas cerca de mi dormitorio, estos de detuvieron mostrando dejando ver a mamá.

–Hija, un amigo tuyo, de la escuela, esta aquí.

–¿Quién es? –le pregunte, ya que nadie sabia lo que había sucedido, ni tampoco había quedado con alguien.

–Louis –en cuanto dijo el nombre mi piel se erizo por completo, mi cuerpo se sentía helado, como si miles de corrientes pegaran contra el. Mamá no sabia nada de lo que había sucedido con el, y no quería armar un escándalo.

–Dile que pase –hable resignada, mientras limpiaba mi cara y arreglaba mi cabello, pero que rayos hago, es Louis de quien estamos hablando, el que casi me golpea, y el que me acosa.

–Hola –dijo este en cuanto entro a la habitación, sus ojos recorrían cada centímetro de ella, como su no se pudiera creer lo que miraba.

–¿Qué haces aquí? –le pregunte en cuanto mamá ya estaba lejos de nosotros, lo suficiente para no escuchar.

–Solo vine a darte apoyo.

–¿Apoyo?, que cínico eres Louis –dije parándome de la cama –te dije que no te quería cerca de mi –no se como había salido eso de mis labios, Louis parecía no creer lo que acababa de decir, y es que yo tampoco, al parecer el sufrimiento y el coraje juntos, en mi, no son muy buena combinaron.

–Mira –dijo dando un paso hacia mi, a lo cual yo me aleje –solo quiero ayudarte, y realmente lamento como me e comportado, soy algo impulsivo…

–¿Algo? –lo interrumpí.

–Bueno, bastante –se corrigió –e estado bajo mucha presión estas ultimas semanas, sumándole la escuela y los problemas en casa.

–No tienes por que darme ninguna explicación.

–Si tengo, quiero estar cerca de ti, y comportándome así se que no lo voy a conseguir.

–Exacto, no lo estas consiguiendo, y no lo conseguir. Apreciaría que me dejaras sola, no me siento para nada bien, y mi papa aun sigue sin aparecer desde el día de ayer.

–¿Tu papá desapareció?

–Si, y la verdad no quiero hablar sobre eso –sentía como los ojos se me aguaban de nuevo, y pequeñas gotas comenzaban a derramarse por mis mejillas.

–Si no quieres no lo hagas, te entiendo, solo déjame estar contigo, por favor. –yo solo me senté en la cama, tapando mi cara, mas y mas lagrimas salían de mis ojos, sin parar, solo sentía como los brazos de Louis me recorrían la espalda, poniéndome de pie y abrazándome con mas fuerza, el calor de su cuerpo se fundía con el mío, y es que este abrazo realmente lo necesitaba, no importaba que fuera precisamente de el, correspondí a su abrazo, y llore mas, desahogándome, y amortiguando los sollozos en su pecho, en este momento no podía pensar en nada mas que en mi papa, y es que no quería dejar de hacerlo, temía por lo que le pasara, y en estos momentos Louis era mi único bastón para sostenerme, aun que no sea el mejor.

*Como les habia mensionado en el capitulo anterior, no pude subir capitulo nuevo por que tube que salir de ultimo momento, pero ya volvi ;) (por si tenian el pendiente) me gustaria conocer a mis lectores y que ustedes me conoscan a mi, asi que hagan preguntas en los comentarios, y las respondere en el proximo capitulo :)... ¿Ustedes de que parte del mundo son? yo soy de Mexico ;)

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10 Días en el Infierno [Louis Tomlinson] *1D*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora