Pasados tuyos anunciando mi funeral.

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Dear Jake, Jake Harper:
La explicación que dejaste atrás no me parece suficiente para el amor tan grande que te dí.
Esas palabras que dejaste plasmadas en una carta hacen parecer como si el amor que tuvimos fue vago.
¿Acaso eso fue para tí?
Cuando mi hermano te conoció luego de la boda, sus ojos perdieron esa luz característica que solían tener, su seño se frunció y por un momento pude escuchar todas sus sonrisas marcharse.
Cuando conociste a mi hermano, emanaste miedo, arrepentimiento, trataste de irte dando una excusa tonta.
En ese punto estaba cansada de tantos secretos, estaba cansada de no saber que pasaba con tu vida a pesar de que seguíamos juntos.
Las paredes de la casa de mis abuelos tuvieron miedo cuando ustedes dos se encontraron, yo tuve miedo, debo admitir.
Mi castaño hermano se negaba a dejarme pasar un sólo día más junto a ti, alzaba su voz y tú solo lo mirabas sin decir una sola palabra, incluso para defenderte.
La historia que surgió de ese encuentro, he de decir que fue muy interesante, fue muy interesante el hecho de que todos en esa habitación sabían menos yo.
En una noche de viernes, a eso de las nueve de la noche, mi hermano y su novia fueron a una fiesta, la misma en la estabas tú.
La chica discutió con mi hermano porque él se iba a ir a una universidad lejana y casi no le vería, así que subió las escaleras y mi hermano la perdió de vista.
La casa era grande y habían muchas habitaciones, era imposible buscar a alguien.
Mi hermano ya había ido a muchas habitaciones y aún no encontraba a la chica, hasta que abrió la puerta de una y encontró a su novia acostándose con su mejor amigo.
Pero eso no te importó, porque ustedes salieron, ella comenzó en drogas y dejó a mi hermano en el olvido con el alma totalmente hecha pedazos.
Cuándo terminé de escuchar la historia que más daño me había hecho, no pude decir una palabra, solo comencé a pensar, a pensar en la nada, porque eso era lo que me venía a la mente, sólo la nada, porque no podía procesar.
En ese punto quería convencerme de que todo eso era sólo un pasado, pero ese pasado tuvo que ver (al igual que el resto de situaciones) con el hecho de que te marcharas, ese pasado fue mencionado en la tonta carta.
Comenzaba a entender por qué las paredes gritaban ante tu presencia y los árboles se encendían, o por qué cada vez que alguien te miraba se iba la luz de sus ojos.
Pero en tus ojos, aunque me quitabas mi luz, yo sólo seguía encontrando una melodía, pero comenzaba a sonar como si fuera la canción que tocarían en mi funeral.

En esta carta no tengo mucho que decir, todo se puede resumir en que tus secretos comenzaron a salir a flote a partir de ese día y yo no podía con la carga.

-Lunae.

La melodía que hallé en tus ojos. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora