Aún no te he perdido ¿verdad?

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Cuando me besabas
Dolía el corazón
Cuando me besabas
Perdía la razón....

Aquel joven de mirada azulina estaba sentado, como siempre leyendo un libro de romance, se le hacía estúpido, estúpido que había estado como los protagonistas, y que ahora lo estaba, poco, pero lo estaba.  Miró la ventana y se dió cuenta de que el cielo era tapado nubes gris-aseas, como lo dijo su amante, llovería, pero quería salir a caminar, pasear un rato, despejar su mente, después de todo ahora este tipo de clima era su preferido.

Sin más tomó un paraguas y al abrir la puerta, salir y cerrarla se dio cuenta de que algo, o más bien alguien estaba ahí, parado, estorbando, como tenía la mirada agachada solo veía los pies, suspiro y decidió hablar.

- Disculpe, ¿podría hacerse aún lado?, esta cerr...... No acabo su oración, al subir la mirada se topó con aquellos ojos rojizos como la sangre, esos mismos ojos que eran fríos y no daban a entender ninguna emoción -¿Q...Q...Q... Las palabras no le salían, se sentía confundido, su cuerpo comenzó a templar, las manos a sudar, su garganta se puso seca.

-Ciel Fue lo que dijo aquel ser con alivio, de inmediato lo abrazó y sonrió. Cuanto extrañaba hacer eso, sentir ese pequeño cuerpo y olerlo, pero algo era diferente, el olor, este era una mezcla del olor del demonio menor y de aquel shinigami.

-¡No me toques! Después de salir del shock lo empujo con todas sus fuerzas, haciendo que Sebastian saliera volando, chocando contra el edificio de enfrente el cuál solo fue agrietado levemente -¡¿Qué haces aquí maldito demonio!? ¡Lárgate a tu infierno!, ¡vete! ¿Qué hacia él ahí?, ¿se venía a burlar?, ¿venía a hacerle más daño?, no lo quería saber, que se fuera y se pudriera en su infierno, en su hogar, eso era lo que él quería, ya no debía de verlo, ya no...

-Ciel... espera... déjame explicarte lo que en realidad paso..... El demonio se acercó nuevamente al chico y trato de agarrarlo pero este en cambio solo daba pasos hacia atrás -Yo no quería hacerte daño, no quería......

- ¿Lastimarme? Fue lo que dijo el de mirada azulina mientras su mirada reflejaba dolor, pero más que nada enojo, si enojo, frustración, rencor.- No más bien.... lastimarnos Ciel se tocó el vientre mientras trataba de mantener la calma, ¿dónde estaba aquel que lo protegía?, ahora lo necesitaba, no quería ni ver a ese ser, mientras la lluvia cada vez era más fuerte, ambos se mojaban.

- Cie, yo no quería... Sebastian al ver esa pequeña acción sintió que su corazón se partía en trozos, que su alma era desgarrada y quemada, pero si él se sentía así ¿cómo se sentiría Ciel?, de seguro peor - En serio yo no quería eso..

-¡No me jodas! Gritó el chico al ver que este mentía, ¿en serio no era suficiente solo el recordar?, dolía, dolía más que cuando le enterraron cien espadas en la espalda, más que cuando lo apalearon y pisotearon - Por tí... por tí.... yo.... Las lágrimas poco a poco atravesaban las mejillas del demonio menor, sólo podía hacer eso, sólo eso... llorar... solo... llorar, que sus lágrimas se combinaran con la lluvia, que el cielo reflejara junto con él su dolor.

- Ciel, por favor... déjame explicarte Undertaker... Él... él no es bueno... Él Ciel enfureció al escuchar el nombre de aquel que lo había protegido durante tantos años, aquel él cual lo quería y amaba, ¿acaso aquel demonio sólo quería arruinar su relación?

-¡CÁLLATE IMBÉCIL! Rápidamente el de cabellos azules corrió hacia él y le trató de dar una bofetada, pero no pudo ya que el de mirada carmesí detuvo su mano y lo besó.

Hola, espero les guste...

Ya saben comentarios, preguntas, sugerencias pueden hacerlas, no sean tímidas, no muerdo. Bueno sin más que decir, nos vemos en la próxima parte.... Las cosas se ponen tensas...

Gracias por leer