capítulo 33

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 ***Nota capítulo con contenido lemmon**

 (Denisse)

Esa tarde nos encontrábamos en su casa, charlando y disfrutando de la tarde 

Jb - wow, me sorprende lo que me cuentas de Tessa, HyunJoong no ha dicho nada

D - claro que no baby, Joong no andaría divulgando lo que hace o no con su esposa, él es un caballero

Jb - jejejeje...bueno, pero yo soy su mejor amigo, a mí me cuenta sus problemas

D - bueno, quizás esto no sea un problema para él

Jb - linda, ¿no crees que esto es un problema? Estar casado y no poder hacerlo con tu esposa. Como novios uno se detiene por el hecho de respetarlas, pero casados ya es diferente, cada uno tiene obligaciones con su pareja, ¿no crees?

D - pues sí, pero ellos no pasaron por la etapa de novios y por eso no hay amor

Jb - eso si tienes razón, no pasaron por la etapa de novios, pero ¿amor?, tal vez te sorprenda, pero el hombre no siempre necesita el amor...digo no me mal intérpretes, yo a ti te amo, pero igual podría hacerlo en este momento que estamos solos, sin necesidad de sentir amor, eres bella y con un hermoso cuerpo, no podría negarme a estar contigo.... De hecho (mientras la toma de la barbilla)...... Estas son las circunstancias en donde yo comienzo a dudar de mí y es cuando tengo que buscar la manera de parar....por ti

D - Jun....bueno.... ¿Quieres saber lo que pienso yo de esta circunstancia?

Jb - sí, seria agradable saberlo, aveces me pregunto que es lo que realmente sientes cuando estamos en estas circunstancias

D - mmmmm....HyungJun te amo, no tengo ninguna duda, y estos son los momentos en los que deseo mostrarte todo lo que siento, quiero estar contigo no tengo ningún temor. Sé que sabrás como tratarme confió ciegamente en ti. Y sí, si deseas escucharlo, Te amo y quiero ser tuya.

En ese momento me tomo entre sus brazos y me abrazó tan fuerte que sentí que nos fundíamos en uno solo, me besó y lentamente fue bajando por mi cuerpo, recorriendo cada rincón de él, como queriendo memorizarlo y no dejar nada al aire. Sus manos recorrían mi espalda con tal ternura y a la vez desesperación por quitar mi ropa, pero con la delicadeza de ser mi primera vez.

Y yo, con tanto amor en mi corazón, correspondía cada una de sus caricias. Con un poco de temor, pero tratando de mostrar seguridad, para no atemorizarlo, desabroché su camisa y lentamente sentí su piel, siendo ésta tan perfecta no podía resistirme a seguir tocándolo y dando caricias que a nadie más había dado. En todo momento sentí su amor, desde que me abrazó hasta que, con un poco de torpeza, poco a poco removía mi ropa, en ese momento me llevó en brazos a su cama en donde lo hicimos sin miedo a nada, sus caricias eran tan intensas que no podía evitar dar pequeños gemidos que parecían enloquecerlo, y hacían que la intensidad de sus caricias se elevaran hasta llegar al momento de tocar el cielo y sentir eso de lo que tantos poetas narran, la sensación de tocar las estrellas, eso que llaman la sensación de morir y regresar a la vida

(HyungJun)

Nunca creí que Denisse pensara en eso todavía, claro que yo lo he pensado muchas veces, pero me he detenido por ella, he pensado que tal vez se molestaría si se lo pidiera. Sus palabras en este momento me hacen sentir feliz, con una gran emoción en mi corazón y en mi cuerpo que la abrazo de tal forma que no quiero que se aleje de mí. La beso con toda la pasión que tenía guardada para ella, siempre pensando en que es su primera vez y no quiero lastimarla, aun así mis instintos me quieren sobre pasar, su cuerpo me estremece y me incita a seguir, la beso toda, sin dejar si quiera un pequeño lugar libre de mis labios, su aroma me vuelve loco y me hace perderme en su hermoso cuerpo, ella es completamente mía, sin importarme nada más.

La deseo, y quiero deshacerme de todo lo que me estorba para que sea mía, como ella lo pide, sus manos son delicadas y me tocan con un poco de miedo pero eso me incita a seguir, su hermoso aroma me hace perderme entre sus pechos, que para mí son la gloria, suavemente los beso y me pierdo en ellos. 

Al verla recostada en el sillón, inmediatamente me levanto y la llevo a la cama, el sofá no era digno de su primera vez, estaba dispuesto a tratarla como la dama que es. Así que, en la cama, la cual sería nuestra cómplice, me dispuse a hacerla mía.

Al entrar en ella sentí su calidez y al escucharla decir mi nombre me estremecí y sus gemidos me excitaban cada vez más, a tal grado de no poder controlarme y perderme en ella con un placer tan infinito del cual no me quería alejar. Y sintiendo con ella lo que jamás había logrado... simplemente.....  hacer el amor.

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