Di me que todo es una pesadilla,
que despertaré y sonreire,
Di me que todo es una pesadilla,
que tu estas aquí
junto a mi.¿Por qué eres tan cruel?
El ambiente tenso era pesado de tan solo verlo, ambos se quedaron callados mientras una simple sombra los miraba desde una distancia corta, Sebastian noto esta presencia, el aroma era conocido, pero Ciel parecía no notarla.
-Ciel, no me rendiré.... Dijo el azabache mientras tomaba la foto y la aguardaba en el bolso de su saco - Te demostraré que lo qué digo es verdad... Sanare tus heridas... Quitaré esa venda de tus ojos... Haré que el dolor desaparezca... Pero sobre todo; volveré a abrir la puerta de tú corazón así me cueste la vida Dicho esto el oji carmín desapareció entre las sombras mientras Ciel caía sobre sus rodillas y tocaba su pecho, exactamente la parte de su corazón.
"No te puedo olvidar,
No te puedo amar,
No te puedo perdonar,
Pero tampoco te puedo odiar"Sebastian llegó a la zona más alta de una montaña lejana, seguía presente aquella presencia que era tan conocida para él, aquella esencia que no podía olvidar y aquella fragancia que solo podía odiar.
De inmediato logró observar que cerca de un árbol había una nota, se acercó y la tomó, miro a su alrededor pero por más que buscó no encontró a aquel ser, sin otra opción miró detenidamente la nota la cual decía: "Rinde te, él es mío y te lo demostraré". Enfurecido partió el papel en pequeños cachos y dejó que se los llevara el viento.
Mientras en la funeraria se observaba a un joven de semblante triste, el cual subió las escaleras rápidamente, camino hasta el fondo del pasillo y se adentro a la habitación, observo al shinigami que dormía plácidamente en la cama, se acostó junto a él, y a pesar de que no lo quería hacer, lo término haciendo.
Oculto su rostro en el pecho del mayor mientras que con sus manos se recargaban en su ropa, la cual se comenzó a arrugar por el agarre tan fuerte que le proporcionaba.
- ¿Ciel? Decía el oji verde mientras abrazaba y acariciaba la espalda del menor - ¿Pasa algo? Preocupado le preguntaba al ver que este no dejaba que su rostro fuera visto, lo ocultaba con fuerza, como si no quisiera que nadie lo viera, y así era.
- Sólo tuve una pesadilla En un susurro contestaba el peli azul - Sólo fue una pesadilla.
Tanto Undertaker como Ciel se quedaron así toda la noche, ninguno dijo nada más, lo único que se observaba era el desespero y la angustia. No había lágrimas o sollozos pero si había un gran vacío.
Buenas...
Comentarios, dudas, sugerencias y votos son bien recibidos.
Gracias por leer.
ESTÁS LEYENDO
Aún no te he perdido ¿verdad?
RandomAveces mirar hacía atrás trae recuerdos felices, donde sonríes y estas lleno de esperanza y dicha pero otras, sólo se puede ver tristeza, decepción y ese bello color carmín... Me perdiste Te perdí Un vacío Una ilusión Y una melodía de angustia Con...