Dear Jake, Jake Harper:
La mudanza hacia nuestro propio apartamento había comenzado, no podía estar más emocionada.
El bellísimo nuevo apartamento quedaba en un edificio no muy lejano al de tu antiguo apartamento. Este nuevo tenía todas las paredes en color blanco, con una inmensa puerta de cristal en la habitación que daba a un pequeño balcón. Era de una habitación, algo pequeño pero cómodo para ambos.
La tienda de arte me había inspirado a comenzar a pintar y ahora vendía mis creaciones.
Habíamos adoptado un perrito pequeño para que alegrara el nuevo hogar, 'Duky'.
Aún faltaban algunos muebles importantes por comprar, como la cama, por eso dormíamos sobre un colchón en el suelo, era mucho más cómodo que en una cama.
Siempre me dió curiosidad que un chico como tú estuviese tan rato, un chico que tenía todo para ser feliz, fue una suerte que con el paso del tiempo comenzaras a unir tus pedazos, o al menos creía que ya lo habías hecho.
Para hacer las compras solíamos tomar el autobús, el dinero no alcanzaba para un auto.
Durante el camino jugábamos a 'comprar' casas, el primero en elegir una casa sería el 'dueño' de esa.
Las cosas marchaban tan bien, sentía que eras feliz, te veía de pie en el apartamento mirando por un ventana y me inspirabas completo cariño, pero todo apunta a que no fue así.
Un domingo por la tarde entré a un supermercado pequeño a comprar unos helados, decidiste esperar afuera.
Caminé por los pasillos buscando los helados, recuerdo haber demorado un rato, cuando salí te ví en el suelo siendo golpeado por un chico mucho más grande en tamaño, solté los helados y salí corriendo, intenté quitar al chico, que tonta fui, recibí un codazo en la nariz.
El guarda del supermercado salió y logró separar al chico, corrí hacia tí y te ayudé a ponerte de pie, arrestaron al otro chico.
Apenas podías abrir tu ojo izquierdo y tu rostro comenzaba a hincharse.
En el momento me dijiste que el otro chico había agredido a una señora y tú la defendiste, te creí, en ese momento eras mi súper héroe (en realidad siempre lo fuiste) (Aún lo eres).
Al llegar a casa limpié mi nariz que sangraba un poco, te habías quedado en el hospital para que te hicieran unos exámenes, al parecer tenías la nariz quebrada y daños en el ojo izquierdo.
Recuerdo haber tomado tu chaqueta para lavarla, comencé a vaciar los bolsillos, desearía no haberlo hecho.
En uno de ellos hallé un paquete pequeño transparente con un polvo blanco, estaba segura que no era polvo de hornear.
Jake, en ese momento todas las expectativas que tenía acerca de ti se vinieron abajo, sentí un nudo en mi garganta y el alma quebrarseme un poco.
Fui lo más rápido que pude al hospital y te enfrenté, aunque no quería.
"Tú no lo entiendes, lo había dejado hace 7 años y lo necesitaba, ya no podía más".
En aquel instante comprendí que la pelea no fue por ayudar a una señora, la pelea fue por drogas.
El arte que veía en tí se tornó en un oscuro lienzo completamente negro, las sonrisas que me sacabas se convirtieron en lágrimas.
Pero al recordar el sonido de tu carcajada, la sensación de un beso tuyo, o la textura de tu cabello, no podía evitar seguir amándote, así que te ayudé y lo superaste, tardaste bastante.
Los días volvieron a ser de colores, mi despertador tus besos por la mañana y mis noches pasaron a ser tu cuerpo, las tardes tu sonrisa.
Pequeño chico roto, ¿Cómo pude amarte tanto?
¿Cómo podías causar la mejor sensación del mundo con sólo una caricia o incluso una sonrisa?
¿Por qué luego de todo me pagaste tan mal?
Espero aún uses esa hermosa chaqueta de jeans, espero aún despiertes a alguien a besos, espero aún alguien vea tu cuerpo como una maravilla y tu ser como una obra de arte.
Espero hagas feliz a alguien como me hiciste a mi, espero que alguien vea tus brazos como su hogar, espero que la persona con la que estés no se esté hundiendo como me hundí yo.-Lunae.
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La melodía que hallé en tus ojos. [En Edición]
PoetryDear Jake, Jake Harper: Me gustaría que conservaras las horas que pasé amándote. Que conservaras los besos anunciados en una tarde azul. Incluso las guerras luchadas en una tarde de cine. Me gustaría poder conservar la melodía que hallé en tus ojos...