Capitulo 20.🌻

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A mi papá no le preocupaba Nick, pero estaba un poco aprensivo acerca de Justin. Eso era probablemente la causa de su ceño, él no había tenido la oportunidad de amenazarlo todavía.

—Nick y yo sólo somos amigos —contesté. Tomando un respiró hondo antes de continuar, sabiendo que tenía que decirlo en voz alta por primera vez—. Justin y yo rompimos hoy. —Me encogí de hombros, tratando de fingir que estaba bien, aunque mi voz se quebró un poco cuando dije su nombre.

Mi mamá se quedó sin aliento, inmediatamente saltó del sofá.
—¿Rompieron? —repitió, dirigiéndose a abrazarme.

Levanté una mano para pedirle que se detuviera.
—Estoy bien, estoy bien —mentí—. Me voy a la cama. Nos vemos en la mañana. —Me volví sobre mis talones y me dirigí rápidamente fuera de la habitación, sólo haciendo una pausa entre las escaleras y la seguridad de mi habitación.
Cuando llegué allí, lo primero que hice fue tirarme bocabajo en la cama, llorando sin control de nuevo.

No podía hablar con Amy, y no quería volver hablar de nuevo de ello, por lo que le mandé un texto en su lugar diciéndole de la separación, pero que no quería hablar más de eso y que la vería mañana como de costumbre.

Tomé mi teléfono para apagarlo sabiendo que trataría de devolverme la llamada de todos modos a pesar de que le dije que no quería hablar. Como una zombi, me despojé de mi ropa y me dirigí a la ducha, dejando que mis lágrimas se mezclaran con el spray que dejaba el agua calmando mi tenso y estresado cuerpo.

En el momento en que salí y me dirigí de nuevo a mi dormitorio, Amy estaba sentada en mi cama. Salté y chillé del susto. Me sonrió con tristeza.

—Tu mamá me permitió subir —explicó, lanzándome una mirada compasiva. Asentí y fui a sentarme en silencio junto a ella, agarró un bolso marrón del suelo y lo puso en mi regazo. Lo abrí para ver como treinta dólares de diferentes caramelos y helados.

Me tendió una cuchara para mí. Le sonreí agradecida.
—Sabes que eres la mejor amiga que he tenido, ¿verdad? —pregunté, sacando una caja de cartón, ofreciéndosela.
Nos sentamos a comer helado hasta que ambas nos sentimos enfermas, entonces finalmente se quedó dormida justo después de la medianoche.

Cerré los ojos y recé también por el sueño, pero no me fue tan fácil. Todo en lo que podía pensar era en Justin y lo guapo que era. Cuando por fin me quedé dormida como a las cuatro de la mañana, todo en lo que soñaba era él y la diversión que tuvimos, cómo solía hacerme reír y hacerme sentir especial.
Cuando la mañana llegó, mi cabeza palpitaba, y me sentía muerta en calor. Amy trataba de alegrarme peinando mi cabello por mí, arreglándolo y haciéndome una coleta. Tenía plasmada una sonrisa falsa a pesar de que me sentía un poco muerta por dentro.

Sabía que no quería hablar de ello por lo que no preguntó nada, la quería por ello.

El camino a la escuela fue horrible. Cada segundo que pasaba me acercaba más y más a verlo de nuevo.
Rogué que pudiera mantenerme serena en su clase y no me echara a llorar delante de todos.

Cuando nos detuvimos en el estacionamiento, vi su coche inmediatamente. Al pasar por él, tuve el fuerte impulso de patearlo o lanzarle una piedra a través del parabrisas como venganza. Pero ¿para qué? ¿En realidad que había hecho mal, aparte de no tener sentimientos por mí? Nada.

Suspiré y fui a mi casillero, colocando mis libros como en piloto automático. Asentí a las conversaciones a mí alrededor, fingiendo que estaba interesada y escuchando.

—¡El señor Bieber! —gritó Emily de repente excitada, a mi derecha.

Mi aliento se atoró en mi garganta cuando miré en la dirección que estaban mirando. Él caminaba hacia nosotras, se veía tan guapo que podría llorar.

• Amor Verdadero • ❤️  |Jelena| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora